Otro viajito por Holanda: Roterdam, Amsterdam y Utrech y visita a Hamburgo

Os acordáis de un grupo ochentero que se llamaba objetivo Birmania? Si si, esas tres chicas que cantaban “los amigos de mis amigas son mis amigos”. Yo cuando era chica hasta hice un baile con esa canción en una verbena de mi barrio. Y me ha venido a la cabeza porque en este momento nos encontramos con nuestras ilusiones puestas en Birmania, o lo que es lo mismo, la actual Myanmar. Osea que nuestro objetivo en este momento es Birmania. Y es que aprovechando los 23 días que Pablo tiene de vacaciones en Octubre nos hemos comprado unos billetitos de avión para irnos a este país del sudeste asiático tan desconocido en general. Y desde que hice click en el botón de la web y la compra de los billetes ya era algo irreversible, tengo como los pelos de punta, como que me recorre una felicidad tal todo el cuerpo cada vez que lo pienso que hasta me parece más bonito Hagen, ese maravilloso pueblo alemán en el que seguimos viviendo. Ah es verdad, que en el último post nos quedábamos en que igual nos íbamos!!! PUES NO!!! seguimos aquí para bien o para mal.

Y es que cuando Pablo le dijo al director que se iba porque no quería hacer guardias le ofreció quedarse trabajando en el departamento de Pediatría, cosa que a él le encanta. Y dijo que si. Así que por el momento, y hasta que cumplamos el objetivo por el que vinimos, aquí seguimos.
El caso es que hoy estoy eufórica porque ya hemos conseguido los visados. En España no hay embajada de Myanmar así que hay que mandar los pasaportes a Berlin junto a un formulario y 25 euros, y te los devuelven por correo con un visado que te permite entrar por un máximo de 28 días. Ya os iremos contando toda la logística de un viaje por un país que sufre la opresión de una dictadura militar y donde el turismo está apenas comenzando a aterrizar, no está permitido salirse de las rutas predefinidas por el gobierno y casi no existen los cajeros automáticos ni internet. Pero esa aventura comenzará en octubre y os la contaremos paso a paso. De momento, felices con nuestros billetes y nuestros visados.
PRUEBA FEHACIENTE DE LA EXISTENCIA DE NUESTROS VISADOS
Pero mientras, la vida sigue por aquí. Y aunque nos quema el culo de estar parados tanto tiempo, y cada vez tenemos más claro que no nos apetece vivir en Europa y que queremos encontrar un sitio para establecernos donde podamos ir todo el año en chanclas, estamos contentos porque aquí estamos cumpliendo con nuestro objetivo: quitarnos la hipoteca lo más rápido posible para poder volver a irnos. Pero ya libres como el viento. Así que en esas estamos, con Pablito haciendo más guardias que un tonto y yo sola en casa como una buena y hacendosa esposa que espera amorosa al cónyuge. Y es que de momento soy ama de casa y estudiante de biblioteca. Por suerte ya he conseguido el número de autónomo para empezar a dar clases particulares, y en septiembre empiezo en la academia las clases de alemán e inglés. Verás tu hacerme yo la picha un lío con tanto idioma. Que ahora con el alemán más que aprender alemán estoy desaprendiendo el inglés, así que ya no hablo ni uno ni otro, vaya mierda más grande. Pero estaré más entretenida y podré pensar en algo más que en volver a irnos... si es que no puede ser. Y no os creáis que conseguir el número de autónomo no me ha costado sangre, sudor y lágrimas, que menudas lloreras que me he echado las veces que he ido a Hacienda para preguntarlo todo y o bien el tío ni me ha querido mirar para explicarme nada diciéndome que me buscara un asesor privado, o cuando yo hago mi pregunta en alemán, esa que me he preparado perfectamente y que digo muy bien y muy despacito, el otro me responde una parrafada eterna de la que cojo tres o cuatro palabras. Pues a llorar se ha dicho, que a mi las impotencias me ponen mala y sentirme como una tonta aún mas. Pero hace unos días he recibido la carta con mi numerito, así que prueba superada.
Y agosto me estaba desesperando. No se por qué, porque hemos tenido vacaciones y ha hecho un tiempo fantástico, yo creo que es que ya me desespera todo. Pero es que todos nuestros amigos se han ido a España y Pablo está en urgencias 12 horas al día, así que me muero de ganas de que empiece septiembre, comenzar con las clases, que empiece él en pediatría con un horario normal, y que vuelvan todos de vacaciones, que se fastidien, pero las quedadas amiguiles aquí son lo que te dan la vida, así que volviendo ya.
No me quejaré no, porque el verano ha sido movidito movidito, porque eso si, no paramos. Tuvimos la visita de Arancha que pasó una semana de las chungas de trabajo de Pablo aquí conmigo y me hizo muyyy feliz.
NOS DEJAMOS UN DÍA LAS LLAVES DENTRO Y HUBO QUE ESPERAR A LAS 10 DE LA NOCHE A QUE VOLVIERA PABLO, SOMOS DOS PAVAS
JUGAMOS AL BRANDI DOG Y A LAS CARTAS, POR SUPUESTO

