Nos hemos bajado del barco

Así, tal cual, como lo estáis leyendo, que ni 24 horas he durado en el susodicho barquito. Os cuento que ayer llegamos al muelle a eso de las 5 de la tarde y el alemán dueño del barco salió en lancha a recogernos porque el barco estaba anclado algo lejos de la costa. La verdad es que el hombre ya venía oliendo a alcohol y todo coloradito pero bueno, anclados en el mar hay poca posibilidad de chocarse. El barco era una auténtica maravilla, os lo aseguro, con sus camarotes con baño, todo de madera, un lujo.

 LA COCINA

Visitar Penang y un cambio inesperado de planes

Estamos en la isla de Penang a punto de dar un giro de 180º a nuestro viaje. Y estamos muy nerviosos, muchísimo. Pero os lo cuento al final del post que si no me lio y no me centro. Os he dicho que estamos en Penang, una isla al noroeste de Malasia, en una ciudad que se llama George Town. Y la verdad es que nos ha encantado esta ciudad, nos ha gustado pero mucho mucho. No porque sea preciosa especialmente, sino por lo interesante que resulta. Hemos notado que estamos ya en la zona turística de Malasia. En Borneo nos cruzamos con muy poquitos guiris, pero esto está lleno. Hay muchísimos hoteles y hostels, uno en cada esquina, y si estás dispuesto a gastarte 40 euros por noche duermes en un hotel precioso, y por 50 puedes dormir en hoteles de lujo. Pero si tu presupuesto para dormir es de 17 euros máximo cuesta encontrar una habitación con baño, wifi, ventana y desayuno.

Jazz en Miri visitando el Sultanato de Brunei


Pues aquí seguimos en Borneo, que cada vez que escribo un post siento que pasa otra etapa del viaje y me da mucha pena! Que noooooo, que no quiero que pase el tiempo tan ligero, que quiero que pase despacito!!! pero nada oye, que cuando estás tan agustito y tan feliz viviendo tantas cosas los días pasan que vuelan y nosotros seguimos avanzando en nuestro viaje. Aunque si os digo la verdad es un milagro que sigamos vivos. Yo ha habido un par de momentos en los que he creído morir de congelamiento. Señor, si hace 33 grados en el exterior y un 99% de humedad y la gente está sudando a chorros, no me pongáis los aires acondicionados de los coches, buses, tiendas, restaurantes y centros comerciales a -10 grados porque en una de estas sufro una muerte súbita al entrar en cualquier sitio. Pero por lo demás bien.

Hemos venido hasta Miri que es una ciudad sin el más mínimo interés en si misma. Es punto de partida para entrar en Brunei o para visitar algunas cuevas famosas que hay por los alrededores pero la ciudad no merece la pena en absoluto. Hemos venido por dos motivos, uno era el Festiva internacional de Jazz que se celebraba justamente estos días, y otro porque queríamos entrar en Brunei. El festival de Jazz estuvo bastante bien, se celebraba en los jardines de un hotelaco a pie de playa con un escenario magnífico y mogollón de puestecitos con comida 4 veces mas cara que en la calle. El día que nosotros fuimos tocaron grupos de Borneo, España, Canadá y Suecia. Y no es que tire la tierra, es que os juro que la banda de Lluis Coloma es un flipe, el tío es un virtuoso del piano y junto con la banda hacen un equipo perfecto. El público estaba entregadito y nosotros flipando que te mueres. Luego pudimos charlar con alguno de ellos un ratito. Os aseguro que sólo por ver su hora de actuación ha merecido la pena venir a Miri. Fantástico.



Ver orangutanes, monos narigudos y flores gigantes en Borneo


Llevamos 9 días en Borneo y tengo tantas cosas que contaros y enseñaros que me come la bulla. Borneo es una isla fascinante para ver especies únicas tanto animales como vegetales, aunque nosotros hemos venido para ver 3 de ellas en concreto: orangutanes, rafflesias, que son las flores más grande del mundo, y monos narigudos. Así que con ese objetivo desembarcamos, tras una hora y media de vuelo, en Kuching. Kuching es una de esas ciudades que uno no sabe ni que existe, que la ves por primera vez cuando empiezas a investigar sobre tu viaje y que te parece que va a ser un poblado remoto en un sitio perdido del planeta. Pero para nuestra sorpresa nos encontramos con una ciudad bastante grande, llena de edificios altísimos, centros comerciales y grandes cadenas hoteleras. Que digo yo que no da tan poco guiri pa tantos hoteles, o será que estamos empezando la temporada alta y aún no han llegado las hordas de turistas. El caso es que aquí se ven bien poco, sólo de vez en cuando te cruzas con alguno, o si vas por la mañana temprano al mcdonals, que si no tienes desayuno incluido en tu hotel tu única opción es desayunar arroz o lanzarte de cabeza al mcdonals a por un desayuno que se parezca más a los nuestros. Y es que los europeos no perdonamos el desayuno, y yo menos que ninguna.

