las Islas Perhentians son un paraíso?

Os acordáis de que en el último post os describí cómo eran los baños de los hoteles en Malasia? Pues en los últimos 10 días hemos tenido tiempo de comprobar que podía ser aún peor. Desde Kuala Lumpur volamos a Kota Bahru, el aeropuerto más cercano a las islas Perhentians. Allí buscamos una habitación para una noche porque a la mañana siguiente saldríamos para las islas. No merece la pena nombrar ni el nombre del hotel, pero eran habitaciones en un edificio, en una de las cuales había dos señoras mayores que no hablaban inglés. Tras pactar por señas 12,5 euros nos llevan a la habitación que tenía un colchón viejo sin sábanas y un cuarto de baño sin lavabo ni papel. Fue toda una odisea y un montón de risas conseguir que nos dieran una sábana para taparnos y papel higiénico, que no tenían y nos dieron lo que les quedaba de un rollito que tenían en la recepción. Pues lo dicho, el baño era un váter y una ducha con un grifo, sin lavabo ni nada, así que para lavarnos la cara o las manos teníamos directamente que ducharnos. Os dejo una foto:

Qué ver en Kuala Lumpur

Acabo de caer en que nunca os he puesto una foto de un baño de Malasia. Y es que en todos los hoteles, desde que llegamos, hemos encontrado el mismo tipo de baño: un metro cuadrado con un váter, un lavabo que desagua directamente en el suelo por un tubo y una ducha sobre ambas cosas. Así que mientras te lavas las manos, te estás mojando los pies, y mientras te duchas mojas el espejo, el váter y el lavabo. Y pobre de ti si has olvidado sacar antes el papel higiénico, porque primero se escuchan un par de maldiciones en el baño y luego te toca bajar a la recepción a pedir uno nuevo. Esto no quiere decir que los grandes hoteles no tengan baños mejores que los que uno pueda soñar.

Pero si tu presupuesto es de 17 € máximo para dormir y tienes la suerte de encontrar la habitación con el baño dentro, será esto lo que disfrutarás:


Visitar Taman Negara, la selva más antigua del mundo, y la ciudad de Malacca

Dicen que en Asia se consumen miles de toneladas de arroz al día. Pues os juro que creo que la mitad como mínimo las he ingerido yo este mes. Que lote de arroz, madre mía. Y no es que aquí no se pueda encontrar comida occidental, que claro que se puede, pero es bastante más cara que la comida local, algo así como 4 veces más por un plato. Por este motivo nos hemos mantenido, como campeones, comiendo arroz o noodles fritos en sitios para locales y puestos callejeros dos veces al día. Pero esto pasa factura, y sólo 5 semanas después de haber dejado nuestra Sevilla natal, en ocasiones... veo salmorejos y tortillas de patatas. Y os aseguro que no somos nada cerrados para la comida, comemos de todo y no solemos tener problema.

Es sólo que con este presupuesto comes lo mismo una y otra vez y el mismo sabor te acaba cansando. Pero todo se andará, que en cuanto tenga una excusa de algo que celebrar me pongo las botas y me harto aunque sea de pizza.

EN LOS RESTAURANTES HINDUS NOS METEMOS PARA COMER ALGO DIFERENTE. AUNQUE PICAN DE LA MUERTE

Langkawi y las Cameron Highlands, playa y montaña

Hola a todos! Aquí Pablo, encantaro de saludaros a todos de nuevo. Elena no tiene muchas ganas de escribir hoy así que me toca a mí esa tarea.
Empezamos este post con una curiosidad: todos sabemos como son los cementerios católicos, seguramente muchos sepáis cómo son los cementerios musulmanes e incluso los habrá entre vosotros que sepa como son los cementerios judíos. Lo que seguro seguro que no sabéis es cómo es un cementerio chino! Si amigos, aunque todos creáis que los chinos no mueren o que nos los comemos en forma de rollito de primavera o de cerdo agridulce en los restaurantes chinos, no es así. Al menos no en el sudeste asiático, que lo que ocurra en Sevilla y otros lugares de nuestra España seguirá siendo un misterio.