Un año después... y para celebrarlo nos vamos a Amsterdam!

Hoy estoy con el ánimo alterado. Y la causa de esta alteración de ánimo no es nada inteligente o profundo, es simplemente que me encuentro en el primer día de regla. Y mientras que debería andar por ahí dando saltitos y sintiéndome feliz de ser mujer, yo soy mucho más mundana y me encuentro con la moral por los suelos y comiendo chocolate a todas horas. Pero no hay que preocuparse, esto es algo normal en mi, ya lo conozco, viene pasándome una vez al mes desde hace casi 25 años. Pero es que en estos días me posee el alien que hay dentro de mi. Y si ya de por mí yo soy una montaña rusa de emociones, ya que según Pablo, y tiene toda la razón del mundo, yo puedo estar un día eufórica, que digo un día, una hora o, si me apuras, un minuto eufórica, y al siguiente apática en el sofá, imaginaos con el cuerpo llenito de hormonas revolucionadas.

36 Cumpleaños Feliz y Semana Santa en Holanda: Volendam, Marken, Amsterdam, Leiden, Gouda y Delft

Hoy es 8 de abril, día de mi 36 cumpleaños. Y aquí solita en mi casa, con pablo trabajando y mi cuerpo llenito de inspiración, he decidido dejarla salir en forma de post. La verdad es que ya teníamos ganas de volver por aquí, y últimamente hemos recibido muchos comentarios y algunos emails preguntándonos cómo nos va y pidiéndonos que escribiéramos una nueva entrada para poneros al día. Y aquí estoy, el día de mi 36 cumpleaños. Con el solito, que por fin ha vuelto, entrando por la ventana en nuestro nuevo piso. Y es que en estos tres meses han pasado muchas cosas, porque cuando uno está fuera no paran de pasarle cosas. Y eso me hace feliz.

Pablo está completamente integrado en su trabajo. Ha avanzado mucho con el alemán, ya lo entiende casi todo y cada vez lo habla mejor, aunque aún tiene mucho que aprender. Y ya está haciendo guardias, a lo que yo, histérica de nacimiento, me he acostumbrado mejor de lo que pensaba. Porque si en Sevilla me muero de miedo y cada vez que hace guardia tengo que meterme en mi cuerpo serrano un tranxilium para poder dormir, aquí duermo como una bendita sin pastillas ni nada. Así que estoy como loca. No porque haga guardias, claro está, que ojalá no las hiciera aunque cobrara menos, sino por haber superado ese miedo patológico que me pone fuera de mi, cosa que tampoco es difícil.
Yo, por mi parte, seguí dos meses más con el curso de Alemán, hasta finales de febrero. Pero cuando se acabó no me apunté al siguiente nivel porque tuve que organizarlo todo para la mudanza. Siiiii decidimos mudarnos y sin pensarlo mas así lo hicimos. Porque tengo que decir que nosotros somos de asfalto, urbanitas, vamos que yo me muero por una calle peatonal más que por campo abierto, sobre todo para vivir. Y eso de un pueblo pequeñito como Lüdenscheid nos estaba quemando la sangre. Eso de que fuera sólo una calle, con todo cerrado a las 6, y ni un alma por ningún lado... que no que no, que había que buscar otro sitio donde vivir que no cogiera muy lejos para que Pablo pudiera ir a diario a trabajar. Y a 25 min de allí se encuentra Hagen, una ciudad ya mucho más grande, con otro ambiente, y una comunidad de españoles grandecita. Así que sin pensarlo dos veces nos buscamos un pisito allí, y donde? Pues claro, cómo no en la calle peatonal. Para mi son todo ventajas, la única desventaja era la mudanza, que el único horario de apertura al tráfico es de 7 a 10 y a esa hora teníamos que venir todos los días a traer cosas. Yo pasaba el día recogiendo, desmontando muebles y empaquetando y cuando venía Pablo de trabajar llenábamos el coche hasta arriba y lo traíamos aquí y venga viajitos a un tercero sin ascensor. Ha sido una paliza, os juro que estábamos los dos muertecitos. Y así hasta el día de la mudanza final, para lo cual necesitamos un camión alquilado y la ayuda de 5 inestimables amigos que tengo que decir que me dejaron impresionada: subieron entre dos la lavadora a un tercero sin hacer ninguna paraita... flipo. Y en cuestión de un par de horas estaba todo lo gordo arriba. Ufffff madre mía!! y a mi que me había quitado el sueño la mudanza. Cuando lo vimos todo arriba pablo y yo no nos lo podíamos creer. Ya estaba todo allí sólo faltaba montar muebles y organizarlo todo. Y este es el resultado, os pongo algunas fotillos:
 
