Qué ver en Mandalay y el río Ayeyarwady


El lunes por la mañana, tras un desayuno buffet en el hotel de Bangkok y un vuelo de dos horas, llegamos a Myanmar. Desde el avión ya se veía qué tipo de país nos íbamos a encontrar: se veía todo plano, puritita naturaleza con ríos, templos dorados desperdigados que salían de la vegetación y pequeños pueblitos con casas de madera con techo de chapa o paja. El aeropuerto de Mandalay es muy auténtico, con sus torres como templos y sus letras que no se entiende ni una palabra. Pero el autobús que vino a recogernos para llevarnos a la terminal del aeropuerto internacional era aún más auténtico. Sólo bajarte del avión ya compruebas que todo lo que has leído en post y artículos sobre la gente es cierto: son encantadores y sonríen todo el rato. Todo el mundo te responde amablemente con una sonrisa, esas sonrisas que enamoran porque se ven sinceras. Desde el primer momento esta gente me ha enamorado, simplemente me encantan.

Con todos los países que llevamos vistos los cuatro coincidimos que nunca hemos visto gente como esta, dispuesta a ayudar sin pedir nada a cambio y con una sonrisa. No piden, venden cosas pero no insisten si les dices que no. Son pura amabilidad, confiados y desinteresados. Realmente una gente única. Además tienen una belleza especial, al menos cuando son niños, y adornan sus caras con Thanakha, un polvo que sacan de la corteza de un árbol y que les sirve tanto de decoración como de protector solar.  
EN EL BUS QUE NOS LLEVÓ HASTA LA TERMINAL

Cómo perder el tiempo en Bangkok

Pues ya estamos en Bagkok, Tailandia. Madre mía, para nosotros Tailandia es el paraíso, así que así estamos, felices, como flotando en una nube. Pero llegar hasta aquí ha tenido su curre, no os creáis que no. Como ya os dije, primero fuimos a Amsterdam a pasar tres días a casa de Peter. Como en Amsterdam los hoteles son prohibitivos siempre vamos a casa de gente que alquila habitaciones, es mucho más barato y más interesante porque conoces gente local que puede contarte cosas y dispones de cocina. Cada vez que hemos ido a Amsterdam nos hemos alojado en una casa diferente y esta vez le tocaba el turno a Peter, un ecologista vegetariano crudívoro que nos cebó a muesli para desayunar, lo que nos tuvo todo el día buscando baños por la ciudad. Yo no tenía ni idea de que el muesli fuera tan efectivo, menudo triunfo. En su casa todo es biológico, ecológico y todos los lógicos que se os ocurra. Tanto que hasta tiene un reloj de arena en la ducha para controlar el tiempo. Y...¿que pasa si te pasas? pues no lo comprobé pero igual el tío te desconecta el termo o vete tu a saber. 
PABLO Y EL DESAYUNO ORGÁNICO-VEGETARIANO-ECOLÓGICO-BIOLÓGICO... 

Nos vamos de viaje!!!! de nuevo en Holanda: La Haya y Amsterdam

Hoy miércoles comenzamos casi cuatro semanas de vacaciones. Y estamos como locos de contentos, histéricos diría yo, con nuestro gran viaje a Myanmar. Primero pasaremos tres días en Amsterdam, nos iremos hoy mismo, y el sábado volveremos a Dusseldorf para coger el avión rumbo a Bangkok y, de ahí, a Mandalay, en Myanmar. Por suerte vamos a viajar con nuestros amigos Sonsoles y Javi, que ya nos acompañaron en nuestro viaje por Vietnam, os acordáis? Pues ellos mismos. Nos encontraremos en Bangkok y haremos todo el recorrido juntos. Con lo difícil que es viajar con gente y ellos son nuestros compañeros de viaje perfectos, en eso hemos tenido suerte. Llevaremos el ordenador y, en principio, nuestra intención es ir actualizando el blog. Pero nos han dicho que es muy complicado encontrar una conexión decente allí, por lo que no sabemos si podremos subir algo. Por otra parte no llevamos dólares, llevamos todo el dinero en efectivo y en Euros, esperamos que esto no sea un problema o no salgamos perdiendo con los cambios, ya os contaremos.

