Nos
vamos otra vez. Pero cómo que os vais? Que si, que nos vamos. Que
hace dos meses que volvimos y ya tenemos maletas a medio hacer en la
habitación. Y cómo es eso? Pues que nos liamos, que nos quema el
culo, que nada mas llegar, y aunque estemos muy agustito, ya estamos
dándole vueltas al coco sobre cómo seguir moviéndonos por el
mundo. Bueno mira, para ser sincera todo empezó un tiempo antes de
volver, cuando aún estábamos en Guinea.
Viendo cómo estaba el tema
de la cooperación, que nos largaban a todos de allí pronto y que
España está hecha una pena, comenzamos a plantearnos el futuro
inmediato. A estas alturas no tenemos mucha pasta ahorrada, así que
la opción seguía siendo buscar trabajo fuera, pero dónde? A mi lo
que más me apetecía era de cooperante. Pero el tema está muyyy
chungo. Han recortado un 70% el presupuesto de cooperación, mucha
gente está teniendo que volver y los pocos puestos que quedan se los
dan a gente con muuuucha experiencia que ahora se ha quedado en el
paro. Mi gozo en un pozo. Pablo prefería la opción Europa, más
tranquila después de 3 años dando bandazos por el mundo y que nos
permite ahorrar más rápido para volver a marcharnos otra larga
temporada de viaje. Por una vez dejé que ganara él, que de vez en
cuando hay que darle una de arena. Aunque ciertamente en este momento
es lo que más nos conviene para hacer pasta.
Con
esta idea en la cabeza pensamos en qué opciones teníamos en Europa,
o nos apetecían. Y ahí nos encontramos con el límite del idioma.
Necesitábamos un país de habla inglesa u otro en el que te pagaran
un curso de idiomas antes de empezar a trabajar. Nos apetecía mucho
Holanda pero allí piden holandés y no ofrecen un curso de idioma.
Así nuestras posibilidades se reducían a Inglaterra, donde ya
contábamos con el inglés y sólo había que registrarse en el
colegio de médicos y buscar un trabajo, que no es complicado, y los
países Nórdicos o Alemania, donde te pagan el curso de idiomas.
Buscamos por internet y encontramos agencias de empleo para médicos
que se dedican a buscar trabajo para ellos en estos países. En los
países nórdicos en ese momento se encontraban reclutando
especialistas, nos dijeron que el proceso para médicos de familia se
abriría más tarde, pero que no se sabía cuando. En Alemania
contactamos con una agencia que en ese momento buscaban médicos de
familia para un hospital y les dijimos que estábamos interesados.
Después de un tira y afloja con el tío quedamos en que cuando
volviéramos a España nos organizaría un viaje al hospital para
hacer una entrevista con el director. Sinceramente el intermediario
este nos pareció un ruina. No nos daba ninguna buena impresión,
todo nos lo pintaba de color de rosa pero no respondía a preguntas
directas, nos daba largas cuando le pedíamos una entrevista por
skype... en fin que aceptamos viajar a Alemania porque nos lo pagaban
todo y no perdíamos nada, así que una semana después de aterrizar
volvimos a coger un vuelo rumbo a Dusseldorf.
Allí
nos habían reservado un hotel y a la mañana siguiente este tipo nos
recogió y nos llevó al hospital para la entrevista. El hospital es
privado, gigante y con muyyyy buena pinta, en un pueblo llamado
Lüdenscheid, a una hora de Dusseldorf. El director era un antiguo
alto cargo militar que hablaba un inglés regulón, pero que
entrevistó a Pablo durante un par de horas en presencia de Claus, el
intermediario impresentable, la jefa de Recursos Humanos del
hospital, y mi propia persona. El hombre era extremadamente serio y
profesional, nos dio muy buena impresión, y dejó claros todos los
términos del contrato, además de responder a todas nuestra
preguntas. La verdad es que se trata de una oportunidad muy buena que
os cuento: en principio, durante los 6 primeros meses, viviríamos en
un piso cedido por el hospital para nosotros dos solos, nos darían
800 euros para los gastos de comida de ambos y un curso de alemán
para los dos de 8 horas diarias. Un proceso bastante duro creo yo,
pero una oportunidad de oro para recibir un curso de idiomas y que
encima te paguen. Una vez que Pablo haya aprobado el exámen B2 de
alemán (tiene un máximo de 6 meses, pero se lo puede sacar antes si
es más rápido) comienza a trabajar en el hospital, nos alquilamos
ya un piso propio, y tiene 6 meses de contrato de prueba y luego
indefinido con un buen sueldo y 6 semanas de vacaciones al año. Esas
son las condiciones del hospital.