MOMENTO LAVADORA SALIENDO DEL PISO ANTIGUO

Navidad en familia en Alemania y Francia

Escribo este post en uno de esos días de ¿qué hago yo aquí? Y esa sensación de angustia que hoy sentimos los dos es debido a múltiples motivos que paso a explicaros.
Para eso tengo que remontarme al día 23 de diciembre, día en que llegaron para visitarnos mi madre y mi hermana pequeña Paloma.
AQUÍ ESTÁN LAS DOS, A QUE SON GUAPAS?

Feliz Navidad 2012-2013

Día 23 de Diciembre y el mundo no se acabado. Yo estaba a la expectativa porque con los alemanes nunca se sabe. Pero no, al final no pasó nada el 21, ni el 22... bueno, el 22 sí, que fue la Loteria de Navidad y cayó un quinto premio en mi pueblo, y eso siempre es motivo para alegrarse. Este año estamos viviendo una Navidad muy diferente a la del año pasado. Parecida en cuanto a que estamos lejos de casa. Pero diferente porque el año pasado estábamos en África, rodeados de palmeras, y este estamos rodeados de nieve en el centro de Europa. Vaya cambio no? Y aunque en Guinea pasamos algunas penas, no os creáis que no echamos de menos estar allí con nuestros compañeros. Pero este año ha tocado la Navidad más opuesta, vivirla desde el “otro mundo”. Y está bien para comparar, dos Navidades seguidas, una en lo que se considera el mal llamado “Tercer mundo” y otra en el puritito centro del capitalismo. Y las diferencias son tantas... me ha servido para reflexionar.

Pero no nos pongamos profundos, que sólo quería escribir este post para desearos Feliz Navidad a todos!! porque hay algunos que nos seguís desde hace ya mas de 4 años, y otros que se han ido incorporando por el camino. Y a todos tenemos que estaros agradecidos. Porque cada vez que escribimos un post recibimos algún mail diciendo: ya estaba yo extrañada, la próxima vez no tardéis tanto en escribir. O dando algún consejo, unas palabras de ánimo. Para todos va dedicado este post, y a todos os deseamos que el 2013 sea muyyy feliz.

Por aquí va todo bien aunque es un tiempo de despedidas. Despedidas porque todos nuestros amigos que conocemos aquí, se han marchado a sus países de origen a pasar la Navidad. Así que ha habido muchas despedidas. El curso de alemán se ha terminado, ya nos despedimos todos el último día, ya todos se marchaban. Y nos dio mucha pena, porque han sido dos meses muyy divertidos, conociendo mucha gente nueva, sintiéndonos de nuevo como en el cole.
AQUÍ TENEMOS UNA FOTO DEL “RECREO” DEL ÚLTIMO DÍA, CON NUESTROS AMIGOS MALLORIQUINES, UN TURCO Y UNA RUMANA

Oh blanca Alemania

Hola a todos!

