Larung Gar: la universidad budista más grande del mundo y otro Sky Burial




Cuando viajas por esta zona tienes la impresión de estar en la Edad Media, en la India o metido en un portal de Belén. Hay pueblos o barrios enteros construidos con barro, con las mierdas de las vacas secándose en las paredes de las casas para usarlas como combustible, donde los animales salen y entran de las casas como uno más de la familia (vacas y cerdos eh? Que no digo perros) y las señoras lavan la ropa y los cacharros y recogen agua en la fuente pública porque no tienen agua corriente. Nosotros podríamos pasear por estas calles durante horas. Los niños juegan en las calles de tierra, todos nos dicen “hello” aunque no sepan decir ni una palabra más, las señoras nos saludan, nos hablan por señas y alguna nos charla durante un rato aunque sepan que no entendemos absolutamente nada. Es divertido, y, pese a la misera, resulta acogedor.

Desde Litang no puedes ir a Ganzi, nuestra siguiente parada, en autobús porque no hay. La única opción es buscar un coche privado que quiera llevarte y esperar hasta que el coche se llene de gente que quiera ir al mismo lugar o a algún punto del camino. Tras un par de horas de espera nos pusimos en marcha y tras 5,5 horas llegamos al destino. El camino como siempre, lleno de paradas por cualquier motivo, recogiendo gente por el camino, con el resto de viajeros fumando y por una carretera de piedras y tierra que no te deja relajarte ni un segundo. Eso sí, por el camino seguimos viendo nómadas con sus yaks y decenas de templos dorados en las montañas. Por cierto que nos paró la policía (hay muchos controles en esta zona) y el poli le empezó a pegar en la cabeza al conductor mientras le decía algo con cara de odio y sin separar los dientes. Fue horrible, muy desagradable. Luego nos explicó el conductor que le habían pegado por nosotros, porque no quieren que lleven los coches privados a turistas. Fue muy desagradable pero tengo que decir que fue la excepción, nos han parado mil veces y siempre son muy amables.

 ASÍ VIVEN LOS NÓMADAS POR LAS MONTAÑAS. CLIMA EXTREMO Y CONDICIONES DE VIDA MUY DURAS

Cuando llegas a Ganzi te parece un infierno. Las dos calles principales están llenas de coches, de gente y de ruido. Pero cuando te sales de ahí y paseas por sus barrios descubres esos barrios de los que hablaba antes. Una gozada pasear por ellos. Además hay muchos templos interesantes que visitar.

EN EL CENTRO DEL PUEBLO ENCUENTRAS ESTOS DOS TEMPLOS EN UNA PLAZA MUY AGRADABLE

Y CON UNAS RUEDAS DE ORACIÓN DE MADERA PRECIOSAS

ESTE ES EL TEMPLO PRINCIPAL DE LA CIUDAD


UNA DE LAS CALLES DE LOS BARRIOS ANTIGUOS. MIRAD QUE CURIOSO ES SISTEMA PARA CALENTAR EL AGUA APROVECHANDO LA ENERGÍA SOLAR. AQUÍ NO SE DESPERDICIAN RECURSOS!

PUEDES ATRAVESAR UN PUENTE COLGANTE LLENO DE BANDERAS DE ORACIÓN PARA IR AL OTRO LADO DEL RÍO Y VISITAR OTROS TEMPLOS

En Ganzi cogimos otro coche privado para llegar a Sertar, nuestro destino estrella en nuestro recorrido por esta zona. El viaje fue otra pesadilla, con un conductor empanado que parecía que se quedaba dormido y que conducía fatal. Yo, sentada a su lado, no le quitaba el ojo de encima dispuesta a darle una colleja si se quedaba dormido. Como estaría de empanado que cayeron dos gotas y las siguientes 3 horas de camino fuimos con el limpiaparabrisas puesto. Me tenía negra el tío. Y encima pinchamos una rueda y no tenía ni idea de cómo cambiarla. Pesadilla. 6 horas más tarde llegamos a Sertar, por fin, que ganitas tenía que quitarme a ese tío de mi vista. 
 
