Que a la Fundación se viene a trabajar ya lo sabemos. Y se trabaja, os aseguro que se trabaja bastante. De hecho se trabaja de lunes a sábado mañana y tarde, cosa a la que no estamos acostumbrados y de la que nos quejamos sin consuelo los españoles. Pero qué es la vida sin el ocio, sin los amigos, sin las charlitas y las risas? Y más aún tratándose de españoles, que ya sabemos todos lo que nos gusta una juerga. Y es que cuando estás lejos de casa te unes más a quien tienes al lado. Y vivir en la Fundación es como estar en un campamento de verano de esos a los que te mandaban tus padres y volvías con una súper mejor amiga, a la que querías súper mogollón, casi hermana de sangre, de la que no ibas a separarte nunca jamás.
Si si, algo así como un gran hermano a lo bestia, una convivencia que unas veces es más estrecha de la cuenta y otras más divertida de lo normal. Y dónde está el equilibrio? Pues el equilibrio tienes que buscarlo tu y, algunas veces, no es fácil. Nuestra situación es diferente a la del resto porque vinimos en pareja. Y es más diferente aún porque estamos acostumbrados a estar juntos y solos las 24 horas del día durante muchos y muchos meses seguidos. Hemos llegado a la fundación y, de pronto, pasamos 9 horas al día separados. Y para nosotros pasar 9 horas al día separados os aseguro que es mucho. Si, lo se, somos empalagosos a limites insoportables pero es como nos sentimos, qué le vamos a hacer? Pero no se trata sólo de esas 9 horas, sino de todas las demás. En nuestro campus vivimos, hoy por hoy porque aquí la gente va y viene con mucha facilidad, 3 parejas (una de las cuales ha ido a España para dar a luz a su primer bebe) y 6 solteros locos como cabras y con muchísimas ganas de juerga. Marina, Elena y Verónica son nuestras inseparables, ellas nos llaman papá y mamá y nosotros a ellas nuestras hijas.
Cuando
llego a casa Pablo me está esperando vestido de deporte para ir a
jugar al badminton. Tenemos un gimnasio en el campus y una pista de
badminton que está bastante bien. Nos hemos comprado raquetas y
echamos partidos dobles en los que además de reírnos quemamos
calorías y nos cansamos mucho más de lo que ya estamos. Y si no hay
partido se vienen las niñas a casa a jugar a algún juego de mesa,
que ya sabéis que somos muy viciosos, o a charlar y cotillear sobre
los líos en el campus, que también los hay. A las 8 vamos todos al
comedor a cenar juntos y a las 9,30 o 10 aterrizamos en casa. Y casi
que nos miramos a la cara en soledad por primera vez en todo el día,
pero como estamos tan cansados no nos da tiempo ni de ver un capítulo
de una serie antes de que hayamos caído rendidos. Pero creedme si os
digo que se agradece estar rodeados de gente todo el día. Cuando
estás tan lejos de casa para mi los amigos son la sal de la vida.
JUGANDO
AL BADMINTON EN NUESTRO CAMPUS. LA PISTA NO ESTÁ NADA MAL
Los
días normales son como os he contado, pero quién buscaba
normalidad? Para eso me habría quedado en mi casa en Sevilla!!
porque la verdad es que aquí hay más días anormales que normales.
Muchos días hay eventos especiales, y esos días pedimos una
habitación en el campus principal y es Pablo el que se viene para
allá al acabar el trabajo. Os recuerdo que yo trabajo en el campus
principal y que me paso todos los días casi 2 horas en la carretera
entre ida y vuelta. Pues esos días Pablo se viene para allá,
pasamos la tarde allí, cenamos la comida deliciosa de su cantina y
dormimos en una de sus habitaciones. Eso tiene la ventaja de que yo
me levanto en mi lugar de trabajo y es Pablo el que se desplaza. Ummm
que placer son esos días. Y cuáles son esos eventos especiales?
Pues cualquier excusa, cualquier tontería: la despedida de algún
voluntario que se marcha, que tenemos que ir al súper en Anantapur,
que se han organizado unos juegos... lo que sea es suficiente para
irnos allí y estar con todo el mundo. Porque salvo los 12 que
vivimos en Bathalapalli, el resto hasta los 40 que somos viven casi
todos en el campus principal. Así que en estos dos meses hemos hecho
de todo:
DONACIONES
DE SANGRE PARA EL HOSPITAL
CENAS
EN CASA DE ALGÚN VOLUNTARIO
O
CENAS MULTITUDINARIAS DE DESPEDIDA
IR
A LA PISCINA: SI QUEREMOS PONERNOS EN BAÑADOR, TENEMOS QUE CERRAR LA
PISCINA PARA NOSOTROS SOLOS Y QUE LA RODEEN CON TELAS PARA QUE NO SE
NOS VEA DESDE EL EXTERIOR. ELLAS SE BAÑAN VESTIDAS.
EN
LA PUERTA DEL HOSPITAL HAY UN PUESTO DE COCO DONDE YA NOS CONOCEN.
AQUÍ ESPERANDO EL AUTOBÚS PARA IR AL CAMPUS PRINCIPAL.
NOCHE
DE JUEGOS
EL
DÍA DEL ORGULLO GAY NOS PREPARARON JUEGOS. UNO DE ELLOS ERA
REPRESENTAR EL FESTIVAL DE EUROVISIÓN POR EQUIPOS. A MI ME TOCÓ
TURQUÍA Y QUEDAMOS LOS ÚLTIMOS. PABLO QUEDÓ PRIMERO CON SU
WATERLOO.
