Pues aquí seguimos en Borneo, que cada vez que escribo un post siento que pasa otra etapa del viaje y me da mucha pena! Que noooooo, que no quiero que pase el tiempo tan ligero, que quiero que pase despacito!!! pero nada oye, que cuando estás tan agustito y tan feliz viviendo tantas cosas los días pasan que vuelan y nosotros seguimos avanzando en nuestro viaje. Aunque si os digo la verdad es un milagro que sigamos vivos. Yo ha habido un par de momentos en los que he creído morir de congelamiento. Señor, si hace 33 grados en el exterior y un 99% de humedad y la gente está sudando a chorros, no me pongáis los aires acondicionados de los coches, buses, tiendas, restaurantes y centros comerciales a -10 grados porque en una de estas sufro una muerte súbita al entrar en cualquier sitio. Pero por lo demás bien.
Hemos venido hasta Miri que es una ciudad sin el más mínimo interés en si misma. Es punto de partida para entrar en Brunei o para visitar algunas cuevas famosas que hay por los alrededores pero la ciudad no merece la pena en absoluto. Hemos venido por dos motivos, uno era el Festiva internacional de Jazz que se celebraba justamente estos días, y otro porque queríamos entrar en Brunei. El festival de Jazz estuvo bastante bien, se celebraba en los jardines de un hotelaco a pie de playa con un escenario magnífico y mogollón de puestecitos con comida 4 veces mas cara que en la calle. El día que nosotros fuimos tocaron grupos de Borneo, España, Canadá y Suecia. Y no es que tire la tierra, es que os juro que la banda de Lluis Coloma es un flipe, el tío es un virtuoso del piano y junto con la banda hacen un equipo perfecto. El público estaba entregadito y nosotros flipando que te mueres. Luego pudimos charlar con alguno de ellos un ratito. Os aseguro que sólo por ver su hora de actuación ha merecido la pena venir a Miri. Fantástico.
Los
demás días hemos hecho poca cosa: pasear, comer, comer, pasear,
dormir, darnos algún masaje, bañarnos en la piscina pública... por
cierto que entrar en la piscina costaba 25 céntimos de euro y era
muy grande y estaba muy limpia. Eso si, llena de hombres, casi
ninguna mujer y la que había se bañaba con camiseta, así que yo le
eché valor para quitarme la ropa y quedarme con mi bikini rojo. Claro que en cuanto vi a un malayo echar un gapo de dimensiones considerables dentro de la piscina me salí y no fui capaz de volver a meterme. Que ascazo por dios!!! Pero
os digo una cosa, que me tienen impresionada los malayos, que gente
más amable, más sonriente, te ayudan siempre que pueden. Varias
veces hemos preguntado cómo se va a algún sitio y directamente nos
han llevado en su coche. Y cuando hemos hecho autostop siempre nos
han parado y nos llevan con una sonrisa. Súper amables y sonrientes, a pesar de los gapos.
LA PISCINA DE MIRI
SEGÚN NOS CONTÓ UNA SEÑORA ESTE ES EL TEMPLO BUDISTA MÁS ANTIGUO DE MIRI AUNQUE REALMENTE NO ES BUDISTA, NOS EXPLICO ALGO SÚPER LARGO Y ME CUESTA ENTENDER LAS PARTICULARIDADES DE ESTA RELIGIÓN. ES COMO UN RESTAURANTE CHINO LLEVADO AL EXTREMO. ME ENCANTA!
UN MASAJE DE UNA HORA DE CUERPO ENTERO POR 7,5 EUROS. QUE MARAVILLA.
EN EL MERCADO DE VERDURAS DE MIRI. TAMBIÉN HABÍA OTRO DE PESCADO DONDE LOS PUEDES COMPRAR VIVOS Y COLEANDO, LITERALMENTE.
Por cierto que en Miri hemos dormido en el My homestay por 13 euros. El sitio está muy limpio e incluye wifi y desayuno (pan bimbo con mantequilla y cafe o te exclusivamente). Pero sólo una de las habitaciones dobles tiene ventana así que si no reservas esa especialmente te dan una habitación minúscula en la que solo cabe la cama, sin ventana y con olor a humedad.