Uff, que de tiempo sin escribir, sobre todo yo (Pablo), no tenemos perdón de Dios. Pero es que esto de estudiar Alemán parece que no, que en un pispas tiene uno esto aprendio juntando muchas palabras y acabando los verbos en “-en”, pero no señores, no, esto lleva su tiempo.
Y es que el idioma Alemán tiene guasa de verdad. Yo lo primero que descubrí cuando llegamos aquí, a los 2 o 3 días, es que Yoda era Alemán. Si, si, el mismísimo Yoda, el maestro Jedi, ahí donde lo veíais, bajito, calvo y jorobadito, tiene más que ver con los alemanes que simplemente por el aspecto físico (jejeje).

4 días en Berlin

Uyyyyy casi casi no? Pues así es el alemán, que te ponen el no al final y hasta el último momento no sabe uno si si o si no. Pero en este caso es que no, que no ha aprobado vamos, ha estado a puntito pero al final ha sido que no. El examen fue en Düsseldorf, en el Goethe Institute. Se presentaron los 5 médicos y la mujer del letón, que los letones vinieron sabiendo bastante alemán así que tenían un nivel muy alto. Yo no me presenté por varios motivos. El primero es que aún no estoy preparada, no tengo un nivel B2 de ninguna manera, y el segundo es que a mi creo que sólo me van a pagar un examen. La verdad es que no me lo han dicho directamente pero claro, no van a estar pagándome examen tras examen hasta que apruebe. Como yo no soy médico sino “mujer de”, imagino que el hospital sólo me lo pagará una vez. Y como el examen en cuestión cuesta nada menos que 200 euritos, no quiero desaprovechar mi oportunidad cuando se que no voy a aprobarlo, prefiero esperar a tenerlo más seguro y entonces presentarme, cuando tenga alguna posibilidad. Así que mientras que los 6 restantes hacían el examen de 3,5 horitas, la menda se fue a desayunar y a pasear por el centro de Dusseldorf. No salieron muy contentos y todos muy cansados del estrés y los nervios. Así que Pablo y yo decidimos quedarnos a pasar el día allí y pegarnos un homenaje de Sushi siguiendo nuestra teoría de “un disgusto, un gusto”. Esta foto da fe:

Pasito a paso...

Aquí seguimos, si si, no nos hemos olvidado de blog, lo que pasa es que estamos tan metidos en el estudio que no tenemos tiempo para nada. Seguimos estudiando las mismas horas al día, es decir, muchas. Y yo lo que no veo es que cundan, que con tanto estudio ya tenía que estar yo más sueltecita. Pero el otro día fui a preguntar los precios de las lavadoras en una tienda y el empleado tuvo que pensar que yo era robocop o algo así. De todas formas vamos haciendo exámenes y ya tenemos aprobado hasta el B1, que no es mucho pero que es algo, al menos anima a pensar que poco a poco uno consigue algo. Lo que pasa es que yo lo tengo raspado y Pablo con casi la máxima nota. Tampoco es que el nivel B1 sea una cosa para tirar cohetes, pero ahí estamos. A finales de octubre se examina Pablo del B2. La verdad es que yo lo veo chungo porque es muy difícil. Nuestro amigo Miguel, el sevillano, se presentó una vez y suspendió, y eso que habla Alemán que te quedas flipado, pero es que el nivel es muy alto. Así que yo lo veo chungo, yo creo que la mitad de la clase no va a aprobar pero bueno, siempre queda la posibilidad de un soborno al tribunal, que nunca se sabe. Yo si hay que poner algún billetito por ahí lo pongo eh? Que por méritos propios de momento no va a ser posible. Pero no tengo prisa, creo que aunque Pablo apruebe yo puedo seguir asistiendo a las clases de los médicos, así que seguiré dando caña.