Otro viajito por Holanda: Roterdam, Amsterdam y Utrech y visita a Hamburgo

Os acordáis de un grupo ochentero que se llamaba objetivo Birmania? Si si, esas tres chicas que cantaban “los amigos de mis amigas son mis amigos”. Yo cuando era chica hasta hice un baile con esa canción en una verbena de mi barrio. Y me ha venido a la cabeza porque en este momento nos encontramos con nuestras ilusiones puestas en Birmania, o lo que es lo mismo, la actual Myanmar. Osea que nuestro objetivo en este momento es Birmania. Y es que aprovechando los 23 días que Pablo tiene de vacaciones en Octubre nos hemos comprado unos billetitos de avión para irnos a este país del sudeste asiático tan desconocido en general. Y desde que hice click en el botón de la web y la compra de los billetes ya era algo irreversible, tengo como los pelos de punta, como que me recorre una felicidad tal todo el cuerpo cada vez que lo pienso que hasta me parece más bonito Hagen, ese maravilloso pueblo alemán en el que seguimos viviendo. Ah es verdad, que en el último post nos quedábamos en que igual nos íbamos!!! PUES NO!!! seguimos aquí para bien o para mal.

Y es que cuando Pablo le dijo al director que se iba porque no quería hacer guardias le ofreció quedarse trabajando en el departamento de Pediatría, cosa que a él le encanta. Y dijo que si. Así que por el momento, y hasta que cumplamos el objetivo por el que vinimos, aquí seguimos.
El caso es que hoy estoy eufórica porque ya hemos conseguido los visados. En España no hay embajada de Myanmar así que hay que mandar los pasaportes a Berlin junto a un formulario y 25 euros, y te los devuelven por correo con un visado que te permite entrar por un máximo de 28 días. Ya os iremos contando toda la logística de un viaje por un país que sufre la opresión de una dictadura militar y donde el turismo está apenas comenzando a aterrizar, no está permitido salirse de las rutas predefinidas por el gobierno y casi no existen los cajeros automáticos ni internet. Pero esa aventura comenzará en octubre y os la contaremos paso a paso. De momento, felices con nuestros billetes y nuestros visados.
PRUEBA FEHACIENTE DE LA EXISTENCIA DE NUESTROS VISADOS
Pero mientras, la vida sigue por aquí. Y aunque nos quema el culo de estar parados tanto tiempo, y cada vez tenemos más claro que no nos apetece vivir en Europa y que queremos encontrar un sitio para establecernos donde podamos ir todo el año en chanclas, estamos contentos porque aquí estamos cumpliendo con nuestro objetivo: quitarnos la hipoteca lo más rápido posible para poder volver a irnos. Pero ya libres como el viento. Así que en esas estamos, con Pablito haciendo más guardias que un tonto y yo sola en casa como una buena y hacendosa esposa que espera amorosa al cónyuge. Y es que de momento soy ama de casa y estudiante de biblioteca. Por suerte ya he conseguido el número de autónomo para empezar a dar clases particulares, y en septiembre empiezo en la academia las clases de alemán e inglés. Verás tu hacerme yo la picha un lío con tanto idioma. Que ahora con el alemán más que aprender alemán estoy desaprendiendo el inglés, así que ya no hablo ni uno ni otro, vaya mierda más grande. Pero estaré más entretenida y podré pensar en algo más que en volver a irnos... si es que no puede ser. Y no os creáis que conseguir el número de autónomo no me ha costado sangre, sudor y lágrimas, que menudas lloreras que me he echado las veces que he ido a Hacienda para preguntarlo todo y o bien el tío ni me ha querido mirar para explicarme nada diciéndome que me buscara un asesor privado, o cuando yo hago mi pregunta en alemán, esa que me he preparado perfectamente y que digo muy bien y muy despacito, el otro me responde una parrafada eterna de la que cojo tres o cuatro palabras. Pues a llorar se ha dicho, que a mi las impotencias me ponen mala y sentirme como una tonta aún mas. Pero hace unos días he recibido la carta con mi numerito, así que prueba superada.
Y agosto me estaba desesperando. No se por qué, porque hemos tenido vacaciones y ha hecho un tiempo fantástico, yo creo que es que ya me desespera todo. Pero es que todos nuestros amigos se han ido a España y Pablo está en urgencias 12 horas al día, así que me muero de ganas de que empiece septiembre, comenzar con las clases, que empiece él en pediatría con un horario normal, y que vuelvan todos de vacaciones, que se fastidien, pero las quedadas amiguiles aquí son lo que te dan la vida, así que volviendo ya.
No me quejaré no, porque el verano ha sido movidito movidito, porque eso si, no paramos. Tuvimos la visita de Arancha que pasó una semana de las chungas de trabajo de Pablo aquí conmigo y me hizo muyyy feliz.
NOS DEJAMOS UN DÍA LAS LLAVES DENTRO Y HUBO QUE ESPERAR A LAS 10 DE LA NOCHE A QUE VOLVIERA PABLO, SOMOS DOS PAVAS
JUGAMOS AL BRANDI DOG Y A LAS CARTAS, POR SUPUESTO

Un año después... y para celebrarlo nos vamos a Amsterdam!