Y después de todo eso hemos entrado en Brunei. La primera opción que pensamos era intentar llegar en autostop. Pero es complicado porque habría que irse a la carretera que va en aquella dirección que está un poco alejada. Luego decidimos ir en autobús, pero nos costaba 15 euros cada uno por trayecto, 60 en total. Y por 62 podíamos alquilar un coche dos días, así que decidimos ir en coche, tardaríamos menos en llegar porque no vamos parando como el bus, y allí en la capital de Brunei podríamos movernos sin problema y ahorrar en transporte público. Luego estaba el problema de dormir. Dormir en Brunei es muy caro. Bueno pensando en precios europeos no es caro, pero cuesta encontrar algo por menos de 40-50 euros, que es una pasada, y además super cutre. Así que la opción más factible era buscar un couchsurfing que nos alojara gratis en su casa. Escribimos mails a casi todos los que salen en la web y sólo nos respondió una tal Mai, así que transporte y alojamiento solucionado. Nos fuimos bien tempranito y sin un duro, ni en moneda malaya ni en la de Brunei, sin un mapa, sin navegador y sin saldo ni internet en el movil. Si, lo se, una locura, no debíamos haberlo hecho pero surgió así y así nos pusimos en ruta. Si surgía algún problema ya veríamos cómo solucionarlo. Con el mapa de la ciudad pudimos llegar hasta la frontera que está de Miri a algo más de media hora. Al cruzar la frontera el guardia nos pregunta de dónde somos y cuando le decimos que de España contesta muy feliz: Ahhhh España!! Enrique Iglesias, Bailando!!!! flipamos absolutamente. Pero más flipamos cuando nos pide los papeles del coche y en el coche no hay ni un solo papel. Ni un contrato de haberlo alquilado, ni los papeles del coche, nada de nada. Ni en la guantera, ni en el maletero, en el coche no hay ni un papel. Ni un teléfono de emergencias al que llamar si tienes un problema. Le decimos al tipo que no tenemos nada y nos dice que bueno que no importa, que escribamos la matrícula en el papel de la aduana y ya está. Uf menos mal porque yo me veía en un marrón. Nada más entrar en Brunei nos sorprendió ver un pozo petrolero detrás de otro, que hay más banderas de la Shell que de Brunei. Y casas para flipar y cochazos que te mueres. Madre mía! Pero qué pasa con éste país?
Desde la frontera hasta la capital hay como 2
horas de viaje por una carretera que atraviesa el país. Y mientras
que vas en esa dirección no pasa nada, porque pone Bandar Seri, el
nombre de la capital, pero una vez que llegas a las afueras deja de
poner el nombre y empieza a poner nombres de barrios y calles, madre
mía!!! no sabíamos por dónde tirar!!! cruces y puentes y más
cruces tirando para donde se nos ocurría. Tuvimos que parar a
preguntar pero tras casi 4 horas de viaje llegamos al centro de la
ciudad. Brunei es un sultanato con su sultán, sus 3 sultanas y todos
los sultanitos ricos como potricos gracias a la gran cantidad de
petróleo que hay en el subsuelo. Éste sultán es famoso por ser uno
de los hombres más ricos del mundo, con el palacio más grande y
caro habitado de todo el planeta (más de 1500 dormitorios), la
colección de Rolls Royce más grande del mundo, por tener un váter
de oro en el que plantar su real culo y por organizar bodas a sus 7
descendientes de esas de 45 millones de dólares. El mes pasado se
casó su segundo hijo en una boda en la que los trajes y la tela de
los tronos se tejieron con oro, y ella no llevaba ramo de flores
naturales, sino flores hechas con oro y diamantes. Todo lujo, lujo y
más lujo. Si tenéis un rato buscad en internet fotos de la boda y
flipad. Pues lo primero que hicimos nada más aparcar el coche un
poco alejado para no tener que pagar zona azul (si amigos, aquí
también existe la zona azul) fue ir al museo del sultán en el que
se exponen todos los regalos que le hicieron a éste en el 25
aniversario de su coronación y las carrozas en las que se paseó
tanto el día de su coronación como el día del 25 aniversario. Y os
juro que he alucinado hasta límites insospechados. Era como estar
viendo algo de la edad media pero en pleno siglo XXI. Una carroza
como la de los reyes magos pero toda de oro y con un palo delante
empujado por decenas de personas vestidas también como en la edad
media. No se, era como estar viendo los dibujos del palacio de
Topkapi en Estambul pero no recreando otros siglos sino en el mio!!!