De momento lo mejor que nos ha podido pasar aquí es que nos hayamos encontrado con Miguel, Teresa y Miguelito, el bebe de 1 añito. La verdad es que nos da la vida tenerlos por aquí y quedar los fines de semana para poner el mundo del revés. Y nos reímos tanto tanto que acabo con dolor de barriga y mandíbula, en serio, es genial que nos riamos tanto. Pero es que Pablo y Miguel se ponen a decir burradas y no paran. La pena es que son enemigos íntimos de los medios internautas, así que no tienen facebook y nos han prohibido totalmente que les saquemos en el blog. Pero hemos estado en su casa un par de domingos, uno para ayudarlos a pintar la casa y otra para hacer una barbacoa, que no todo va a ser trabajar... y este finde que hemos ido por el centro de Lüdenscheid a dar un paseito y a comer. En fin que son nuestra vida social y estamos encantadísimos.
Por otro lado tengo que hablar de los panes alemanes. Madre mía los panes que hay por aquí... y que conste que yo vengo de un pueblo famoso por el pan al que llaman Alcalá de los Panaderos, así que mi listón está bastante alto. Pero tengo que reconocer que los panes de aquí están para morirse. Eso si, no encuentro ni bollos (de los andaluces, no de los del norte que llamais bollos a los pasteles), ni picaitos, ni roscos. Pero probando los cientos de tipos de panes que hay por aquí voy encontrando los que más me gustan. De momento para desayunar en clase nos llevamos uno que tiene por dentro pipas de calabaza, por debajo pegada una capa de pipas de girasol y por arriba semilla de amapola y sésamo. Y para almorzar depende de lo que le apetezca a Pablo: pan de patata, pan negro, con pipas de esto o semillas de lo otro. En fin un gustazo. Pero el gustazo mayor del reino es la máquina cortadora de panes del Lidl, eso sí que me gusta. Tu coges el pan de un expositor gigante lleno de cestos con panes. Como algunos panes son gigantes pues lo metes en el cortador y te lo corta a rodajitas. Es una cagada pero siempre nos peleamos por colocar el pan y darle al botón jejeje. El caso es que estoy rellena de pipas, que se que está feo que lo diga pero que el otro día... bueno mejor no lo digo que luego me dice mi madre que soy muy escatológica y doy muchos detalles.
También hemos organizado en la clase un encuentro culinario multicultural. Que aunque suene muy rimbombante se trata de quedar un día para cenar todos en casa de uno y que cada uno lleve algo típico de su país para comer. Nosotros, claro está, llevamos el gran tortillón de papas. Muy típico pero preguntamos y nadie lo conocía. El griego una ensalada griega, los letones una ensalada de pescado y col roja que fue la delicia más deliciosa, los búlgaros llevaron musaka, la peruana llevó papas a la Huancaina y las profes alemanas llevaron... salchichas de paquete directamente en el plato, vamos que ni puestas al microondas, que eso no lo he hecho yo ni en la época adolescente vamos, vaya fatiga. Ese era el menú y nos pusimos púos. También hubo dos tartas, una de nutella y crema de vainilla y otra de fresas. Deliciosas las dos. Fuimos todos, con mujeres y niños incluidos. Y las cosas que pasan cuando se une gente de tantas culturas diferentes. Que le pregunto a la búlgara si quiere cocacola y me dice que si con la cabeza, me voy para la botella y me grita diciendo que si, empiezo a echarla y me sigue gritando diciendo que si... que yo pensaba que a la mujer le estaba dando un ataquito o algo porque no era normal, hasta que llego a la conclusión de que en Bulgaria que no se dice que si y al revés, que la mujer movía la cabeza de arriba abajo y quería decir que no. Y como cada uno habla un idioma y tampoco nos entendemos porque algunos no hablan inglés y alemán de momento cortito... pues ahí que estaba yo echándole la cocacola y preguntándome qué le pasaba a la mujer que me estaba gritando. Al final no reímos un montón.