Pero
el acontecimiento del mes ha sido la boda. Una boda entre una
española que vino de voluntaria y se quedó 5 años, y un indio que
trabajaba en la Fundación. La verdad es que ninguno conocíamos a
los novios, pero todos estábamos invitados y lo vivimos con una
intensidad que parecía que se casara una prima cercana. Todo el
mundo estaba como loco, las que no teníamos sari fuimos a hacernos
uno y los chicos se compraron kurtas. Además nos compramos las
pulseras y todo lo de decoración necesario para parecer ese día
unas verdaderas indias. Bueno, verdaderas guiris disfrazadas de
indias porque parecerse a ellas, que parecen princesas, es algo
imposible. Pero dimos el pego, nos paseamos con los saris como si
lleváramos aquí toda la vida y bailamos en el escenario un baile
que habíamos preparado para todos los invitados. Si, lo reconozco,
no nos cogíamos el compás ni a la de tres pero nos lo pasamos de
muerte, tanto ensayando como bailando aquel día.
EN
UNA TIENDA DE TELAS COMPRANDO LA TELA PARA LOS SARIS
LA
MAÑANA DE LA BODA, UNA AMIGA ME TATUÓ CON HENNA LAS MANOS Y LA OTRA
ME PEINÓ, AY QUE AGUSTO, CUÁNDO ME VOY A VER YO EN OTRA
PARA
ARREGLARNOS FUIMOS ALGUNAS A CASA DE BIYEYA, UNA INDIA QUE HABLA MUY
BIEN ESPAÑOL Y QUE SIEMPRE SE OFRECE A AYUDARNOS CON TODO. Y OS
ASEGURO QUE COLOCAR EL SARI NECESITA AYUDA DE ALGUIEN EXPERIMENTADO.
AQUÍ
ESTAMOS, MI PABLITO CON SU KURTA, YO CON MI SARI Y LA CASA DE BIYEYA
AL FONDO
AQUÍ
YA TODAS PREPARADAS PARA SALIR CON NUESTROS SARIS
DESPUÉS
DE LA CEREMONIA RELIGIOSA LOS NOVIOS VINIERON AL AUDITORIUM DEL
CAMPUS Y EN EL ESCENARIO HABLARON ELLOS, SUS PADRES Y ANNA FERRER Y
PARTIERON LA TARTA. LUEGO COMENZARON LOS BAILES
UNO
A UNO SUBIERON AL ESCENARIO TODOS LOS INVITADOS PARA DARLES LA
ENHORABUENA, Y AQUÍ ESTAMOS TODOS LOS VOLUNTARIOS
Y
después de la ceremonia y la cena vino la hora del alcohol y el
bailoteo. Que ahí ya nos olvidamos de parecer divinas y de
composturas, ahí perdimos los papeles y bailamos como locos hasta
altas horas de la madrugada, aunque a las 7 sonaba el despertador
para ir al trabajo de nuevo. Eso si, la juerga la llevamos a cabo en
la sala de voluntarios escondidos de los ojos indios, que aquí no se
bebe alcohol ni desfasa uno como puede llegar a hacerlo un español.
Claro que los novios se unieron a nosotros cuando se aburrieron del
postureo.
EN
LA SALA DE VOLUNTARIOS LO PASAMOS DE MUERTE
Por
cierto, que ya hemos legalizado nuestra situación en India, después
de 2 meses y medio aquí ya tenemos nuestro visado de trabajo por un
año. Eso requiere meses de espera y dos visitas a la policía que,
con tecnología de última generación, tramita tus papeles hasta que
todo está en regla.
LA
MESA DEL POLICÍA QUE NOS ATENDIÓ EN LA COMISARÍA
Y
los días han ido pasando demasiado rápido y demasiado intensos.
Cuando nos hemos dado cuenta nuestra hijita Verónica ya se ha
marchado y en menos de dos semanas se van las otras dos. Que se vayan
nos pone tristes, han sido unos meses maravillosos y muy divertidos
con ellas. Pero sabemos que otra etapa empezará, y que vendrá otra
gente maravillosa. De ellas nos llevamos el recuerdo de 3 meses
compartidos a tope y la certeza de que volveremos a vernos en España.
Seguimos
felices. Ya se que la felicidad es algo extraño, difÍcil de
definir, pero yo me siento muy feliz. Siento que estoy donde quiero
estar, que estoy cumpliendo mi sueño, que he encontrado un hueco en
este rincón perdido del mundo. Puede sonar a tópico, lo se, pero es
que cada día me descubro pensando en lo feliz que estoy. En
cualquier momento tonto, sin importancia, me acuerdo de que tengo la
suerte infinita de formar parte de ésto y me invade la felicidad.
Pues de eso se trata no? Intentaré exprimir cada minuto porque no
siempre se tiene el privilegio de estar tan feliz. Y como muestra de
que estamos felices y que nos hemos venido arriba, nos hemos hecho un
tatuaje que representa lo que somos, ciudadanos del mundo, de este
mundo por el que nos gusta dar vueltas como locos. Espero que os
guste. Feliz agosto para todos!!!
Me alegro de ver (OS) felices. Eso no se compra con dinero. Conociéndoos, no se cuanto aguantaréis ahi... (Vicente VLC-BCN-TFE)
ResponderEliminarVicente que alegría leerte por aquí! La verdad es que estamos felices de la vida, yo me quedaba aquí para siempre! Un año va a pasar demasiado rápido, ya llevamos dos meses y medio y han volado! Muchos besos
EliminarMe encanta, me encanta, me encanta !! :D Ya hace un año casi de Thailandia :D Un beso a los dos, Berta
ResponderEliminarSois auténticos. Gente de la de VERDAD. Besos
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