el sultán en su carroza de oro empujada a mano por decenas de
personas. No podía cerrar mi boca os lo juro. Nunca he lamentado
tanto que no me dejaran hacer fotos. Os busco una en internet para
que os hagáis una idea de lo que he visto.
Y después de todo eso hemos entrado en Brunei. La primera opción que pensamos era intentar llegar en autostop. Pero es complicado porque habría que irse a la carretera que va en aquella dirección que está un poco alejada. Luego decidimos ir en autobús, pero nos costaba 15 euros cada uno por trayecto, 60 en total. Y por 62 podíamos alquilar un coche dos días, así que decidimos ir en coche, tardaríamos menos en llegar porque no vamos parando como el bus, y allí en la capital de Brunei podríamos movernos sin problema y ahorrar en transporte público. Luego estaba el problema de dormir. Dormir en Brunei es muy caro. Bueno pensando en precios europeos no es caro, pero cuesta encontrar algo por menos de 40-50 euros, que es una pasada, y además super cutre. Así que la opción más factible era buscar un couchsurfing que nos alojara gratis en su casa. Escribimos mails a casi todos los que salen en la web y sólo nos respondió una tal Mai, así que transporte y alojamiento solucionado. Nos fuimos bien tempranito y sin un duro, ni en moneda malaya ni en la de Brunei, sin un mapa, sin navegador y sin saldo ni internet en el movil. Si, lo se, una locura, no debíamos haberlo hecho pero surgió así y así nos pusimos en ruta. Si surgía algún problema ya veríamos cómo solucionarlo. Con el mapa de la ciudad pudimos llegar hasta la frontera que está de Miri a algo más de media hora. Al cruzar la frontera el guardia nos pregunta de dónde somos y cuando le decimos que de España contesta muy feliz: Ahhhh España!! Enrique Iglesias, Bailando!!!! flipamos absolutamente. Pero más flipamos cuando nos pide los papeles del coche y en el coche no hay ni un solo papel. Ni un contrato de haberlo alquilado, ni los papeles del coche, nada de nada. Ni en la guantera, ni en el maletero, en el coche no hay ni un papel. Ni un teléfono de emergencias al que llamar si tienes un problema. Le decimos al tipo que no tenemos nada y nos dice que bueno que no importa, que escribamos la matrícula en el papel de la aduana y ya está. Uf menos mal porque yo me veía en un marrón. Nada más entrar en Brunei nos sorprendió ver un pozo petrolero detrás de otro, que hay más banderas de la Shell que de Brunei. Y casas para flipar y cochazos que te mueres. Madre mía! Pero qué pasa con éste país?
MANSIONACAS UNA DETRAS DE OTRA
OJITO AL TRABAJAR EN LOS CAMPOS DE PETROLEO!!
