Uyyyyy
casi casi no? Pues así es el alemán, que te ponen el no al final y
hasta el último momento no sabe uno si si o si no. Pero en este caso
es que no, que no ha aprobado vamos, ha estado a puntito pero al
final ha sido que no. El examen fue en Düsseldorf, en el Goethe
Institute. Se presentaron los 5 médicos y la mujer del letón, que
los letones vinieron sabiendo bastante alemán así que tenían un
nivel muy alto. Yo no me presenté por varios motivos. El primero es
que aún no estoy preparada, no tengo un nivel B2 de ninguna manera,
y el segundo es que a mi creo que sólo me van a pagar un examen. La
verdad es que no me lo han dicho directamente pero claro, no van a
estar pagándome examen tras examen hasta que apruebe. Como yo no soy
médico sino “mujer de”, imagino que el hospital sólo me lo
pagará una vez. Y como el examen en cuestión cuesta nada menos que
200 euritos, no quiero desaprovechar mi oportunidad cuando se que no
voy a aprobarlo, prefiero esperar a tenerlo más seguro y entonces
presentarme, cuando tenga alguna posibilidad. Así que mientras que
los 6 restantes hacían el examen de 3,5 horitas, la menda se fue a
desayunar y a pasear por el centro de Dusseldorf. No salieron muy
contentos y todos muy cansados del estrés y los nervios. Así que
Pablo y yo decidimos quedarnos a pasar el día allí y pegarnos un
homenaje de Sushi siguiendo nuestra teoría de “un disgusto, un
gusto”. Esta foto da fe:
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