Para
cruzar a Laos por el norte de Tailandia cogimos un cutrebus en Chiang
Rai que por 1,5€ (65 Bath) nos llevaría hasta el pueblo fronterizo
de Chiang Kong. Los autobuses salen cada media hora, así que no hay
problema, te vas a la estación y esperas al siguiente. El trayecto
dura 2 horas en las que vas pasando por pobladitos y campos de arroz
muy bonitos. Y es poco antes de llegar a Chiang Kong donde tienes que
decidir en qué forma puedes cruzar la frontera. Hay dos opciones:
1.
El autobús te lleva hasta la estación de autobuses de Chiang Kong,
desde donde puedes ir al muelle en Tuk-Tuk o dando un paseito de 20
minutos, y un barquito te cruza el Mekong hasta Houai Xai (Laos) por
1€ (40 Bath), previo paso eso sí por el puesto fronterizo de
Chiang Kong para que os sellen la salida de Tailandia (si no lo
haceis, podéis tener problemas para volver a entrar). Una vez en
Laos pasas también por el puesto de frontera y con una foto de
carnet y 35$ o 320.000 Kip (la moneda de Laos, al cambio 10.000 es
1€) te dan el visado para 30 días.
2.
El autobús te para en el desvío hacia el paso de frontera de tierra
a unos 4 km antes de llegar a Chiang Kong. Ahí tienes que coger un
Tuk-Tuk para recorrer los 5 kms. Que te separan de la frontera (te
piden 100 Bath por persona, pero al final lo sacamos por 100 los dos,
unos 2,5€). Una vez en la frontera, lo mismo, sellas la salida de
Tailandia y coges un bus que te lleva por 0,5€ te llevan a puesto
laosiano, donde otra vez con una foto y 35$ te dan el visado. De ahí
hay unos 10kms hasta Houai Xai, así que toca coger un Tuk-Tuk que
por unos 2€ (75 Bath o 20.000 Kip) por persona te llevan al centro
de la ciudad.
EL AUTOBUS DE CHIANG RAI A CHIANG KONG
Nosotros
habíamos apurado el visado de Tailandia al máximo, o sea, teníamos
que salir sí o sí ese día de Tailandia, y pensando que con la
primera opción no podríamos cruzar a Laos hasta el día siguiente
nos decidimos por la segunda. Pero pensamos que la primera opción es
más barata y más fácil.
He
de decir que todo el mundo nos había dicho (o habíamos leído) que
el visado lo tienes que pagar en dolares americanos, pero nosotros ni
teníamos dolares, ni queríamos cambiar Baths a dolares por la
comisión que te suelen cobrar, así que nos fuimos para la frontera
de Laos sin dolares y sin baths, confiando en que se pudiese pagar en
Kips y en que hubiera cajeros. Y efectivamente hay cajeros, casas de
cambio y todo lo que necesites para tan costoso trámite. Nosotros
sacamos Kips y pagamos en moneda local, así lo que nos sobró ya lo
teníamos para viajar por Laos. Eso sí, te hacen el cambio fatal,
así que al final da igual si cambias dolares o no, te sale más o
menos por lo mismo.
En
Houai Xai hay poco o nada que hacer. La gente viene aquí por dos
motivos, o cogen un bus nocturno 12 horas para ir a Luang Prabang o
llegan a ésta ciudad por el Mekong en un crucerito de dos días. Y
como a nosotros nos encanta eso de que nos “paseen” enseñándonos
cosas pues por supuesto que nos fuimos en el barco. Buscamos un sitio
donde dormir (Sabadee gesthouse, habitación doble con baño por
80.000 Kips, 8,5€), dimos un minipaseo y nos fuimos temprano a
dormir.
UNA CALLE DE CHIANG KONG
SUBIMOS A UN TEMPLO EN LO ALTO DE UNA COLINA DESDE DONDE HABÍA UNAS VISTAS MAGNIFICAS
Al día siguiente fuimos al embarcadero previo
aprovisionamiento de comida, ya que el barco navega río abajo
durante 7 horas. En el pueblo te venden los tickets, pero nosotros lo
compramos directamente allí, ya que te ahorras como 3 euros al
cambio. El paisaje del Mekong es precioso, con el agua tan marrón,
la vegetación tan verde y el cielo tan azul con sus nubes blancas,
era de postal. El barco iba repleto de guiris de todas las
nacionalidades, y también algunos locales que iban bajándose en
pobladitos de cuatro casas en medio de la selva.
LOS BARCOS EN EL EMBARCADERO
EL GUIRIBARCO
EL PAISAJE ERA ESPECTACULAR
LOS NIÑOS NOS SALUDABAN DESDE LA ORILLA DE SUS POBLADOS
Tuvimos la mala
suerte de que en el barco había un grupito de guiris veinteañeros y
una pareja de australianos cincuentones que no han sabido envejecer y
que se creen que siguen teniendo 18 años, y lo más flipante es que
venían con sus neveras de camping llenas de hielo, cervezas e
incluso un par de botellas de whisky! Flipo, no pueden pasar ni seis
horas sin beber?!? Lo de los chavalitos de veintipocos lo puedo
entender, pero lo de los cincuentones acabados olía más a
enfermedad que a otra cosa. Nos dieron un viajecito que no veas, con
su altavoz y su música tecno a todo volumen y gritando y bebiendo
como si estuvieran de botellón, pero con 50 personas más alrededor
que además no pueden irse a ningún otro sitio. En fin, cuando
viajas te expones a ésto. La primera noche la haces a mitad de
trayecto, en una aldeita llamada Pakben, literalmente una calle que
vive por y para el guiri: hostels, restaurantes y tiendas de
comestibles a derecha e izquierda. Ahí nos metimos en uno de los más
decentes que había, nos dimos una ducha y a la cama temprano, ya que
el barco salía al día siguiente a las 8:30 a.m. y eso para mí es
madrugar. Y tras 10 horas de barco aguantando otra vez a los felices
del whisky llegamos a Luang Prabang, que a primera vista promete. Ya
os contamos en el siguiente post. Un beso a todos!
Me gusto mucho vuestro post.gracias
ResponderEliminarNosotros cuando estuvimos por allí la verdad que disfrutamos mucho de los paisajes. Siempre es una de las recomendaciones que hacemos a todos los que quieren visitar Tailandia.
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