Hola
a todos!
Me
ha tocado por sorteo ante notario escribir este post (soy Pablo, ese
que sale en las fotos con Elena). Pues si, resulta que mi querida
esposa dice que estas semanas yo tengo más que contar que ella,
porque esta ultima semana la he pasado en el Hospital haciendo la
parte “práctica” del curso de idiomas, es decir, ir detrás de
unos y otros por los pasillos del hospital sin enterarte de nada. Y
es que llevamos sólo 3 semanas de clase de Alemán, y habiendo
partido del cero absoluto (si si, el de la escala Kelvin) en Alemán,
pues que digo yo que si pretenden que con 3 semanas de clase yo
entienda algo es como decirle al cojo del Paraíso (padescanse) que
corra los 100 metros lisos contra Usaín Bolt, Ben Johnson y Carl
Lewis y pretenda que les gane (que aunque bien pensao, igual a Carl
Lewis hasta le ganaba). De todas formas, he de decir que he tenido
mucha suerte con los residentes que hay en el servicio de Medicina
Interna I, que es en el que me ha tocado. Hay un griego y una griega,
un chino nacido en Canadá y un búlgaro. Resultado: hablamos en
inglés y no aprendo na de Alemán, jejeje.
Que no, que sí que hablamos en Alemán, pero de vez en cuando me explican las cosas en inglés, porque si no, lo único que podría decir tras escuchar una gran parrafada en alemán sería: “Ja!”, que es como aquella vez en la que mi hermano Carlos, estando de vacaciones toda la familia en Portugal, le dijo al camarero después de que éste soltara una parrafada enorme en portugués: “Cherto cherto”, jejeje, que grande!! Un beso brother!!
Que no, que sí que hablamos en Alemán, pero de vez en cuando me explican las cosas en inglés, porque si no, lo único que podría decir tras escuchar una gran parrafada en alemán sería: “Ja!”, que es como aquella vez en la que mi hermano Carlos, estando de vacaciones toda la familia en Portugal, le dijo al camarero después de que éste soltara una parrafada enorme en portugués: “Cherto cherto”, jejeje, que grande!! Un beso brother!!
Pues
eso, en el hospital me paso el día con uno de los resis para
escuchar cómo hablan con los pacientes y así irme acostumbrando a
pasar consulta en Alemán, y todos los días a las 12 tenemos reunión
con el jefe de servicio para comentar los casos difíciles, y el tío
desde el 2º día me pregunta a mi porque quiere que me acostumbre a
hablar en Alemán, y yo ni corto ni perezoso le suelto las cuatro
cosas que me se y lo dejo impresionao.
A
lo que no se si me voy a acostumbrar en la vida es a almorzar a las
12:30, ¿eso que es? ¿Eso es hora de almorzar ni na, home ya?
Cualquiera se mete a esas horas entre pecho y espalda un filete
empanao con papas fritas, carajo! Y es que lo malo es que acabo a las
4 de la tarde, y entre que llego a casa y no son las 4:30, y tampoco
es hora de comer esa, no? Satan! Que mal lo voy a pasar!
Elena
mientras pues se queda en casita y se pega unos lotes de estudiar que
pa ella se quedan, que cuando llego del trabajo está todavía
estudiando desde las 8 de la mañana que empieza la mu burra. Y es
que dice que que está en modo “sobreescribir”, es decir, lo que
va aprendiendo de Alemán lo va olvidando de Inglés e incluso de
Español! Y lo malo es que dice que no sabe donde se le da para
quitar ese modo, así que imaginaros a la pobre Elena oyendo cosas
como:
Y
la verdad es que estoy bastante desilusionao con esta gente, porque
la verdad es que me parece que los médicos Alemanes son muy fríos
con los pacientes, les dan los buenos días y poco más, y les
exploran sin preguntarles casi nada apenas, o si les tienen que hacer
una ecografía, se la hacen, se levantan y se van, y listo, ni una
poquita de charlita ni na de na, que triste! Y por otro lado, los
pacientes aquí son los más sumisos y obedientes del mundo! Por
ejemplo, el otro día estaba leyendo una historia clínica de un
paciente varón de 33 años con fiebre, y en la historia ponía
“tomarle la temperatura RECTAL cada 8 horas”... A ver, una de
dos, o el médico tenía ganas de güasa o le quería hacer una
putada al chaval, porque mira que hay sitios pa tomar la temperatura,
no? Pues nada, el chaval no dice ni pío, si hay que meterse el
termómetro por la mismísima zona siesal tres veces al día, se lo
mete uno sin problema. ¡¡Óle los pacientes güenos ahí!!! Ya los
quisiera yo todos así pa mi, jejeje.
