Que ver y hacer en Sidney , Bondi Beach y las Blue Mountains

Los últimos 8 días los hemos pasado en Sidney, y en ese tiempo hemos descubierto que 8 días no son nada, es imposible conocer esta ciudad en una semana. Sidney es una ciudad maravillosa, increíble, de esas que te enamoran a primera vista, de esas en las que piensas que podrías vivir sin problemas.

Llegamos a medio día y Peter, nuestro siguiente intercambio, nos estaba esperando amablemente en el aeropuerto para llevarnos a su casa, en Hunters Hill. Este intercambio lo haremos con Karen, la esposa de Peter, y su hija Alex. Las dos van a pasar un mes y medio en nuestra casa aprendiendo español en una academia. Este mismo tiempo íbamos a pasar nosotros aquí en la suya, aunque al final, por circunstancias de la vida, no haya podido ser. Pero hemos disfrutado 8 días de una casa increíble, preciosa, decorada toda blanca, con espacios muy amplios y todas las paredes de cristales, una verdadera pasada.

Y en un barrio residencial lleno de inmensas casas y junto al mar, delante de un puerto en el que, casi todos los vecinos, incluido Peter, tienen su barco.

LA CASA DE KAREN Y PETER

EL SALÓN Y NOSOTROS DESAYUNANDO

LA COCINA-SALITA Y CADA UNO DÁNDOSE A SUS VICIOS: ENRIQUE COCINANDO, PABLO CON EL ORDENATA Y ESPE JUGANDO A LOS BOLOS CON LA WII, QUE TODAS LAS NOCHES HABÍA UNA COMPETICIÓN.

NUESTRO CUARTO

 

EL DE ENRIQUE Y ESPE 

EL CUARTO DE MI MADRE

Cuando llegamos a la casa, Karen y Alex estaban como locas preparando sus equipajes. Una hora más tarde Peter las llevó al aeropuerto para que se fueran rumbo a mi casa, en Sevilla. Peter decidió no ir, se ve que el hombre no quiere aprender español. Mientras, se queda en su otra casa, pero no en la de la playa que tienen sino en otra que tienen en unos viñedos, mola no? Pues sí, toda esa pasta tiene la gente por ahí.

Esa tarde la dedicamos, como siempre, a irnos al supermercado a llenar la nevera de comida y guarradas, de esas que también son comida pero que sólo sirven para que se te vayan a los molletes directamente. Y yo que quería adelgazar para estar monísima para el verano, no va a poder ser. Qué pena mas grande...

Y al día siguiente ya de lleno a conocer la ciudad. Para ir desde la casa hasta el centro cogemos el coche y vamos hasta el muelle, a unos 5 minutos. Allí cogemos un ferry que en 30 minutos exactos nos deja junto a la ópera y al Harbour Bridge, justo en el centro de la ciudad.

COGIENDO EL FERRY PARA IR HASTA EL CENTRO

EN EL FERRY

LA VISTA DEL CENTRO DESDE EL FERRY

Y qué se puede decir de Sidney? Ufffff es imposible, hay tantas y tantas cosas que sería imposible describirlo todo. Tiene un centro lleno de rascacielos y edificios antiguos del siglo XIX, grandes avenidas, parques, miles de tiendas... Y cuando te alejas del centro descubres que la ciudad es inmensa y entera de casas bajas, de máximo dos plantas. Las antiguas y las nuevas, llenas de cristaleras y sin ningún sistema de seguridad. Hemos paseado hasta la saciedad y disfrutado mucho. A pesar de que el tiempo no nos ha acompañado demasiado. Aquí es otoño, está entrando el invierno y los días eran grises y nos ha llovido. 

 

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La visita al interior de la Ópera nos ha encantado, no me lo esperaba. Yo creía que era un sólo teatro pero resulta que dentro es tan grande que está lleno de tiendas, restaurantes, y hay 5 teatros, 3 más pequeños y 2 inmensos, para 2500 espectadores y salas de ensayo, camerinos, almacenes de escenarios... Es una auténtica obra de arte de la arquitectura aunque por fuera es de pequeños azulejos, algo que sorprende bastante si se tiene en cuenta que es un edificio inmenso. La verdad es que la visita (25 € por persona 1 hora) nos encantó.

LA ÓPERA VISTA DESDE UNO DE LOS LADOS

LA ÓPERA VISTA DESDE LOS JARDINES BOTÁNICOS CON EL FAMOSO HARBOUR BRIDGE DETRÁS

EL CONCERT HALL, LA SALA MÁS GRANDE E IMPRESIONANTE DE LA OPERA

THE ROCKS, EL BARRIO JUNTO AL PUERTO QUE ES EL MÁS ANTIGUO DE SIDNEY, DONDE SE INSTALARON LOS INGLESES POR PRIMERA VEZ. TIENE MUCHOS EDIFICIOS ANTIGUOS CON GRANDES PORTALONES EN TODAS LAS PLANTAS Y POLEAS PARA SUBIR LAS MERCANCÍAS. MUCHOS SE HAN TRANSFORMADO EN PISOS U OFICINAS MANTENIENDO LA ESTRUCTURA ORIGINAL. MARAVILLOSO

CASAS ANTIGUAS DE ESE BARRIO

LA IGLESIA MAS ANTIGUA DE TODA AUSTRALIA

EL AYUNTAMIENTO

OTRO EDIFICIO PRECIOSO. LO DEL FONDO ES UN CENTRO COMERCIAL CON TIENDAS DE LUJO Y LA DE LA ESTATUA ES LA REINA VICTORIA

EN UNA TIENDA DE GAFAS DE SOL DE LO MAS ORIGINAL, HABÍA DE TODO!!!

EL JARDÍN BOTÁNICO DE SIDNEY

UNA VISTA DEL CENTRO DESDE EL JARDÍN BOTÁNICO

LA CASA DEL GOBERNADOR, NO ESTÁ MAL LA CHABOLITA NO? AY QUIEN VIVIER AHÍ COMO UNA PRINCESITA DE CUENTOS DE HADAS!

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Una tarde nos fuimos a visitar el Acuario de Sidney que es realmente una pasada. Tiene muchísimos peces de todo tipo: unos caballitos de mar que parecen algas, medusas de esas que emiten luces en la oscuridad, pulpos... de todo, es precioso. Pero lo más alucinante es que tiene dos pasillos en los que pasas por dos acuarios gigantescos a través de un tubo de cristal en el que los peces te pasan por todas partes. Uno está lleno de manatíes gigantescos y otros peces inmensos realmente. El otro es el de tiburones, hay muchísimos, de decenas de especies diferentes. También hay mantas y tortugas inmensas. Es increíble porque pasan nadando tranquilamente a 5 cm de ti, el grosor del cristal, y te pasan por encima y por los lados de forma que puedes verlos desde todos los ángulos, es una experiencia alucinante, de verdad, fue magnífico, pasamos allí horas, además de porque Pablo hizo una foto a cada pez del acuario, porque disfrutamos muchísimo (Ver Video).

BIENVENIDOS AL ACUARIO DE SIDNEY

EN UNO DE LOS PASILLOS DE CRISTAL

SI OS FIJAIS MI MADRE Y YO ESTAMOS EN EL PASILLO DE ENFRENTE MIRANDO A LOS DOS TIBURONES QUE ESTÁN PASANDO POR DELANTE EN ESE MOMENTO

ME HICE ÍNTIMA AMIGA DE UN PEZ QUE TENÍA LOS LABIOS MUY PARECIDOS A LOS MÍOS, POR EL GROSOR Y EL COLOR

Tuvimos la suerte de que en Sidney estaba celebrándose un festival de Jazz y Blues. Parece que el jazz nos persigue, en Auckland también tuvimos suerte. En el puerto de Darling había un escenario flotando en el mar y unas gradas llenas de gente viendo el espectáculo. El rato que estuvimos había un grupo de jazz fusionado con música africana y luego actuó un dúo con una guitarra y un violín que era maravilloso (VER VIDEO)

EL ESCENARIO FLOTANDO EN EL MAR

EL PUERTO DE DÍA

EL DÚO EN PLENA ACTUACIÓN

Otro día lo dedicamos a ir a ver la playa de Bondi, la famosa Bondi Beach. Yo la había visto muchas veces porque hay una serie en el digital en la que hacen un día con los vigilantes de esta playa y quería comprobar si realmente están tan buenos como los que salen en la tele. La playa es exactamente igual que en la tele, y la caseta, las motos acuáticas, las tablas de surf y los cochecitos de playa son exactamente igual. Pero los tíos no eran los mismos, o al menos los que había en ese turno se habían venido un poco a menos. La playa es inmensa, con la arena blanca y con cientos de surferos esperando a que llegue la gran ola. Las casas que hay mirando al mar son espectaculares y los acantilados de los lados la hacen aún más bonita.

BONDI BEACH

ALMORZANDO EN BONDI, PABLO ENGULLÓ UNA HAMBURGUESA DOBLE QUE NO LE PERMITIÓ LEVANTARSE EN UN RATO

LA CASETA DE LOS VIGILANTES DE LA PLAYA

LA PLAYA VISTA DESDE UNO DE LOS ACANTILADOS

LOS CINCO EN EL ACANTILADO

HABÉIS VISTO QUE RIESGOS CORREMOS? DESDE ENCIMA NO SE VEÍA PERO CUANDO NOS DIMOS CUENTA NOS CAGAMOS

Otro día lo dedicamos a las Blue Mountain. Es un parque nacional que hay a unos 80 km de Sidney y es una preciosidad, lo malo es que el día estuvo con mucha niebla y no se veían bien los paisajes. Bajamos hasta unas cataratas por una caminata entre vegetación y rocas erosionadas impresionantes. Pero poco más pudimos ver, así que comimos en el pueblo de katoomba, en un pub irlandés precioso donde comimos hasta reventar, y nos volvimos a Sidney.

UNA CATARATA EN EL PARQUE NACIONAL

PABLO ENTRE LA NATURALEZA

COMIENDO EN EL PUB

Y bueno, el último día ya fue de despedida del viaje. Ayer lo dedicamos a pasear y a visitar el mercado de pescado. Es un sitio alucinante porque está lleno de puestos de pescado y marisco en los que además te lo cocinan y te puedes sentar a comerlo frito, hervido o como sea. Está lleno de langostas, abalones, cangrejos como la cabeza de sinchán, gambas, pulpos, patas, de todo. Y allí que nos sentamos a almorzar pescadito frito y langosta. Que si decimos la verdad tenemos que reconocer que no tiene nada que ver con el pescado y el marisco que tenemos allí la verdad. Otra cosa llamativa es que era todo muy caro, había atún a 80 € el kilo y cosas así y estaban los chinos a saco comprando de todo con los fajos de billetes. Y no es casualiudad que luego fuéramos al casino y nos encontráramos allí a los chinos jugando los dineros en billetes de 100 en 100, que en una tirada de ruleta podían perder 300 €. Si es que digo yo que se están haciendo con el mundo, tenemos que estar “ojo avizor”.

MIRANDO LOS MARISCOS

DEGUSTANDO LOS MARISCOS

Y hoy viernes por la tarde sale nuestro avión que nos dejará en Sevilla el sábado por la tarde. Nos espera un viaje largo y triste, pero nada que no podamos superar. No quiero que esto sea una despedida porque es demasiado fuerte para mi, así que cuando estemos instalados en Sevilla volveremos a escribiros. Un beso a todos. 

LA BAHIA DE SYDNEY DE NOCHE