El
palacio está muy cerca del centro, pero por supuesto ahí no puede
acercarse uno ni de lejos. Sólo puedes verlo si coges un barco y vas
por el río, allí entre la selva con sus cúpulas doradas. Así que
eso es lo que hicimos negociar con un barquito un paseo de una hora
por 15 euros y allí que nos fuimos. En el paseo puedes ver las casas
flotantes que son una pasada, la llaman la venecia de oriente porque
es una ciudad entera sobre pilotes, flotando sobre el río, con sus
colegios y todo. Aunque tengo que decir que el agua estaba bastante
sucia. Luego fuimos a ver la casa del sultán desde el agua y al
final, río arriba, nos llevó el barquero a un sitio en el que se
puede ver monos narigudos, con lo que nos costó verlos en Bako y
aquí fue llegar con la barca y ver un montón! Adultos y bebés,
hembras y machos, mogollón saltando de rama en rama y otros
quietecitos y tranquilos comiendo hojas. De nuevo flipamos con ellos,
son una pasada!
EL PALACIO DEL AMIGO SULTÁN
ALGUNAS DE LAS CASAS FLOTANTES
ACERCÁNDONOS A LOS MANGLARES PARA VER LOS MONOS
PABLO SE SUBIÓ A UN ARBOL Y SE CAMUFLÓ ENTRE SUS IGUALES...
UNA DE LAS MUCHAS MEZQUITAS DE LA CIUDAD, ÉSTA CERCA DE LA VILLA FLOTANTE
AUNQUE NO OS LO CREAIS, ÉSTA ERA UNA CASA DE LA VILLA FLOTANTE POR DENTRO!! ERA UNA ESPECIE DE BAR, PERO ESTO NO LO HE VISTO YO NI EN EL MISMÍSIMO NIUYÓ!
Al atardecer fuimos a ver la mezquita más bonita de la ciudad, cuyo nombre es impronunciable pero no importa porque el nombre os da igual. Realmente es preciosa pero hay que conformarse con verla por fuera porque está prohibido entrar si no eres musulmán. Yo hice un intento de entrar a ver si colaba pero el señor de la puerta me dijo que me saliera inmediatamente. Y claro, teniendo en cuenta que aquí existe la pena de muerte e incluso la lapidación, entre la lapidación y la obediencia elegí la obediencia. Que si algún día decido correr riegos en este país sea por una causa más noble y no por fotografiar una mezquita por dentro, por muy alucinante que fuera, que lo era. Parecía de las mil y una noches, y en cuanto anocheció y la iluminaron era aún mas alucinante. Preciosa realmente.
Se
hizo de noche y teníamos que ir a casa de nuestra couchsurfer.
Entramos en un supermercado para comprar algo para el desayuno
mientras sonaba de fondo el aserejé (volvemos a flipar) y nos fuimos
para su casa que parecía estar en el fin del mundo. Menos mal que
para llegar habíamos copiado algunas indicaciones el día antes,
porque si no no llegamos ni soñando. Cuando llegamos Mai era una
chica de 31 años muy divertida y sonriente que nos recibió con un
“Españoles? Enrique Iglesias, Bailando” y nosotros seguimos
flipando. Una malaya que trabaja en Bandar Seri y nos había
preparado una habitación en su casa con aire acondicionado y fruta,
ummmm que gozada. Nos dimos una ducha y bajamos a charlar con ella un
rato. Nos contó cosas sobre ella y la visión de la gente de Brunei
sobre el sultán. Ellos lo adoran! O al menos eso dicen porque no
está permitido hablar mal del sultán el público. Pero lo cierto
es que la sanidad es gratuita, incluso si tienes un problema gordo y
hay una mejor cura en el extranjero ellos lo pagan todo. Y la
educación incluida la universidad, que si sacas buenas notas te
pagan incluso que estudies en otro país. Además al cumplir 18 años
te dan una casa para que todo el mundo tenga una casa en propiedad, y
encima todos los desempleados tienen una ayuda de 375 euros
mensuales. No me extraña que tenga al pueblo comprado, aunque plante
sus truños en un váter dorado y apruebe la lapidación. Así que, a
pesar de que el sultán y sus 3 esposas y 7 hijos derrochen en cosas
que superan la imaginación de los simples mortales, el pueblo está
contento. No me olvido de mencionar la mano de oro macizo que tiene
junto al trono para que apoye su real cabeza en las ceremonias
largas. Al menos es lo que ella nos contó y lo que hemos leído en
internet que han oído otros viajeros. Y también hablamos de Enrique
Iglesias, que ella quería saberlo todo sobre él y entendió que
fuera tannnn guapísimo al saber que era hijo de una flilipina. Y con
tanta charla se hizo muy tarde y nos fuimos a dormir a las mil.