Hoy estoy con el ánimo alterado. Y la causa de esta alteración de ánimo no es nada inteligente o profundo, es simplemente que me encuentro en el primer día de regla. Y mientras que debería andar por ahí dando saltitos y sintiéndome feliz de ser mujer, yo soy mucho más mundana y me encuentro con la moral por los suelos y comiendo chocolate a todas horas. Pero no hay que preocuparse, esto es algo normal en mi, ya lo conozco, viene pasándome una vez al mes desde hace casi 25 años. Pero es que en estos días me posee el alien que hay dentro de mi. Y si ya de por mí yo soy una montaña rusa de emociones, ya que según Pablo, y tiene toda la razón del mundo, yo puedo estar un día eufórica, que digo un día, una hora o, si me apuras, un minuto eufórica, y al siguiente apática en el sofá, imaginaos con el cuerpo llenito de hormonas revolucionadas.

36 Cumpleaños Feliz y Semana Santa en Holanda: Volendam, Marken, Amsterdam, Leiden, Gouda y Delft

Hoy es 8 de abril, día de mi 36 cumpleaños. Y aquí solita en mi casa, con pablo trabajando y mi cuerpo llenito de inspiración, he decidido dejarla salir en forma de post. La verdad es que ya teníamos ganas de volver por aquí, y últimamente hemos recibido muchos comentarios y algunos emails preguntándonos cómo nos va y pidiéndonos que escribiéramos una nueva entrada para poneros al día. Y aquí estoy, el día de mi 36 cumpleaños. Con el solito, que por fin ha vuelto, entrando por la ventana en nuestro nuevo piso. Y es que en estos tres meses han pasado muchas cosas, porque cuando uno está fuera no paran de pasarle cosas. Y eso me hace feliz.

Pablo está completamente integrado en su trabajo. Ha avanzado mucho con el alemán, ya lo entiende casi todo y cada vez lo habla mejor, aunque aún tiene mucho que aprender. Y ya está haciendo guardias, a lo que yo, histérica de nacimiento, me he acostumbrado mejor de lo que pensaba. Porque si en Sevilla me muero de miedo y cada vez que hace guardia tengo que meterme en mi cuerpo serrano un tranxilium para poder dormir, aquí duermo como una bendita sin pastillas ni nada. Así que estoy como loca. No porque haga guardias, claro está, que ojalá no las hiciera aunque cobrara menos, sino por haber superado ese miedo patológico que me pone fuera de mi, cosa que tampoco es difícil.
Yo, por mi parte, seguí dos meses más con el curso de Alemán, hasta finales de febrero. Pero cuando se acabó no me apunté al siguiente nivel porque tuve que organizarlo todo para la mudanza. Siiiii decidimos mudarnos y sin pensarlo mas así lo hicimos. Porque tengo que decir que nosotros somos de asfalto, urbanitas, vamos que yo me muero por una calle peatonal más que por campo abierto, sobre todo para vivir. Y eso de un pueblo pequeñito como Lüdenscheid nos estaba quemando la sangre. Eso de que fuera sólo una calle, con todo cerrado a las 6, y ni un alma por ningún lado... que no que no, que había que buscar otro sitio donde vivir que no cogiera muy lejos para que Pablo pudiera ir a diario a trabajar. Y a 25 min de allí se encuentra Hagen, una ciudad ya mucho más grande, con otro ambiente, y una comunidad de españoles grandecita. Así que sin pensarlo dos veces nos buscamos un pisito allí, y donde? Pues claro, cómo no en la calle peatonal. Para mi son todo ventajas, la única desventaja era la mudanza, que el único horario de apertura al tráfico es de 7 a 10 y a esa hora teníamos que venir todos los días a traer cosas. Yo pasaba el día recogiendo, desmontando muebles y empaquetando y cuando venía Pablo de trabajar llenábamos el coche hasta arriba y lo traíamos aquí y venga viajitos a un tercero sin ascensor. Ha sido una paliza, os juro que estábamos los dos muertecitos. Y así hasta el día de la mudanza final, para lo cual necesitamos un camión alquilado y la ayuda de 5 inestimables amigos que tengo que decir que me dejaron impresionada: subieron entre dos la lavadora a un tercero sin hacer ninguna paraita... flipo. Y en cuestión de un par de horas estaba todo lo gordo arriba. Ufffff madre mía!! y a mi que me había quitado el sueño la mudanza. Cuando lo vimos todo arriba pablo y yo no nos lo podíamos creer. Ya estaba todo allí sólo faltaba montar muebles y organizarlo todo. Y este es el resultado, os pongo algunas fotillos:
 
MOMENTO LAVADORA SALIENDO DEL PISO ANTIGUO

Navidad en familia en Alemania y Francia

Escribo este post en uno de esos días de ¿qué hago yo aquí? Y esa sensación de angustia que hoy sentimos los dos es debido a múltiples motivos que paso a explicaros.
Para eso tengo que remontarme al día 23 de diciembre, día en que llegaron para visitarnos mi madre y mi hermana pequeña Paloma.
AQUÍ ESTÁN LAS DOS, A QUE SON GUAPAS?