Bueno,
la cosa es que para mitigar las penurias del idioma y del hospital
pues nos hemos pegado un par de fines de semana de gran categoría.
El 27 de Julio fue nuestro 5º aniversario de bodas, así que hemos
hecho una doble celebración, el finde de antes y ese.
El
primer fin de semana nos fuimos de jueves a domingo a Bélgica.
Habíamos reservado un hotel en el centro de Bruselas para pasar allí
esos días y aprovechar para visitar Gante.
En
el camino para allí llevamos a Sergio al aeropuerto de Düsserldorf
que nos cogía de paso porque se iba a ver a la familia el fin de
semana.
Con
Sergio de camino a Bélgica
En
Bruselas teníamos reservado un hotelito muy cerca del centro, así
que podíamos ir andando desde allí a todos lados. Y la verdad es
que la plaza del centro es preciosa, todas las casas son de finales
del siglo XVII, y el ayuntamiento es una pasada también. En esa
plaza ponen una alfombra de flores como las de la semana santa de
Guatemala (os acordáis?) ahora en Agosto, así que esperamos poder
ir a verlas y poneros fotos para que la podáis ver.
La
plaza del ayuntamiento de Bruselas
Las
casas son hiperbonitas
En
Bruselas, además de la plaza central, tienes que ir a ver el “niño
meón” como dice mi madre, o también conocido como Manneken Pis.
¿Y pa donde tenemos que tirar pa ver al susodicho chaval? Pues nada,
sólo tienes que seguir a los japoneses y en 3 minutos lo tienes
delante. Los japoneses se ríen por lo bajini y como que les da mucha
vergüenza ver al chavalito agarrándose lo que viene siendo el
Cayetano y meando descaradamente apuntando para todos los guiris que
vamos a verlo. Yo he de decir que, como el chaval lleva tiempo ahí,
pensaba que estaría más crecidito, pero resulta que no, que el
pobre la tiene como un pistachito. Ahora, la vejiga que tiene que
tener el nota debe ser más grande que la cabeza de Sinchán!!
Veo
la cosa cortita...
Y
como no puede haber un Yin sin su Yan, pues allá que fuimos en busca
de “la chavala meona” (Janneke Pis), que también la hay, si
señor. Ésta tenía menos afluencia de guiris a su alrededor,
también será porque está un poco más escondida y no todo el mundo
la encontrará.
Que
cosa más desagradable, por dios...
¿Y
qué más hay en Bruselas? Pues cómics, gofres y chocolate belga!!
Si no me equivoco (y casi nunca lo hago, jejeje, esta es una de las
grandes frases del Principe Hamperding, de la peli “La princesa
prometida”, si es que soy mu friqui, lo sé...), bueno que eso, que
si no me equivoco de aquí son personajes tan famosos como los
pitufos, Tintín, Asterix y Obelix o Lucky Luke, además de muchos
otros un poco menos conocidos. Y está muy chulo que en toda la
ciudad se respire ese ambiente de amor por los cómics y sus
personajes.
Por
ejemplo, esta es la fachada de una casa cualquiera
Hablando
de gofres y chocolate, mezcla explosiva y tentadora donde las haya,
tenemos que
decir
que las hemos pasado putas para resistir la tentación de comernos un
gofre con chocolate negro belga calentito por encima cada 5 minutos,
y al final hemos conseguido... comérnoslos sólo cada 6 ó 7 horas.