Una vueltita por Bélgica (Bruselas, Gante y Brujas), Nuremberg y Wurzburg

O lo que viene siendo mi alemán no es muy bueno. Se supone que un mes después de escribir el post anterior debería abrir este contando lo feliz que estoy de hablar mucho más alemán. Porque un mes de clases diarias debe dar para mucho. Pero lo cierto es que no. Yo no se si yo soy muy torpe para los idiomas, que lo soy, si el alemán es muy difícil, que lo es, o una mezcla de todo. Pero el caso es que tras dos meses de clases veo que avanzo en la lectura porque cada día puedo leer más cosas, pero que no avanzo en lo demás. Y es que yo para hablar soy muy mala. Que como buena andaluza hablo rápido y me como la mitad de las letras. Pero claro, eso cuando una tiene que pronunciar 3 consonantes seguidas y terminar una palabra con -chts es realmente complicado. Y para colmo soy durilla de oído y sigo sin diferenciar palabras cuando la gente habla, escucho una especie de sonido extraño continuo. Y hombre, yo me preparo mi frase, voy a la panadería y lo pido todo pero claro, la panadera me pregunta, o creo yo que me pregunta: que tipo de pan? Y con pipas de calabaza o semilla de amapola? Entero o medio? … y claro, ahí viene el problema porque de lo que me pregunta la señora no entiendo nada y entonces quedo fatal porque parecía que hablaba alemán y todo, pero termina sabiéndose que me se sólo esa frase. Y entonces la miro con cara de tonta y le digo la frase mas repetida por el momento: lo siento, mi alemán no es muy bueno. Y acabamos entendiéndonos por señas. Porque eso sí, aquí inglés no sabe nadie, al menos en el tiempo que llevamos aquí sólo un 20% de la gente con la que hemos hablado sabe inglés, pero en general la gente no sabe.

Por cierto que aprovecho para decir que el mito alemán se me está cayendo a velocidad de vértigo. Con esto no quiero generalizar ni que nadie se sienta ofendido, pero la idea que tenemos todos de Alemania no se ajusta al 100% a la realidad. En primer lugar lo de la puntualidad alemana. Lo siento pero hemos quedado con varias personas para visitar pisos de alquiler y en muchos casos han llegado tarde. Y hasta 20 minutos tarde vamos, y ni se han disculpado. Vamos, que ya se que no todo el mundo es así, porsupuestísimo, pero que tampoco pensemos que todo el mundo es de la misma manera. Tampoco respetan las reglas tanto como pensamos, que aquí mucha gente cruza el semáforo cuando está en rojo y ven que no viene nadie. Y además he visto a gente tirar papeles al suelo e incluso por la ventanilla del coche. Que si, que ya se que en España se ven esas cosas pero se suponía que los alemanes no las hacían no? Que el otro día vamos en el coche con la de la empresa de aquí intermediaria y se iba comiendo un melocotón. Y cuando se lo acaba le da a Pablo el hueso y le dice: puedes tirarlo por la ventana? Y pablo indignadísimo le dice: que???? por la ventana del coche? Estás loca? Y dice ella: pues si eso es orgánico... Claro, orgánico, pero si todo el mundo echara lo orgánico por la ventana estarían las calles llenas de cáscaras de plátanos, de pipas, de huesos de melocotón.... vamos yo es que flipo. Y además la crisis llega también aquí, aunque nos intenten vender la moto de que no. Según nuestro profesor las cosas están cambiando mucho. Su mujer, por ejemplo, está desempleada y hay muchos contratos basura. El otro día vi un cartel en una panadería que se buscaba empleado para 4 horas diarias por 400 euros al mes. Y por las calles se ve mucha gente pidiendo e indigentes durmiendo en cualquier parte. Vamos, no es que quiera hablar mal de Alemania ni mucho menos, además llevo aquí sólo dos meses que no es nada. Y a mi me encanta Alemania, es un país precioso, de gente muy amable, me encanta estar aquí. Pero una ve y reflexiona y quería compartirlo, que uno imagina cosas o le venden una imagen y luego ve que no es para tanto.
Eso si, la gente mayor se ve que es de otra época. Por ejemplo nuestro profesor, de algo más de 60 creo yo. El hombre es meticuloso hasta límites insospechados. Ordena una y mil veces sus papeles sobre la mesa y si te da un papel te pide que no lo arrugues ni pintes y que luego lo pongas exactamente en el mismo lugar. Los rotuladores tienen que estar en el lapicero boca abajo, para que la tinta esté siempre a punto. Y que no se te ocurra ponerlo boca arriba que al hombre le da un disgusto... Y siempre que le preguntamos por alguna frase que hemos oído en la calle (yo estas cosas no las pregunto claro, porque yo en la calle no oigo frases sino sonidos inteligibles) dice que eso lo dice la gente joven que no sabe nada, pero que correctamente se dice de esa otra forma porque la palabra tal que viene del latín... bla bla bla bla... vamos que el hombre es de la vieja escuela pero a mi me encanta porque es casi tan maniático como yo, que ya es algo. Y no se queja, porque eso si lo tienen los alemanes, que aunque a los alumnos les suene mil veces el movil en clase el pone mala cara pero jamás dirá que por favor lo silenciemos. Igual que si vas en el coche, nunca nadie te pitará, esperan pacientemente a que te quites, en eso son muyyy educados.