Bueno pues Kuching significa gato, y es que esta ciudad está consagrada a los gatos. No se ven tantos gatos de carne y hueso, pero en cada rotonda han plantado una  escultura de alguno y hasta tienen un museo dedicado a ellos digno de verse por la cantidad de horteradas de gatos que puedes ver en unos metros cuadrados. La ciudad la atraviesa un río que puedes cruzar en una barquita por 12 céntimos de euro. 

LA SEDE PARLAMENTARIA DE KUCHING, QUE FLIPE DE EDIFICIO

Qué ver en Singapur

Tumbada en mi cama el otro día pensaba en el milagro de viajar, en cómo en un momento estás aquí y de pronto estás en el otro lado del mundo. Luego, al chuparme las 25 horas entre vuelos y escalas descubrí que no era tan milagro, y que pagar 280 euros por un vuelo a Singapur tiene un sobrecoste en escalas y mal cuerpo. Que por mucha dormidina que me tomé os aseguro que ni el gurú del yoga más experto del mundo sería capaz de coger una postura cómoda en el minúsculo asiento de Jet Airlines. Pero lo conseguimos, desembarcamos en Singapur con unas maletas con más peso del que teníamos previsto y una mezcla de sentimientos que no puedo describir. Porque para empezar otra aventura como esta hay que tener una ilusión y vocación viajera más fuerte que todo lo que hayas sentido jamás. Pero confieso que también se siente miedo, muuucho miedo. Y no es miedo a lo desconocido, a no saber dónde vas a encontrarte, si los planes saldrán bien o no. Es miedo a todo lo que dejas atrás, tu familia, tu casa, tu ciudad, un buen trabajo. Y ante la eterna pregunta de si merecerá la pena alejarte de todo, aunque sabes que la respuesta siempre es un SI rotundo, hay un momento de pánico en los últimos días antes de marcharte. Y aunque hace ya casi 6 años y medio que nos fuimos de Sevilla, cada vez que damos un giro de 180º volvemos a pasar por el momento pánico.

Asia 2015: Jamacuco un día antes de partir


Hoy es un día especial, un día de muchos sentimientos, sobre todo sentimientos encontrados. Y es que mañana, día 22 de Abril de 2015, emprendemos de nuevo rumbo a la aventura, con billete sólo de ida y sin ningún plan concreto pero con la cabeza llena de ideas. La sensación de libertad que experimentamos cuando estamos de viaje no tiene igual, poder decidir en cada momento si me quedo o me voy, si voy o si vengo... Es mágico, un sentimiento que sólo la gente que ha viajado durante largo tiempo sin rumbo fijo conoce, un arma de doble filo que hace cada vez más complicado estar quieto.

Último post desde Alemania

Último post desde Alemania... ufff he tenido que leerlo tres veces para creérmelo os lo juro. Que mañana sábado cogemos nuestro coche y ponemos rumbo a Sevilla yo aún no me lo creo. No me lo creo de verdad!!! Madre mía!! que si, que hoy es nuestro último día en Alemania!!! Estamos de subidón total. Los dos estamos felices, con una sonrisita permanente en la cara. Pero como yo soy más de extremos, ya me conocéis a mi y a mi montaña rusa de sentimientos, pues estoy que parece que me he tomado cuatro tripis y tengo que gastar la energía como sea. Que sólo quiero gritar, cantar y dar botes. Gritar a los 4 vientos que estoy super feliz, que mañana comenzamos una nueva vida en la que somos libres de decidir lo que queremos hacer cada día. Y con la cabeza echando humo estamos. Porque no paramos de pensar en las cosas que queremos hacer por el mundo y se nos ocurren miles!!! formas de mantenernos sin gastar dinero, de vivir experiencias nuevas... y cada día tenemos una idea nueva que nos hace la ilusión más plena. Pero al día siguiente esa se nos olvida y nos surge otra. Una locura vamos, la magia de la libertad.  
Escribiendo esto sale el sol. Quizás para intentar que me de, al menos, un poquito de pena irme de Hagen. Pues no lo conseguirá, que para eso me he tomado 4 tripis y estoy de subidón total porque nos vamos. Y no me ha importado ni el curro de los últimos días. Ha habido que vaciar el piso y empaquetarlo todo en cajas. Menos mal que los muebles los vendimos a los próximos inquilinos y se quedan aquí. Pero en casi 3 años uno acumula mucho más de lo que puede imaginar. Y aunque hemos dado miles de viajes al punto limpio, han salido más cajas de las que esperábamos. Y después de recoger, a pintarlo todo, porque teníamos tantas cosas en las paredes que al quitarlas se ha quedado el piso como un queso gruyere. Así que a tapar agujeros y pintar las paredes. Ayer vino el transportista, que cuando vio las 5 cajas tamaño familiar de 30 kilos cada una se lió a resoplar. Claro que vivimos en un 3º sin ascensor. Y Pablito con lumbago que le dio el día anterior preparando las cajas, vamos que no estaba para ayudar mucho tirado en la cama. Así que la de los tripis fue la que ayudó al transportista a bajar las cajas y subirlas al camión. Si al final soy yo la que saca a esta familia adelante....