Es que son una auténtica delicia, y los ponen con de todo, fruta,
nata, chocolate, helado... Ayyyy, Satán, que suplicio más grande,
con esos olores saliendo de cada esquina, porque al igual que en
Sevilla tenemos un bar cada 50 metros, aquí tienen una gofrería
cada 10!! Además, lo mejor de lo mejor, es que descubrimos un sitio
donde te ponían gofres con rellenos salados, y estaban para chuparse
los dedos! Nos comimos uno con queso y carne de hamburguesa, otro de
jamón y queso y otro de salmón y queso... Ayy, solo de acordarme me
entran ganas de coger el coche y tirar pallá otra vez!! Cuando
volvamos voy allí otra vez sí o sí!!
En
una tienda de chocolates belgas, había dos hipopótamos hechos de
chocolate! Y Elena no es uno de ellos!
Aquí
con nuestros gofres salados con vistas a la calle peatonal
Y
otra cosa que hay en Bruselas es una jartá de españoles! No veas,
íbamos por la calle y el 90% de la gente eran turistas españoles.
Que digo yo que si hubiéramos aprovechado todos y nos hubiéramos
ido a la puerta del parlamento europeo a manifestarnos, con todos los
que éramos no hubieran tenido más güevos que escucharnos! No se,
será que ahora en las tapas de los Danone en vez de una calcomanía
(más conocida en mi pueblo como “carcamonía”) regalarán un
viaje a Bruselas!
Uno
de los días de nuestro fin de semana en Bélgica decidimos pasarlo
en Gante, que aunque los dos ya la conocíamos, nos dimos cuenta de
que lo que recordábamos era sólo la punta del iceberg, y que es
realmente maravillosa!! Pa muestra un botón:
El
centro de Gante, es como un cuento de hadas
Además,
lo mejor de todo, aparte de que nos hizo un tiempo maravilloso, fue
que eran los festivales de verano de Gante, con escenarios con
conciertos y espectáculos por toda la ciudad, y un ambientazo de
morirse. No nos queríamos ir de allí pero no tuvimos más remedio.
Eso sí, con la promesa de volver muy prontito que pa eso lo tenemos
a 3 horas en coche. Además, le debemos una visita a Marta Comesaña
que vive ahora allí con su novio.
Unas
grupo de señoras se habían preparado un baile y lo estaban
representando en plena calle
La
gente se alquila estas bici-bares y hace todo lo opuesto a lo que
recomendaba tan sabiamente Steve Wonder: Beben y conducen!
Estaban
Epi y Blas por allí también
Vimos
un grupo cantando a capella en una barquita en uno de los canales de
la ciudad
Fijaros
que ambientazo por todos lados
Tras
volver por Bruselas y pasar el último día allí, volvimos a la
cruda realidad de nuestro cursito de idiomas y la vida entre teutones
(que todavía si fuera entre “teutonas” pues como que lo
disfrutaría más). Además, la vuelta fue especialmente triste para
nosotros, porque esa semana Sergio, el español que estaba en clase
con nosotros, se marchaba para España sin fecha segura ni clara de
retorno. Y es que al pobre no le terminaron de cuadrar las cosas,
porque las condiciones de los contratos no eran exactamente las que
nos habían dicho al principio, y entre eso, que además echaba mucho
de menos a su mujer y sus niños, y que él tenía una excedencia y
si volvía pronto la podía anular y seguir en su curro, pues decidió
marcharse hasta que todo estuviera arreglado. Así que su hermano
vino en un vuelo el domingo y el martes se largaron camino de España.
Nos ha dejado un vacío muy grande, porque en pocos días habíamos
congeniado muy bien, así que esperamos que se ponga a saco con el
Alemán, que se saque pronto el B2 y que lo tengamos aquí de vuelta
lo más rápidamente posible.