Bueno que me voy por las ramas. El caso es que a Pablo si que se le está dando muy bien el Alemán. Lo han felicitado porque ha avanzado mucho, entiende muchas cosas e intenta decirlo todo. Evidentemente es pronto, tiene poco vocabulario y le falta mucho camino por recorrer, pero creo que va muy bien. El otro día nos dieron un texto con huecos y había que rellenarlos oyendo el texto en un CD. Yo, claro está, no es que no pusiera ni una palabra, es que no era capaz ni de saber por dónde iba el tío leyendo. Pero Pablo puso muchas y algunas de ellas estaban bien. Que aún no es suficiente para aprobar el examen del B2 pero que está bastante bien. Yo con leer muchas cositas ya me conformo de momento. Que no todo el mundo tiene el mismo ritmo y el mío con los idiomas es más lento, así que iré poco a poco.

Luego tenemos los problemas de cualquier inmigrante y es que claro, ven las noticias por la tele, que tu país está hecho una mierda y piensan que vienes aquí desesperado y que aceptarás cualquier cosa. Y que no es que nos quejemos, que venimos con todo buscado y pagado, nos están dando el curso, un piso y Pablo tendrá un contrato que te cagas. Pero a la hora de negociar algunas cosas con la empresa intermediaria entre el hospital y nosotros, vemos que nos tratan como pobrecitos inmigrantes y que aquí tenemos que flipar porque nos dan trabajo. Y verás, que si, que muy bien, pero nosotros intentamos venderle la moto de que aquello no está tan mal (aunque eso es difícil de defender, la verdad) y que no estamos dispuestos a admitir cualquier cosa. En fin, es difícil de explicar porque es un sentimiento, cosas que tu percibes. Pero los 6 médicos con sus familias que estamos aquí dando el curso tenemos la misma sensación. Aunque bien es verdad que también pienso que no es lo mismo ser inmigrante de España que de Rumanía o Bulgaria por poner un ejemplo. Es como que te miran un poco mejor. Ya se que es terrible, pero es la sensación que nos da compartiendo experiencias con el resto de los médicos inmigrantes. Por poneros un ejemplo: el primer día que pablo llegó al hospital se lo enseñaron y le miraban todo el rato y le preguntaban: que? Que te parece? Es magnífico no???? Pero Pablo dice (yo no he estado en el hospital por dentro) que es un hospital como cualquiera de España. Evidentemente hay cosas mejores y otras peores. Por ejemplo, parece que en los quirófanos la tecnología es un flipe. Pero luego en el resto no hay tanta diferencia: en las habitaciones hay hasta 4 camas, no hay cortinitas separando a los enfermos... vamos que no es tan diferente de un hospital español, que tampoco es que vayamos a flipar de la muerte al entrar allí como si viniéramos de Guinea Ecuatorial.
Por cierto que aquí sólo hay hospitales públicos, no los hay privados. Pero en el hospital público hay habitaciones públicas y privadas (individuales para ti solo). Así si contratas un seguro privado irás al mismo hospital y serás atendido por los mismos médicos y con las mismas tecnologías, pero tendrás una habitación para ti solo con todas las comodidades.
Pero repito, todo esto que cuento no se refiere a la generalidad de la población. Mi opinión es que en general es gente muy amable que te intenta ayudar, aunque, como en todas partes, haya de todo. Es que me parece que estoy quedando un poco negativa pero no es así, estamos muy contentos de estar aquí y en general todo está muy bien, solo que cuando uno se pone a hablar de estas cosas parece que todo es malo pero bueno, es que también me gusta compartir esas cosas, no sólo lo bien que me lo paso por ahí los fines de semana.