PINCHAZO DE RUEDA EN EL CAMINO. POR SUERTE LLEVABA RUEDA DE REPUESTO

Veníamos a Sertar porque, a 15 kilómetros de la ciudad, se encuentra Larung Gar, la universidad budista más grande del mundo. Se trata de una ciudad de 12.000 habitantes en la que sólo viven monjes y monjas. 2000 de ellos viven permanentemente, el resto es temporal porque estudian en su universidad. Habíamos visto fotos y el lugar era impresionante, no nos lo podíamos perder y aquí que nos vinimos. Además este es otro de los lugares en los que se llevan a cabo los Sky Burial, otro motivo para no perdérnoslo. Y aunque sabíamos que sería impresionante, no nos lo imaginábamos para tanto. Cuando llegamos allí nos quedamos alucinados, miles y miles de casas pegadas unas a otras por la ladera de la montaña, pintadas de rojo, y con monjes andando de un lado para otro por todas partes. Llena de templos y de pequeñas calles del ancho de una persona. Todo desordenado, bastante sucio, todo rojo. Altavoces por todas partes retransmitiendo en directo los rezos de los templos, monjes de 5 años jugando en cualquier parte, y otros con cerca de 100 años sentados al sol. Pero todos vestidos de monjes, con sus rosarios y sus ruedas de oración en las manos.

UNA PARTE DE LA LADERA VISTA DESDE ENFRENTE

OTRA PARTE DE LA IMPRESIONANTE CIUDAD

MONJES TOCANDO INSTRUMENTOS

UNA DE LAS PLAZAS CON EL TRASIEGO DE MONJES

Aquí hay una colina en la que cada día se celebran Sky Burial. Como es un sitio muy especial, gente de todas partes trae a sus familiares aquí para el funeral. Cada día hay entre 5 y 8 cuerpos dispuestos para ser comidos por los buitres y las fotos de los difuntos son pegadas en la plaza del pueblo para que la gente sepa quién ha muerto, tipo esquela del ABC pero más rústico. 
 

Por suerte, los funerales aquí son a la 1 del medio día, y no a las 6 de la mañana como en Litang, que llegamos tarde y nos perdimos el principio. Después de hacer autostop dos veces para dos tramos y de una larga caminata por la montaña encontramos el sitio. Madre mía, cómo no íbamos a encontrarlo? En la ladera han montado, y siguen ampliando, un parque temático de la muerte. Nada más llegar nos dijimos que menos mal que lo habíamos visto en Litang, donde estuvimos solos con la familia. Aquí han construido un parking gigante para los coches y autobuses de turistas chinos que acuden cada día a ver los funerales. En otra explanada hay una especie de “museo de la muerte” lleno de calaveras y sin iluminar, un par de grandes monumentos a la muerte, estatuas y relieves hablando sobre el ritual de los buitres y la reencarnación. Todo muy artificial. Y siguen construyendo, está todo lleno de máquinas excavadoras. Estoy segura de que pretenden hacer un gran parque temático y cobrar la entrada para ver los funerales. En poco tiempo me juego a que será así. 
 


En la parte trasera, en el puro monte, una cuerda indica de dónde no se puede pasar. Y a este lado de la cuerda había, literalmente, cientos de chinos venidos en grupos organizados con sus guías hablándoles por un micrófono. Increíble pero cierto. A unos 15 metros de la cuerda un espacio delimitado con algunas maderas y telas, una gigante cortina en un extremo y una caseta roja que más tarde descubriríamos lo que contenía. A la 1 en punto comenzaron a llegar los familiares cargando a los cuerpos en bolsas. Vimos llegar a 6, no sabemos si ya había alguno más cuando llegamos. Algunos muy pesados cogidos entre varios. Algunos muy pequeños, uno incluso lo traía un hombre en un cesto en la espalda. Deben doblarlos antes de que se endurezcan para que quepan en las bolsas de plástico. Depositaron los cuerpos detrás de las maderas para que los que estábamos allí no pudiéramos verlos. Y fue increíble porque en cuanto pusieron allí los cuerpos empezó a verse en el cielo a cientos de buitres llegar volando desde muy lejos. Era impresionante verlo porque eran muchos, muchísimos más que en Litang, había cientos de ellos. Llegaban volando y se iban colocando en la ladera, al otro lado de la cortina donde estaban los cuerpos. En ESTE VIDEO podéis ver los buitres llegar volando, es realmente impresionante.