Un billete de ida

Comprar un billete sólo de ida. No de ida y vuelta, no. Sólo de ida. Eso significa tantas cosas que es difícil explicar el sentimiento que produce. Significa que no sabemos dónde vamos a estar, ni cómo nos vamos a mantener, ni cuando vamos a volver. Significa libertad, libertad absoluta para decidir a dónde queremos ir mañana o dónde nos gustaría quedarnos. Es la magia del viajero, no saber dónde estarás dentro de 4 meses porque dependerá de cómo te coja el cuerpo. Y así es como nos sentimos nosotros en este momento, porque, por fin, hemos comprado nuestros billetes de ida. Y eso quiere decir que ya estamos muyyyy nerviosos. Histéricos diría yo. Mi Pablito ya tiene el estómago malo y fatiga a todas horas, y sospecho que eso no se le quita ya, al menos, hasta que deje de trabajar. Y yo estoy que me subo por las paredes. Entre la cuenta atrás y el clima, que me tiene encerradita en casa, estoy de un irritable que cuando llega Pablo por la tarde tiene que echarme 50 kilos de paciencia el pobre. Pero es normal, siempre nos pasa lo mismo y las últimas semanas se hacen insoportables. Aunque todo está saliendo redondo la verdad. En nuestro afán de convertirlo todo en dinero hemos conseguido vender todo, todos los muebles del piso a una pareja que se viene a vivir aquí cuando nos vayamos, las bicis, las llantas del Renault Scenic que murió y hasta la Thermomix! Todito lo hemos vendido. Triunfo total!!! 

Para nosotros comprar un billete de ida supone mucho, muchísimo. Supone un nuevo cambio de vida, un reto enorme y la satisfacción de haberlo conseguido una vez mas. Porque, por suerte, es la cuarta vez en nuestra vida que compramos un billete de ida. Pero esta vez la sentimos algo más especial que las anteriores. Porque antes teníamos la hipoteca, y eso condicionaba nuestros viajes a volver en cuanto acabaran los ahorros. Pero ahora no tenemos cargas que nos aten, ahora sólo necesitamos encontrar un trabajo en cualquier lugar que nos de aunque sea sólo para mantenernos. No necesitamos nada más. No podemos estar mucho tiempo dando vueltas. Tenemos ahorros para mantenernos unos meses con un bajo presupuesto. Pero luego habrá que buscarse algo con lo que mantenerse. Y si lo conseguimos, volveremos cuando nos apetezca, y no porque se nos acabe el dinero y tengamos una hipoteca apretando. Por eso estamos tan nerviosos, porque esta vez es distinta, porque esta vez implica retos nuevos para nosotros, nuevos objetivos. 

Y cuándo y a dónde nos llevará ese billete de ida? Pues muy pronto. Nos quedan en Alemania sólo 3 semanas de trabajo. Si, tres semanas eternas con este clima de mierda, pero 3 semanas al fin y al cabo. Y luego pasaremos un par de meses en Sevilla, disfrutando de nuestras familias que los echamos mucho de menos. Y el día 22 de abril, en plena feria de Sevilla, cogeremos un ave a Madrid porque el 23 sale a las 6 de la mañana nuestro vuelo a Singapur. Y por qué Singapur? Pues porque era muy barato, 300 euros, así que volamos allí y una vez en Asia nos moveremos por donde queramos. Aunque Singapur es caro y no queremos quedarnos mas de 3 o 4 días para descansar y poner rumbo, probablemente, a Malasia. 