Cuando nos despertamos nos estaba esperando con un desayuno de
campeones sobre la mesa y un amigo escocés de unos 60 años para
desayunar juntos. Así que volvimos a tener un rato de charlita y de
nuevo rumbo a la carretera.
Nuestra
primera parada esta mañana ha sido The Empire. El hermano del
sultán, famoso por lo visto por sus derroches, se construyó un
palacio inmenso lleno de columnas de oro. Pero el palacio era
demasiado caro de mantener y decidieron convertirlo en un hotel de
esos súper caros y súper lujosos. Había que verlo por supuesto,
así que allí nos fuimos con nuestro cochecito. Entramos con la
intención de verlo, pero cuando vimos las piscinas os aseguro que la
tentación fue demasiado grande, y entre la lapidación y la
obediencia esta vez elegimos lapidación, o el riesgo a que esto
sucediera. Esta sí que era una causa noble por la que luchar. Así
que nos metimos en el baño, nos pusimos el bañador, nos echamos la
toalla al hombro y nos fuimos decididos para una de las muchas
piscinas paradisíacas. Y allí nos pasamos una hora bañándonos sin
que nadie nos dijera nada. No había nadie, estábamos solos. En
otras piscinas había alguna pareja de huéspedes pero muy poquitos.
Sorprendidos por nuestra suerte de que hubiera colado nos pasamos más
de una hora en la piscina, poniendo el cuello bajo las cascadas,
haciéndonos fotos y vídeos, nadando de aquí para allá. Cuando
estábamos más que achicharrados por el sol y arrugados como pasas
decidimos salirnos. Cogimos la toalla y nos dirigíamos al baño
cuando se nos acercó un trabajador. Me pueden decir su número de
habitación por favor? Y a mi se me vino a la cabeza la palabra
lapidación y aprovechando que estábamos en la puerta del baño me
metí dentro y dejé a Pablo fuera con el marrón. Si, lo se, soy
muyyy cobarde pero no pude evitarlo, yo me pongo muy nerviosa en esos
casos. Dentro del baño estaba atacadita y oí que Pablo me gritó
algo desde fuera que no entendí, con lo que me ataqué más y pensé
se lo llevan, se lo llevan fijo. Así que me cambié de ropa y
dudando si salir o no, abrí la puerta y lo vi ahí esperándome. Se
había hecho el tonto, le dijeron que para usar la piscina había que
pagar 20 euros por persona y él dijo que no lo sabía pero que ya no
merecía la pena porque ya nos íbamos. El chico, que había llamado
a la supervisora, le dijo que ya lo sabía y que para la próxima lo
tuviera en cuenta. No te preocupes pensé yo, que yo a Brunei no voy
a volver en muuucho tiempo por no decir nunca. No por nada, sino
porque está en un lugar demasiado remoto y es demasiado caro. Que yo
opino que si uno pasa por aquí vale, pero que venir expresamente no
merece la pena. Pero es mi humilde opinión.
El
resto del día hemos vuelto despacito, asomándonos a la playa,
viendo ciudades, mezquitas y urbanizaciones de casas de lujo. Hemos llegado a
Miri ya por la noche y subo este post antes de dormir porque por la
mañana volamos hacia la isla de Penang. Allí os contaré novedades
sobre nuestro viaje. Hasta la próxima!
Uf que exotico lo del sultan de Brunei. !!
ResponderEliminarPablito gracias por salvar a mi niña de la lapidación jajaja que tremenda eres!!
A mi me ha gustado mucho el post se os ve felices y muy guapos.
os quiero muuuuck
Ahora entiendo por qué el colega de Brunei que conocimos en Japón no daba un palo al agua, porque se lo pagaban todo! :D
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