Una vez estuvieron todos los cuerpos colocados, entró el sacerdote y empezó a rajar los cuerpos. Eso no se veía, sólo veías al sacerdote de cintura para arriba y mover el brazo como si estuviera serrando, pero no podíamos ver los cuerpos. Una vez que estuvieron cortados, el sacerdote fue a la gran cortina detrás de la cual estaban los cientos de buitres esperando y la abrió. Y fue algo espeluznante porque entraron en masa y se formó un revuelo escalofriante. Había una masa de buitres que se peleaban y saltaban, una nube de polvo y trozos humanos que saltaban por todas partes. Y durante más de una hora no pararon de comer y pelear mientras que el sacerdote, subido en una roca, tocaba una campanita y cantaba oraciones en voz alta.


A los 5 minutos de abrir la cortina y entrar los buitres se marcharon la mayoría de los chinos. Imagino que como eran grupos organizados llegaban tarde a la siguiente visita. El caso es que quedamos unas 50 personas como mucho, allí pasmados con la boca abierta mirando el revuelo que armaban los buitres zampándose a las 6 personas. Poco a poco debía ir acabándose la comida y los buitres debían estar rellenitos porque se fueron marchando. No quedaban muchos cuando quitaron la cuerda y dejaron que los que quedábamos allí pasáramos al otro lado para ver el resto del proceso. Y fue increíble porque cuando pasamos había unos cuantos buitres picoteando y el sacerdote se paseaba con un cubo echando en él todos los huesos. Y no os creáis que los huesos estaban en pequeños trozos, que el colega cogía un brazo con su mano, una pierna... e iba llenando cubos. Cuando le pareció que ya estaba todo recogido abrió la puerta de la caseta roja que había en una esquina y pudimos ver lo que había en su interior: una máquina trituradora de huesos. Os juro que no dábamos crédito a lo que veían nuestros ojitos. El tipo la puso en marcha con un ruido estrepitoso, y empezó a volcar en ella los cubos de huesos. Por debajo, iba saliendo una masa asquerosa que caía en otro cubo. Lo pasó varias veces, se ve que los buitres son exquisitos con los huesos y no les gusta que traigan tropezones, les gustan muy pasaditos. Cuando los tuvo perfectos sacó el cajón al exterior y volcó la espesa y asquerosa masa en el suelo. Los buitres se lanzaron al ataque y acabaron con lo poco que quedaba de los 6 pobres que habían fallecido el día anterior. 


Se acabó lo que se daba, pasaron a mejor vida, ya no quedaba nada de lo material. El espíritu ya andaría vagando por el infinito buscando en quién reencarnarse. Espero que los pobres llegaran muy lejos de allí, porque vaya las vidas tan duras que hemos visto en las montañas, pura supervivencia en un clima extremo. Sea como sea, tenemos que dar gracias a la vida cada día porque tuvimos la suerte de nacer en un lugar privilegiado. Feliz fin de semana y a disfrutar de que estamos vivos!!!
NOSOTROS PASAMOS DE BUDA Y SEGUIMOS ADORANDO A NUESTROS PARTICULARES SANTOS, EN ESTE CASO SAN HUESITO DE ASÍS.  HABER ENCONTRADO HUESITOS AUTÉNTICOS NOS HA CAMBIADO LA VIDA.

La aventura de Pablo y Elena Web Developer

2 comentarios:

  1. Si el otro era fuerte, este mas aun, no he visto mas buitres juntos en mi vida. Ni juntando to los documentales de la 2.
    Que disfruteis de los huesitos. BESITOS.

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  2. Es cierto, este es mas fuerte aún.
    Pero vemos casi en directo cosas del mundo que muchos no veremos nunca.
    Gracias por compartir . Besos gordotes

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