Que por cierto nos lo pasamos muy bien los fines de semana porque no paramos jejeje. Nos estamos pegando la gran vidorra. Un fin de semana nos fuimos a un pueblo que hay a 15 minutos con un castillo muy bonito: Altena. Eran las fiestas medievales del pueblo y pallá que nos fuimos. La calle que va paralela al río la habían llenado de puestos de artesanía, todo el pueblo iba vestido de la Edad Media y había espectáculos por todas partes. Claro que, como todo aquí, era pagando: para acceder a la calle había que pagar 9 euros por persona. Sólo para acceder a la calle a pasear. Entre que todo es pagando y que aquí te retienen al mes entre el 20 y el 45% entiendo por qué la Merkel tiene tanta pasta jejee. En fin que estuvimos paseando por allí con una pareja de Rumanos muy amable que hemos conocido. Tienen 25 añitos, se acaban de casar hace dos meses y se han venido para acá a que él haga aquí la residencia en el hospital. Nos fuimos juntos y pasamos un buen día aunque de pronto salió diluviando y nos calamos hasta las bragas y nos tuvimos que volver a casa a pesar de haber pagado los 9 euros por persona.
EL PUEBLO CON EL CASTILLO ARRIBA

Nos vamos a bélgica! Visitamos Bruselas y gante


Hola a todos!
Me ha tocado por sorteo ante notario escribir este post (soy Pablo, ese que sale en las fotos con Elena). Pues si, resulta que mi querida esposa dice que estas semanas yo tengo más que contar que ella, porque esta ultima semana la he pasado en el Hospital haciendo la parte “práctica” del curso de idiomas, es decir, ir detrás de unos y otros por los pasillos del hospital sin enterarte de nada. Y es que llevamos sólo 3 semanas de clase de Alemán, y habiendo partido del cero absoluto (si si, el de la escala Kelvin) en Alemán, pues que digo yo que si pretenden que con 3 semanas de clase yo entienda algo es como decirle al cojo del Paraíso (padescanse) que corra los 100 metros lisos contra Usaín Bolt, Ben Johnson y Carl Lewis y pretenda que les gane (que aunque bien pensao, igual a Carl Lewis hasta le ganaba). De todas formas, he de decir que he tenido mucha suerte con los residentes que hay en el servicio de Medicina Interna I, que es en el que me ha tocado. Hay un griego y una griega, un chino nacido en Canadá y un búlgaro. Resultado: hablamos en inglés y no aprendo na de Alemán, jejeje. 

Que no, que sí que hablamos en Alemán, pero de vez en cuando me explican las cosas en inglés, porque si no, lo único que podría decir tras escuchar una gran parrafada en alemán sería: “Ja!”, que es como aquella vez en la que mi hermano Carlos, estando de vacaciones toda la familia en Portugal, le dijo al camarero después de que éste soltara una parrafada enorme en portugués: “Cherto cherto”, jejeje, que grande!! Un beso brother!!
Pues eso, en el hospital me paso el día con uno de los resis para escuchar cómo hablan con los pacientes y así irme acostumbrando a pasar consulta en Alemán, y todos los días a las 12 tenemos reunión con el jefe de servicio para comentar los casos difíciles, y el tío desde el 2º día me pregunta a mi porque quiere que me acostumbre a hablar en Alemán, y yo ni corto ni perezoso le suelto las cuatro cosas que me se y lo dejo impresionao.
A lo que no se si me voy a acostumbrar en la vida es a almorzar a las 12:30, ¿eso que es? ¿Eso es hora de almorzar ni na, home ya? Cualquiera se mete a esas horas entre pecho y espalda un filete empanao con papas fritas, carajo! Y es que lo malo es que acabo a las 4 de la tarde, y entre que llego a casa y no son las 4:30, y tampoco es hora de comer esa, no? Satan! Que mal lo voy a pasar!
Elena mientras pues se queda en casita y se pega unos lotes de estudiar que pa ella se quedan, que cuando llego del trabajo está todavía estudiando desde las 8 de la mañana que empieza la mu burra. Y es que dice que que está en modo “sobreescribir”, es decir, lo que va aprendiendo de Alemán lo va olvidando de Inglés e incluso de Español! Y lo malo es que dice que no sabe donde se le da para quitar ese modo, así que imaginaros a la pobre Elena oyendo cosas como:

Que me querrán decir???