Las tumbas son semicirculares, con su lápida escrita en perfecto chino y alicatadas hasta el techo como un cuarto de baño. Y como aquí en Malasia hay tantos chinos pues hay cementerios regados por toda su geografía. Por cierto hay “chinos” pero no “chonis”, será inversamente proporcional? Para que los aún incrédulos os convenzáis, os dejamos una foto de cómo son.


CEMENTERIO CHINO EN MALASIA

Nos hemos bajado del barco

Así, tal cual, como lo estáis leyendo, que ni 24 horas he durado en el susodicho barquito. Os cuento que ayer llegamos al muelle a eso de las 5 de la tarde y el alemán dueño del barco salió en lancha a recogernos porque el barco estaba anclado algo lejos de la costa. La verdad es que el hombre ya venía oliendo a alcohol y todo coloradito pero bueno, anclados en el mar hay poca posibilidad de chocarse. El barco era una auténtica maravilla, os lo aseguro, con sus camarotes con baño, todo de madera, un lujo.

 LA COCINA

Visitar Penang y un cambio inesperado de planes

Estamos en la isla de Penang a punto de dar un giro de 180º a nuestro viaje. Y estamos muy nerviosos, muchísimo. Pero os lo cuento al final del post que si no me lio y no me centro. Os he dicho que estamos en Penang, una isla al noroeste de Malasia, en una ciudad que se llama George Town. Y la verdad es que nos ha encantado esta ciudad, nos ha gustado pero mucho mucho. No porque sea preciosa especialmente, sino por lo interesante que resulta. Hemos notado que estamos ya en la zona turística de Malasia. En Borneo nos cruzamos con muy poquitos guiris, pero esto está lleno. Hay muchísimos hoteles y hostels, uno en cada esquina, y si estás dispuesto a gastarte 40 euros por noche duermes en un hotel precioso, y por 50 puedes dormir en hoteles de lujo. Pero si tu presupuesto para dormir es de 17 euros máximo cuesta encontrar una habitación con baño, wifi, ventana y desayuno.

Jazz en Miri visitando el Sultanato de Brunei


Pues aquí seguimos en Borneo, que cada vez que escribo un post siento que pasa otra etapa del viaje y me da mucha pena! Que noooooo, que no quiero que pase el tiempo tan ligero, que quiero que pase despacito!!! pero nada oye, que cuando estás tan agustito y tan feliz viviendo tantas cosas los días pasan que vuelan y nosotros seguimos avanzando en nuestro viaje. Aunque si os digo la verdad es un milagro que sigamos vivos. Yo ha habido un par de momentos en los que he creído morir de congelamiento. Señor, si hace 33 grados en el exterior y un 99% de humedad y la gente está sudando a chorros, no me pongáis los aires acondicionados de los coches, buses, tiendas, restaurantes y centros comerciales a -10 grados porque en una de estas sufro una muerte súbita al entrar en cualquier sitio. Pero por lo demás bien.

Hemos venido hasta Miri que es una ciudad sin el más mínimo interés en si misma. Es punto de partida para entrar en Brunei o para visitar algunas cuevas famosas que hay por los alrededores pero la ciudad no merece la pena en absoluto. Hemos venido por dos motivos, uno era el Festiva internacional de Jazz que se celebraba justamente estos días, y otro porque queríamos entrar en Brunei. El festival de Jazz estuvo bastante bien, se celebraba en los jardines de un hotelaco a pie de playa con un escenario magnífico y mogollón de puestecitos con comida 4 veces mas cara que en la calle. El día que nosotros fuimos tocaron grupos de Borneo, España, Canadá y Suecia. Y no es que tire la tierra, es que os juro que la banda de Lluis Coloma es un flipe, el tío es un virtuoso del piano y junto con la banda hacen un equipo perfecto. El público estaba entregadito y nosotros flipando que te mueres. Luego pudimos charlar con alguno de ellos un ratito. Os aseguro que sólo por ver su hora de actuación ha merecido la pena venir a Miri. Fantástico.



