Hoy
es un día especial, un día de muchos sentimientos, sobre todo
sentimientos encontrados. Y es que mañana, día 22 de Abril de 2015,
emprendemos de nuevo rumbo a la aventura, con billete sólo de ida y
sin ningún plan concreto pero con la cabeza llena de ideas. La
sensación de libertad que experimentamos cuando estamos de viaje no
tiene igual, poder decidir en cada momento si me quedo o me voy, si
voy o si vengo... Es mágico, un sentimiento que sólo la gente que
ha viajado durante largo tiempo sin rumbo fijo conoce, un arma de
doble filo que hace cada vez más complicado estar quieto.
Pero
estos sentimientos se pelean y mezclan con el jamacuco. Tenemos
suficientes kilómetros y conocemos a suficiente gente para saber que
ahora hay mas de uno y más de dos pensando: “ y eso de jamacuco,
que es??”. Pues no, señores, no es una isla paradisíaca al lado
de Cayo Hueso ni un monasterio budista del Tibet. El jamacuco es como
familiarmente se conoce por estos lares al sentimiento que tenemos
ahora mismo Elena y yo, ese sentimiento de volar lejos de la familia,
de los amigos, de la gente que te quiere de verdad y te lo demuestra
cada vez que estás a su lado, no importa el tiempo que hayas estado
fuera, es como si te hubieses despedido de ellos ayer. Nuestra
familia, herman@s y amig@s han hecho de estos dos meses que llevamos
en Sevilla un tiempo magnífico y extraordinario. Hemos quedado con
ellos para comer, merendar, cenar y hasta desayunar, que ya sabéis
cómo es Elena en esto de desayunar fuera de casa. Hemos paseado,
hemos charlado, hemos celebrado, hemos estado tan unidos que ahora
nos cuesta la propia vida separarnos de ellos. En estos momentos es
en el que nos planteamos: “pero por qué no habré tenido yo tres
churumbeles y los habré metido a estudiar en los Salesianos!?!”. Y
para colmo de males el tiempo que nos ha hecho en Sevilla de
primavera total y ese olor a azahar en flor y esa luz y ese color
azul del cielo de Sevilla, esa gente por las calles, esas terracitas
llenas de gente... buff, que difícil va a ser esto!
Nos
encanta estar con ellos y nos encanta Sevilla, pero.... no lo podemos
evitar. Nos encanta también esta vida de desestabilidad, de no saber
que te espera a la vuelta de la esquina, de pensar quien se va a
cruzar esta vez en tu camino y que será parte de tu vida para el
resto de tus días, nos encanta pensar en esos hilos invisibles que
te unen a gentes de otros sitios con la que tarde o temprano te
acabas cruzando y ya no te separas de ellos (al menos
emocionalmente), nos encanta descubrir sitios nuevos, sabores nuevos,
olores nuevos, nueva fauna y nueva flora, incluso nueva flora
bacteriana que te hace que tengas que estar en el WC todo un día,
ampliar cada vez más tu zona de confort, sentirte a gusto en las
antípodas, en una choza en una selva de Camboya, en un hotel de
Singapur, en una playa de la India...
Ya
lo sabéis querida familia, así somos y difícil va a ser ya que
cambiemos, pero lo mejor es que sabemos que aceptáis como somos y
que, a pesar de la pena que nos/os da que nos separemos, también
sabemos que queréis que seamos felices, y así, lo somos. Gracias!!
Y para no ponernos tan serios, aquí os dejamos una foto de un día de paseo en Sevilla... De todo hay en la viña del señor, jeje.
Jajajajaja creí que era una manifestación de médicos pidiendo al gobierno menos recortes! Hay que leer la letra pequeña!!! Cada uno lucha por lo suyo. Es genial! Jajajaja
ResponderEliminarDisfrutad disfrutad disfrutad disfrutad disfrutad disfrutad.
Mil besos y nos vemos prontito. Lo más lejos posible ok??
Muy buen viaje!! Y ahora a leeros por el mundo
ResponderEliminarA nosotros también nos ha encantado pasar tiempo con vosotros. Que lo paséis muy bien y disfrutéis mucho por ahí perdidos. Os queremos.
ResponderEliminarSuerte en esta nueva etapa, viajeros. Por aquí estaré yo para leeros como siempre. Ojalá volvamos a encontrarnos por el camino, que ya sabéis que donde esté tenéis un sofá-cama o un colchón hinchable o lo que haga falta para acogeros. Un abrazo!!
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