Aquí
estamos otra vez, el día del Gordo de Navidad. Y aunque aquí en
Guinea no hay ni el más mínimo espíritu Navideño, queríamos
felicitaros. Aquí han colgado algunas luces en el paseo y en algunas
calles. Y el Supermercado Martínez, que se ha instalado una especie
de Cortilandia a lo bestia lleno de figuritas y de luces, le ha
plantado a todos los empleados un gorro de papa Noel y tiene los
villancicos a todo meter. Y vende todo tipo de turrones, cosa que nos
viene muy bien para coger los kilos de rigor de estas fechas. Que el
otro día nos fuimos al súper y decidimos coger lo que cada uno
quisiera sin miramientos y sin poder recriminarnos unos a otros. Así
que cada uno cogió lo que se le antojó. Y así estoy, comiéndome
un ferrero roche al día.
Claro que el problema es que aquí no puedo
tapar los michelines con el abrigo, y esa es una gran desventaja. Lo
que peor llevo es el chino de la esquina de mi casa, que vende
árboles de navidad y los ha colocado por toda la acera. Pero son lo
peor de lo peor, espeluchados y llenos de espumillón. Casi se te
quitan las ganas de que sea Navidad viendo esos árboles.
El
caso es que el otro día me pillé pensando: en Europa es Navidad
ahora... en Europa? Curioso pensamiento verdad? Y es que hay que
acordarse de que medio mundo se muere de hambre! Y mientras nosotros
compramos y compramos hay quien no tiene ni para pan. Pues
definitivamente va a ser que si, que la Navidad, visto en lo que se
ha convertido, es un privilegio de unos pocos. Y está bien que la
celebremos, pero que no se nos olvide esto tampoco ni nos dejemos
llevar por los anuncios de colonia que nos incitan a oler como
Antonio Banderas. Bueno, tampoco pretendía amargaros, es sólo una
reflexión personal.
Yo,
por mi parte, no consigo asociar el bañador con los Reyes Magos, me
cuesta bastante. Así que hemos cambiado el chip, Navidad a la
guineana, que es como decir: hacemos como que no es Navidad, Noche
Buena y Noche Vieja nos pegamos un capricho y cenamos de lujo, si hay
suerte y podemos coger la uno porque haya internet, nos tomaremos las
uvas, y punto final a la Navidad. Porque además ya se ha ido todo el
mundo, toooodos los Españoles han vuelto a casa como el turrón
salvo Mercé, Pablo y yo, bueno, y la jefa, mira tu qué mala suerte
también... cenaremos los tres juntos los dos días, y el día de
Reyes, que ya habrán vuelto algunos, haremos un amigo invisible.
Pero ya os contaremos después de las fiestas. De momento sólo
queríamos desearos un Feliz 2012, que venga cargado de lo que más
deseeis. Muchos besos desde guinea Ecuatorial.