Aquí estoy otra vez contando y recontando los días que faltan para que por fin despeguemos. Pero mientras la vida sigue, y los preparativos del viaje también. Desde hace apenas unos días esta pareja ha dejado de serlo, porque a partir de ahora ya no somos dos sino 4 los que formamos el grupo viajero. Por fin han llegado a nuestras vidas la señora máquina fotográfica y el señor miniportatil. Seguro que juntos vamos a pasarlo muy pero que muy bien. Pablo ha hecho mas migas que yo con ellos, la verdad. Digo porque dedica horas y horas a conocerlos en profundidad. Se puede decir que en los últimos días les ha echado a ellos mas horas de cuenta que a mi. Realmente el tópico de que a los hombres les vuelve loco un aparatito electrónico con Pablo se convierte en mandamiento. Come mirando fijamente a los ojos a la señora cámara, que yo he llegado incluso a sentir celos, e incluso intenta hacerme fotos mientras que yo me cabreo porque me fotografíe masticando.
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