Despidiendo
a Sergio y a su hermano antes de su partida
Menos
mal que ha llegado a nuestras vidas Miguel, un sevillano, si si,
sevillano, que está aquí trabajando en un hospital a 20 minutos y
que se nos ha unido a las clases de alemán. Su mujer y su niño
vienen en breve así que estamos muyyy contentos y deseando que esté
ya aquí y podamos hacer cosas juntos. Y como nuestra filosofía de
vida es bien clara, a saber: Un disgusto (que se nos fuera Sergio),
un gusto, pues el fin de semana siguiente nos fuimos a conocer
Colonia, que nos queda a una horita en coche. Y nos gustó mucho
también. Tiene una catedral gótica impresionante, y un casco
antiguo con casas de finales del XVII muy bonitas también, aparte de
estar bañada por el Rin, lo que le da a la ciudad un encanto
especial. Allí estuvimos pasando el día, comiendo, paseando y sobre
todo pensando en volver otro día, porque de verdad que esto de tener
todo tan a mano es un peligro.
La
catedral de Colonia. Que bien olía...
Paseando
junto al río
Una
tienda de aceites de oliva de todo el mundo
En
la oficina de turismo estaba este cartel. Le hicimos la foto para
nuestros queridos Miguel y Lourdes. ¿Sabéis que es?
Comimos
en un asiático y mirad el tamaño de los platos
Y
para terminar de celebrar nuestro aniversario un día preparamos una
tarta de esas de fondant que están ahora tan de moda. Encontramos en
Bruselas una tienda donde vendían el fondant ya preparado de
diferentes colores, y nos llevamos uno de cada con idea de hacer las
tartas sin tener que preparar el fondant, que es tela de trabajoso.
Cada uno tenía que hacer una para el otro en secreto. La mía era
más sencillita, pero la de Elena se llevó el premio a la más
decorativa.
Preparados
para empezar
La
mía con un “5” y un par de corazones
La
de Elena, ¿que habrá querido decir?
Y
nada, ahora seguimos con nuestra rutina de clases y estudio por las
tardes, que no veas si es dura la vida del estudiante, me cago en tó.
Por la mañana 8 horas de clases, y por la tarde le tenemos que echar
otras 2 horitas más de estudio, además de Sábados y Domingos, y
cuando estamos por la calle vamos traduciéndolo todo con el
diccionario del móvil, si es que no para uno, satán!! Yo quiero
volver a ser un trabajador contratado sus 8 horitas y luego olvidarme
del mundo hasta el día siguiente, de lunes a viernes. Ayy, que dura
es la vida del emigrante-estudiante! Jejeje.
Un
beso a todos y hasta el próximo episodio.
¡Meinn Gott! Was für spass habt Ihr im Deutschland! Wir wunschen mit euch da sein aber (glucklich) haben wir ein bisschen arbeit zu tun.
ResponderEliminarPos eso, que ahora me voy a proponer des-oxidar mi alemán con vosotros, así nos picamos y mejoramos todos ¿o qué home?
Cuidaos y a ver si escaipeamos en alguna ocasión y os comento un par de cositas más para vuestra "Identidad Digital" que la tenéis mu'abandoná!
Schuss!
Por cierto, mola que os hayáis acordado de nosotros, pero esas setas son venenosas!!
ResponderEliminarMucho ánimo a los dos, me encanta leeros. Lo de los hipopotamos debe estar de moda, en una chocolatería en París en julio hice una foto similar. Besos.
ResponderEliminarEsther.
ayyyy me encantais.....hoy he desayunado con dos amigas y hemos hablado de vosotros pues aunque no os conocemos os seguimos.
ResponderEliminarun beso
Joder primo, te vas a Bruselas ahora que yo no estoy. Vente pa Rota y déjate de Alemán por unos días!!!
ResponderEliminarMe encanta vuestra actitud positiva hacia la vida. Me encantáis, de verdad y os sigo siempre. un beso a los dos, que sois ya mis amigos, aunque no nos hemos encontrado nunca. Un beso a los dos desde Cartagena. Cande
ResponderEliminarEl alemán terminará rindiéndose. Mientras tanto me alegra mucho poder ver que continuáis en la brecha de los viajitos. Os queremos. Besos
ResponderEliminarQue envidia más grande! mucho ánimo, el idioma termina siendo maravilloso, y la forma de vida de allí es muy tranquila pero se disfruta
ResponderEliminarsuerte! maria
Que geniales sois! Me encanta la idea de los pastelitos, la ranita de Elena es una monada!!!! Con ansias espero el siguiente post :P
ResponderEliminar