Ver orangutanes, monos narigudos y flores gigantes en Borneo


Llevamos 9 días en Borneo y tengo tantas cosas que contaros y enseñaros que me come la bulla. Borneo es una isla fascinante para ver especies únicas tanto animales como vegetales, aunque nosotros hemos venido para ver 3 de ellas en concreto: orangutanes, rafflesias, que son las flores más grande del mundo, y monos narigudos. Así que con ese objetivo desembarcamos, tras una hora y media de vuelo, en Kuching. Kuching es una de esas ciudades que uno no sabe ni que existe, que la ves por primera vez cuando empiezas a investigar sobre tu viaje y que te parece que va a ser un poblado remoto en un sitio perdido del planeta. Pero para nuestra sorpresa nos encontramos con una ciudad bastante grande, llena de edificios altísimos, centros comerciales y grandes cadenas hoteleras. Que digo yo que no da tan poco guiri pa tantos hoteles, o será que estamos empezando la temporada alta y aún no han llegado las hordas de turistas. El caso es que aquí se ven bien poco, sólo de vez en cuando te cruzas con alguno, o si vas por la mañana temprano al mcdonals, que si no tienes desayuno incluido en tu hotel tu única opción es desayunar arroz o lanzarte de cabeza al mcdonals a por un desayuno que se parezca más a los nuestros. Y es que los europeos no perdonamos el desayuno, y yo menos que ninguna.

Bueno pues Kuching significa gato, y es que esta ciudad está consagrada a los gatos. No se ven tantos gatos de carne y hueso, pero en cada rotonda han plantado una  escultura de alguno y hasta tienen un museo dedicado a ellos digno de verse por la cantidad de horteradas de gatos que puedes ver en unos metros cuadrados. La ciudad la atraviesa un río que puedes cruzar en una barquita por 12 céntimos de euro. 

LA SEDE PARLAMENTARIA DE KUCHING, QUE FLIPE DE EDIFICIO

Qué ver en Singapur

Tumbada en mi cama el otro día pensaba en el milagro de viajar, en cómo en un momento estás aquí y de pronto estás en el otro lado del mundo. Luego, al chuparme las 25 horas entre vuelos y escalas descubrí que no era tan milagro, y que pagar 280 euros por un vuelo a Singapur tiene un sobrecoste en escalas y mal cuerpo. Que por mucha dormidina que me tomé os aseguro que ni el gurú del yoga más experto del mundo sería capaz de coger una postura cómoda en el minúsculo asiento de Jet Airlines. Pero lo conseguimos, desembarcamos en Singapur con unas maletas con más peso del que teníamos previsto y una mezcla de sentimientos que no puedo describir. Porque para empezar otra aventura como esta hay que tener una ilusión y vocación viajera más fuerte que todo lo que hayas sentido jamás. Pero confieso que también se siente miedo, muuucho miedo. Y no es miedo a lo desconocido, a no saber dónde vas a encontrarte, si los planes saldrán bien o no. Es miedo a todo lo que dejas atrás, tu familia, tu casa, tu ciudad, un buen trabajo. Y ante la eterna pregunta de si merecerá la pena alejarte de todo, aunque sabes que la respuesta siempre es un SI rotundo, hay un momento de pánico en los últimos días antes de marcharte. Y aunque hace ya casi 6 años y medio que nos fuimos de Sevilla, cada vez que damos un giro de 180º volvemos a pasar por el momento pánico.

Asia 2015: Jamacuco un día antes de partir


Hoy es un día especial, un día de muchos sentimientos, sobre todo sentimientos encontrados. Y es que mañana, día 22 de Abril de 2015, emprendemos de nuevo rumbo a la aventura, con billete sólo de ida y sin ningún plan concreto pero con la cabeza llena de ideas. La sensación de libertad que experimentamos cuando estamos de viaje no tiene igual, poder decidir en cada momento si me quedo o me voy, si voy o si vengo... Es mágico, un sentimiento que sólo la gente que ha viajado durante largo tiempo sin rumbo fijo conoce, un arma de doble filo que hace cada vez más complicado estar quieto.