Intercambio de casa en París para Fin de Año

Muchas veces hemos hablado en nuestros post del intercambio de casas. Y ahora tenemos que volver a hacerlo porque hemos intercambiado nuestro piso en Sevilla por un piso en París del 29 de diciembre al 4 de enero, es decir, en Noche Vieja. El piso está a 15 min andando de Montmartre y es muy pequeñito pero acogedor y con todo lo que podamos necesitar. Ellas son una maestra y una psicóloga que han decidido pasar unos días en Andalucía. Todos contentos no? Pues si, todos contentos, porque el intercambio de casas es eso, ir a visitar una ciudad a la casa de una familia que a la vez quiere visitar la tuya. De esta forma sale muy barato viajar y es mucho más cómodo, ya que tienes también cocina para comer en la casa. Para los que no conozcáis el intercambio de casas, éste se hace a través de una web. Existen muchas webs, de pago y gratis. Nosotros llevamos muchos años con la misma, y aunque es de pago (cuesta 90€ al año) nos compensa, por un lado porque es muy fiable, la gente que se da de alta en una web de este tipo y paga una cuota es gente que realmente les gusta viajar y son respetuosas con las cosas de los demás, y por otro lado porque con hacer un intercambio al año ya tienes los 90 euros más que amortizados. La web que nosotros usamos es www.intercambiocasas.com y estamos muy contentos con ella, la recomendamos al 100%. Para hacer un intercambio de casas sólo tienes que darte de alta y subir fotos y una descripción detallada de tu casa y la ciudad en la que se encuentra. Una vez que todo tu perfil está completo sólo tienes que escribir a las casas de la ciudad a la que quieres viajar proponiendo un intercambio para las fechas que te interesan. Muchos dicen que no, porque no le cuadran las fechas o porque no le interesa el destino, pero siempre hay alguien que te dice que si, aunque tu ciudad no estuviera en sus planes en un principio. Además puedes elegir el tipo de gente con la que quieres intercambiar, porque hay familias enteras con niños pequeños, matrimonios sin hijos, jubilados, solteros, fumadores, con mascota... para que todo se adapte a tus gustos. Y la gente suele ser muyyyy respetuosa con tus cosas, igual que tu debes ser con las suyas. Nosotros hemos hecho ya más de 10 intercambios y jamás hemos tenido un problema. Y hemos intercambiado incluso la casa con el coche!!! La verdad es que con lo baratos que están hoy los vuelos y la posibilidad de intercambiar la casa la gente podría viajar mucho más de lo que lo hace. Y os aseguro que engancha, que una vez que haces el primero ya no puedes parar!!! ya os contaremos cómo lo pasamos nosotros en París.  

 
EL SALÓN DE NUESTRO PISO EN SEVILLA, EL QUE INTERCAMBIAMOS  

Cancelando todo para empezar otra vez de cero

Cancelar, cancelar y cancelar. Cuando decides cambiar absolutamente de vida y empezar otra nueva vida en otra parte del mundo el primer paso es cancelar. Y esto ya huele a final, porque a unos 2,5 meses de marcharnos de Alemania hemos tenido que cancelar muchas cosas. Y es que aquí en Alemania muchas cosas hay que cancelarlas 3 meses antes, así que ha tocado cancelar el contrato de trabajo, el contrato de alquiler del piso, el seguro del coche, y aún nos queda cancelar internet, los móviles, el colegio médico, mi autónomo y mil cosas en las que tenemos que pensar antes de irnos de aquí. Irnos de aquí, nos parece mentira que por fin se acerque el momento. 

Y es que después de haber vivido 3,5 años de aventuras por el mundo vivir en Alemania se nos ha hecho eterno, porque ya sabéis que nos quema el culo. Y a pesar de que estos mas de 2 años y medio hemos viajado bastante, vamos, que podríamos decir que no hemos parado, no es esto lo que queremos para nosotros y necesitamos ya volver a la aventura. Y la verdad es que cuando uno vive en Europa y tiene un buen puesto de trabajo corre el riesgo de alargarlo eternamente. Porque en algunos momentos en los que algún extraño espíritu se ha apoderado de nuestra boca, hemos planteado quedarnos más tiempo para ahorrar más dinero. Porque quitando tanta hipoteca hemos tenido poco tiempo para ahorrar. Pero es una trampa y eso puede convertirse en un círculo del que no puedas salir. Porque siempre puedes ahorrar más, porque siempre te sentirás tentado. Pero tenemos las cosas muy claras y sabemos que no es esto lo que queremos y que como siempre, tenemos que ser fieles a nuestros sueños y seguir a nuestro corazón. Ya llevamos años haciéndolo y hemos tenido la suerte de que siempre nos ha salido bien. Y aunque estar en Alemania ha merecido la pena porque hemos cumplido el objetivo de quitarnos las hipotecas, ya hay que pasar página y empezar una nueva etapa, volver a la aventura tras este parón de monotonía. Y para nosotros es grandioso el momento, ni os lo imagináis. Ambos soñamos cada día con ese momento en el que nos montemos en el coche cargadito hasta las trancas y arranquemos caminito de Sevilla. El día que Pablo fue al departamento de personal para firmar su renuncia salió con una sonrisa de oreja a oreja, con la certeza y las cosquillitas en la barriga de que esto no tiene vuelta atrás, que volvemos a lanzarnos a la aventura como los locos. Nada más salir me mandó una foto con el papel firmado y dábamos botes de alegría.