Feliz Navidad 2012-2013

Día 23 de Diciembre y el mundo no se acabado. Yo estaba a la expectativa porque con los alemanes nunca se sabe. Pero no, al final no pasó nada el 21, ni el 22... bueno, el 22 sí, que fue la Loteria de Navidad y cayó un quinto premio en mi pueblo, y eso siempre es motivo para alegrarse. Este año estamos viviendo una Navidad muy diferente a la del año pasado. Parecida en cuanto a que estamos lejos de casa. Pero diferente porque el año pasado estábamos en África, rodeados de palmeras, y este estamos rodeados de nieve en el centro de Europa. Vaya cambio no? Y aunque en Guinea pasamos algunas penas, no os creáis que no echamos de menos estar allí con nuestros compañeros. Pero este año ha tocado la Navidad más opuesta, vivirla desde el “otro mundo”. Y está bien para comparar, dos Navidades seguidas, una en lo que se considera el mal llamado “Tercer mundo” y otra en el puritito centro del capitalismo. Y las diferencias son tantas... me ha servido para reflexionar.

Pero no nos pongamos profundos, que sólo quería escribir este post para desearos Feliz Navidad a todos!! porque hay algunos que nos seguís desde hace ya mas de 4 años, y otros que se han ido incorporando por el camino. Y a todos tenemos que estaros agradecidos. Porque cada vez que escribimos un post recibimos algún mail diciendo: ya estaba yo extrañada, la próxima vez no tardéis tanto en escribir. O dando algún consejo, unas palabras de ánimo. Para todos va dedicado este post, y a todos os deseamos que el 2013 sea muyyy feliz.

Por aquí va todo bien aunque es un tiempo de despedidas. Despedidas porque todos nuestros amigos que conocemos aquí, se han marchado a sus países de origen a pasar la Navidad. Así que ha habido muchas despedidas. El curso de alemán se ha terminado, ya nos despedimos todos el último día, ya todos se marchaban. Y nos dio mucha pena, porque han sido dos meses muyy divertidos, conociendo mucha gente nueva, sintiéndonos de nuevo como en el cole.
AQUÍ TENEMOS UNA FOTO DEL “RECREO” DEL ÚLTIMO DÍA, CON NUESTROS AMIGOS MALLORIQUINES, UN TURCO Y UNA RUMANA

Oh blanca Alemania

Hola a todos!

Uff, que de tiempo sin escribir, sobre todo yo (Pablo), no tenemos perdón de Dios. Pero es que esto de estudiar Alemán parece que no, que en un pispas tiene uno esto aprendio juntando muchas palabras y acabando los verbos en “-en”, pero no señores, no, esto lleva su tiempo.
Y es que el idioma Alemán tiene guasa de verdad. Yo lo primero que descubrí cuando llegamos aquí, a los 2 o 3 días, es que Yoda era Alemán. Si, si, el mismísimo Yoda, el maestro Jedi, ahí donde lo veíais, bajito, calvo y jorobadito, tiene más que ver con los alemanes que simplemente por el aspecto físico (jejeje).

4 días en Berlin

Uyyyyy casi casi no? Pues así es el alemán, que te ponen el no al final y hasta el último momento no sabe uno si si o si no. Pero en este caso es que no, que no ha aprobado vamos, ha estado a puntito pero al final ha sido que no. El examen fue en Düsseldorf, en el Goethe Institute. Se presentaron los 5 médicos y la mujer del letón, que los letones vinieron sabiendo bastante alemán así que tenían un nivel muy alto. Yo no me presenté por varios motivos. El primero es que aún no estoy preparada, no tengo un nivel B2 de ninguna manera, y el segundo es que a mi creo que sólo me van a pagar un examen. La verdad es que no me lo han dicho directamente pero claro, no van a estar pagándome examen tras examen hasta que apruebe. Como yo no soy médico sino “mujer de”, imagino que el hospital sólo me lo pagará una vez. Y como el examen en cuestión cuesta nada menos que 200 euritos, no quiero desaprovechar mi oportunidad cuando se que no voy a aprobarlo, prefiero esperar a tenerlo más seguro y entonces presentarme, cuando tenga alguna posibilidad. Así que mientras que los 6 restantes hacían el examen de 3,5 horitas, la menda se fue a desayunar y a pasear por el centro de Dusseldorf. No salieron muy contentos y todos muy cansados del estrés y los nervios. Así que Pablo y yo decidimos quedarnos a pasar el día allí y pegarnos un homenaje de Sushi siguiendo nuestra teoría de “un disgusto, un gusto”. Esta foto da fe: