El día 8 de mayo volamos de Melbourne a Brisbane en un vuelo de la compañía Tiger que estuvimos a puntito de perder gracias a que el chino que había en la ventanilla no me dejaba facturar sin que Pablo, que había ido a devolver el coche de alquiler, estuviera de cuerpo presente. Y faltaban 10 minutos para cerrar la facturación así que lo di por imposible y empecé a buscar con los ojos un sitio confortable donde dormir en la cutre terminal de la compañía mientras me acordaba de los antepasados del chino y me juraba a mi misma que nunca más saldría con el tiempo tan justo (algo que realmente nunca cumpliré). Pero justo cuando estaba facturando la última persona, y como si de una película de Indiana Jones se tratase, apareció Pablo. Y nunca lo he querido tanto tanto como en ese momento, uffffff que alegría tan grande verlo entrar en la terminal, como a cámara lenta, mientras el último minuto se agotaba en el reloj de aguja de la puerta...
Bueno es un poco peliculero, pero yo me llevé un sofocón del que luego me costó recuperarme.
Bueno es un poco peliculero, pero yo me llevé un sofocón del que luego me costó recuperarme.
Esa noche dormimos en un hostel del centro de Brisbane, (Base Central, a 50 € la noche) que no estaba mal pero era famoso por tener fiesta a tope todos los días de la semana, así que íbamos preparados con los tapones para afrontar una noche de pesadilla. Menos mal que nos dieron una habitación muy limpia y en un ala muy silenciosa del edificio, así que no tuvimos problemas para dormir.
A la mañana siguiente nos fuimos rápidamente a un apartamento para 5 que teníamos alquilado para las siguientes 3 noches, porque esa misma mañana llegaron mi madre y Enrique y Esperanza, unos amigos de toda la vida con los que vamos a compartir el resto del viaje. Vinieron cansados, pero como llegaron a las 7 de la mañana pues les tocaba aguantar el tirón hasta la noche para intentar coger el ritmo.
El apartamento era genial, Darhl Court Apartments, por 22 € por persona y noche tenía dos habitaciones dobles, un sofá cama en el salón, la cocina, un baño y un jardincito con una mesa para comer al aire libre. Lo primero fue comprar comida para desayunar y cenar en la casa, muchas ensaladas y carne, salchichas o salmón para acompañar.
Así que ese mismo día comenzamos a patearnos la ciudad. Brisbane es una ciudad asequible a pesar de que tiene un 1.800.000 habitantes. El centro no es muy grande y tiene una buena red de transporte. Resulta muy curioso ver la mezcla de edificios antiguos con los rascacielos, siempre es así aquí y siempre me gusta verlo. La atraviesa un gran río por el que corren los ferrys y resulta precioso verlo de noche, con los edificios y puentes iluminados. Pasamos dos días paseando.
EN MEDIO DEL PARQUE, Y A LA ORILLA DEL RÍO, HABÍA UNA PISCINA INMENSA Y UNA PLAYA ARTIFICIAL GIGANTE MUY BIEN CUIDADA, CON AGUA IMPECABLE Y GENTE BAÑÁNDOSE
Otro día lo dedicamos a ir a ver animales típicos australianos, de esos que uno no ve en ninguna parte si no va a buscarlos expresamente. En Brisbane hay un gran zoológico, pero no nos apetecía ir a verlos a un sitio tan grande y tan impersonal. Así nos enteramos que cerca de la ciudad había una reserva, un santuario de koalas donde tenían en libertad, aunque dentro de un terreno acotado, multitud de animales a los que acogen cuando están con problemas y ayudan a que se reproduzcan. La reserva comenzó con 2 koalas y a día de hoy tiene 130 que andan sueltos por los árboles comiendo hojas de eucaliptos y durmiendo, porque duermen más que Pablo, unas 20 horas al día. Y tardan en hacer la digestión 100 horas, que creía yo que soy de malas digestiones... En fin que nos encantó pasar unas horas con los koalas, los canguros, los wombats, los demonios de tasmania, un ornitorrinco, loros, cacatúas... Los koalas son suaves pero ásperos a la vez, como si acariciaras una alfombra de lana o algo así. Y los canguros no eran suaves, eran ásperos aunque muy amigables, bueno llamemoslos convenidos mejor porque si tenías comida te echaban cuenta pero si no... ni te miraban.
AQUÍ DÁNDOLES DE COMER, ES UNA COMIDA ESPECIAL QUE COMPRAS ALLÍ MISMO Y VIENEN A COMER DE TU MANO, SON AMISTOSOS
PABLO Y UN CANGURO FIRMARON UN CONTRATO: PABLO LE DABA DE COMER Y EL CANGURO LO LLEVABA DE VUELTA AL COCHE EN LA BOLSITA
UN DEMONIO DE TASMANIA, POR FIN HE VISTO UNO! NUNCA HABÍA VISTO A ESTE ANIMAL (ME GUSTA MÁS EL DE LOS DIBUJITOS)
Por la tarde aún tuvimos tiempo de dar otro paseo por la ciudad, ver el jardín botánico y montar en barco por el río.
Al día siguiente nos marchamos, en nuestro coche de alquiler, rumbo a Byron Bay. Esta pequeña ciudad de 9000 habitantes está al sur de Brisbane y, para llegar a ella, hay que pasar por toda la “costa dorada” australiana, la Gold Coast. Aunque Byron Bay está sólo a unos 150 km tardamos todo el día en llegar porque fuimos recorriendo la costa y parando en todos los pueblos. Esta zona es el paraíso de los Surferos, de hecho uno de los principales pueblos de aquí se llama Surfers Paradise. Está todo lleno de grandes playas con grandes olas y surferos por todas partes.
NOS PARAMOS EN UNO DE LOS PUEBLOS DONDE LOS BARCOS PESQUEROS VENDÍAN DIRECTAMENTE, Y YA COCIDOS, LOS LANGOSTINOS RECIÉN COGIDOS DEL MAR. COMPRAMOS MEDIO KILO DE LANGOSTINOS TIGRE Y ESTABAN DELICIOSOS.
Y ya por la noche llegamos a Byron Bay, donde teníamos un intercambio con un chico llamado Dru en una casa preciosa con decoración Zen y junto al centro y la playa. Dru no tiene pensado venir a Europa de momento, pero nos ha dejado pasar aquí tres noches y nos ha preguntado si a cambio, en vez de ir él a nuestra casa, puede venir una amiga que trabaja en Suiza para Naciones Unidas. Mientras que nosotros estamos aquí, el vive en su caravana, ¿no es genial? Hemos pasado 2 días disfrutando de una ciudad tranquila, famosa por el surf y los centros de zen y meditación, llena de hippies pero de edad, de los del 68, y de jóvenes que buscan playa y vida nocturna. Y la playa de Byron Bay es espectacular, una bahía maravillosa con un mar tan transparente que puedes verte los pies incluso si el agua te llega por el cuello. Y lo mejor es que detrás tienes naturaleza a tope, y es inmensa, muy larga y muy ancha. Y como aquí no hay contaminación alguna pues el color del cielo es de un azul que nunca habíamos visto, es casi turquesa, todo el rato miramos el color del cielo porque llama mucho la atención.
CUANDO NOS HARTAMOS DE ARENA, DESPUÉS DE ALMORZAR, NOS FUIMOS AL CÉSPED QUE HAY JUNTO A LA PLAYA A DORMIRNOS UNA SIESTA, QUE AUNQUE ESTEMOS EN AUSTRALIA NO HAY QUE PERDER LAS COSTUMBRES ESPAÑOLAS
Este es el lugar más al este de Australia y tiene un cabo con un faro precioso desde el que se ve toda la bahía. Desde aquí se ven muchas estrellas, un cielo increíble, llenito de estrellas en el que se puede ver hasta la vía láctea.
Así que estos dos días hemos paseado, tomado el sol y comido hasta reventar. Que por cierto hemos comido cangurito, y lo digo así porque después de haberlos acariciado y alimentado daba como más pena. Pero sabía igualito que el solomillo ibérico de mejor calidad, tierno tierno y delicioso.
Otra cosa curiosa que vemos aquí son las aves, hay muchísimas aves muy bonitas, loros de todos los colores, cacatúas blancas como la nieve... Y delfines, esta costa está llena de delfines, van en grandes grupos y se paran frente a la costa para jugar con las olas. El otro día desde lo alto del faro pudimos ver a un grupo que se lo estaba pasando de lo lindo muy cerquita.
Así que aquí seguimos, por este país en el que se respira, sobre todo, tranquilidad y aire puro. Relajándonos, desconectando y disfrutando. Hoy sábado cogemos otro vuelo rumbo a Cairns, a dos horas, para ver la barrera de coral más grande del mundo. Besitos a todos!
Genial chicos...que envidia, me recordais mis vacaciones del verano pasado....CAIRNS es estupendo la barrera impresionante y en Kuranda puedes coger un koala en brazos...si vais a Kuranda, subir en tren y bajar en telecabina (que tiene mayor frecuencia de horarios y así no oos tenéis que quedar tanto en el pueblo)
ResponderEliminarQué bueno leer vuestros relatos. Los esperamos impacientemente. Disfrutad mucho de allí, que nos dáis mucha envidia.
ResponderEliminarun beso desde cartagena
Hombre por fin vemos los canguros y los coalas, yo crei que andaban por las calles, igual que las vacas por la india.
ResponderEliminarBueno ya veo que lo estais pasando bien, ademas muy bien acompañados.
Muchos besitos pa tos.
Qué maravilla de fotografías, me encanta lo que estáis visitando. La casa antigua delante de los rascacielos, se parece a la de la peli de UP. Dadle un abrazo muy fuerte a Yoli y besos para todos
ResponderEliminarjoder, como podéis estar con un canguro tan bonito y luego comer su carne tranquilamente, pobrecillo
ResponderEliminarBesos desde la calle Ardilla para todos ,en especial para enri y espe!!!
ResponderEliminarYa os sitúo un poco mejor, porque con los correos de mi madre tan escuetos no me enteraba de nada. Seguid disfrutando y poniéndonos los dientes tan largos que en el fondo me encanta teneros envidia.
ResponderEliminarOs quiero mucho mucho mucho a los cinco.
Arancha
Que endivia más cochina nos estáis dando...
ResponderEliminarPasadlo muy, muy bien y nos contáis ositas cuando lleguéis.
Besos para todos.
Que maravilla de playa jooder!!! Que envidia... Un beso y abrazo a los dos!!
ResponderEliminarChulisimas las fotos, en especial las de los animales, qué bonitos, y qué ricos ¿no?bueno, todos hemos tenido un pollito o patito de pequeños y luego qué buenos nos saben al chilindrón o a la naranja, lo mismo en toos laos,
ResponderEliminarBesos
Jagoba y Laura.
Tu cuñada y hermano estan aluzinados con las fotos y algo envidiosos del magnifico viaje que o estais pegando.( Y eso que nosotros estuvimos cerca de ese magnifico pais) Besos tu hno n.11
ResponderEliminarHe encontrado esta aventura por casualidad, como suelen suceder estas cosas.
ResponderEliminarEl año pasado por estas fechas(14-08-09/28-08-09)yo estuve en Brisbane. Hice ese viaje con mis hijos. Vuestros recorridos, vuestras fotos.... me han vuelto a llevar a ese lugar ....
El trayecto de Brisbane a Byron es como el que hiocimos nosotros( para nos fue la última salida... nos vemíamos al día siguiente). También el viaje a Cairns. Preciosa la barrera.
Me encanta haber ebcontrado vuestra aventura.
Saludos Marivi