Desde
hace unos años tenemos como norma subirnos a todos los trenes que
nos pasen por delante. Si no nos gusta el recorrido, siempre estamos
a tiempo de bajarnos, pero en principio hay que subirse. Esa norma
nos ha llevado a cambiar de planes de un día para otro más de una
vez gracias a oportunidades inesperadas que han llegado a nosotros. Y
ahora, otro nuevo tren nos pasó por delante y decidimos subirnos. Os
cuento cómo se cruzó en nuestro camino.
Como
os dije en el anterior post, conocemos la Fundación Vicente Ferrer
desde hace muchos años y siempre habíamos admirado a esa pareja que
decidió vivir sin nada para luchar por los más pobres. También
desde hace muchos años sabíamos que algún día iríamos a India a
trabajar con ellos. En muchas ocasiones mandé mi currículum a
ofertas de empleo que publicaron, pero nunca fui seleccionada.
Algunas veces, en mi casa leyendo su web, escuchando alguna
entrevista en la radio o viendo la película, me decía a mi misma
que algún día estaría allí, al otro lado. El día que murió
Vicente Ferrer, en junio del 2009, lloré como una tonta porque pensé
que había perdido la oportunidad de conocer a un hombre
extraordinario, pero eso no hizo que perdiera las ganas de ir a
Anantapur. En septiembre, cuando decidimos volar a la India,
escribimos un email con nuestros currículums para ofrecernos para
trabajar como voluntarios para la Fundación, pero nos dijeron que en
este momento no necesitaban a nadie con nuestro perfil. Para nosotros
fue una desilusión, no sé por qué habíamos pensado que nos dirían
que si, y la negativa nos llegó como un jarro de agua fría. Aún
así, decidimos que cuando estuviéramos en India iríamos
directamente. Si no podíamos trabajar allí, al menos verlo con
nuestros ojos.
El
día 4 de enero llegamos a la Fundación. Fue emocionante llegar en
el tren y ver en el anden ANANTAPUR escrito con letras mayúsculas.
Por fin estábamos allí. A esas alturas, Ayesha y Rita que venían
con nosotros, ya sabían de nuestras ganas de colaborar con ellos y
nuestra ilusión por conocerlos, así que compartimos juntos la
emoción de cumplir un sueño.
El
campus de la Fundación nos pareció precioso. Tras casi 9 meses
viajando por Asia, de pronto habíamos llegado a una pequeña España
en el centro de la India: todo el mundo hablando español,
habitaciones impecables, silencio, tranquilidad y comida española.
Hasta
el segundo día no conseguimos hablar con la encargada de voluntarios
de la India. Se acordaba de nosotros y de nuestros currículums y
volvió a repetirnos que no necesitaban a nadie con nuestro perfil en
ese momento. También nos dijo que aunque surgiera la necesidad,
sería casi seguro que tendríamos que vivir en sitios diferentes,
separados, porque los médicos trabajan en centros alejados del
campus principal. Aun así nos dijo que podíamos preguntar
directamente a Anna Ferrer, a ver ella qué posibilidades veía. Todo
parecía en nuestra contra pero seguíamos pensando que de alguna u
otra forma lo conseguiríamos.
Cuando
nos llevaron a conocer el Hospital y el área de enfermos de VIH,
Rita pidió conocer al director, un asturiano como ella, para buscar
la posibilidad de que Pablo hablara con él. Y efectivamente, Pablo
aprovechó para preguntarle cosas y contarle que quería trabajar
allí pero le habían dicho que no necesitaban médicos de familia.
Él le dijo que hablara directamente con Anna Ferrer, porque él
creía que siempre hacían falta médicos y que ella quizás pudiera
hablarle de alguna posibilidad.
Anna Ferrer intenta hablar con todos los visitantes que llegan al campus.
Por la tarde, a las 6,30, se reúne con los que estén allí ese día
y charla con ellos. Las dos primeras tardes no nos dejaron ir a la
reunión, argumentando que había muchos visitantes en ese momento y
que, como nosotros íbamos a estar más días (1 que Rita estaba
enferma, 2 de visitas a proyectos y 1 de visita a nuestra
apadrinada), podríamos verla más adelante. Nos dejaron para la
última tarde, a la mañana siguiente nos marchábamos a nuestro
siguiente destino. Yo quería que estuviéramos nosotros 4 solos con
ella para poder explicarle nuestro caso, pero cuando le pregunté al
encargado cuánta gente estaríamos con ella esa tarde me dijo que
muchos, 14 o 15, porque había mucha gente que se marchaba al día
siguiente y había que agruparlos a todos. Nuestra desilusión fue
inmensa. Yo pensé que habíamos perdido la oportunidad de hablar con
ella sobre nuestro deseo de ir a trabajar allí y decidí escribirle
una carta. Me senté en la mesa y escribí una carta sincera en la
que le explicaba todo lo que sentíamos, la guardé en mi bolso y
pensé que cuando terminara la reunión se la daría para que la
leyera más tarde.
Llegamos
a la sala de reuniones a las 6,20 y nos sentamos a esperar.
Charlábamos con todo el mundo cuando apareció Anna Ferrer, con esa
cara de abuela amorosa y sus palabras de mujer luchadora. Yo estaba
nerviosa, os lo juro! Y ella preguntó nuestros nombres. Cuando llegó
a Pablo ocurrió el milagro, le dijo: “tu no serás el médico de
familia del que me han hablado que quiere venir aquí a trabajar? A
ti te estaba buscando para hablar, porque necesitamos un médico en
la Fundación justo en este momento” y empezó a hablarle de lo que
necesitaban y de que si quería trabajar con ellos tenía las puertas
abiertas. Y os parecerá broma pero yo salí llorando como una
magdalena, y los que estaban en la mesa empezaron a aplaudir!! hasta
Ayesha y Rita se emocionaron y soltaron alguna lagrimilla, fue un
momento muy emocionante. Entre lágrimas le pregunté qué pasaba
conmigo, y me dijo que no había problema, que siempre necesitaban
profesores de español y que en el hospital donde trabajaría Pablo
necesitaban una profesora que enseñara español al personal. Madre
mía todo cuadraba! Parecía demasiado perfecto y yo no podía parar
de llorar!!! Nos citó a la mañana siguiente en su despacho para
hablar y continuó con la reunión.
Nosotros nos enteramos de poco
porque estábamos en una nube, no podíamos creernos nuestra suerte!
Cuando terminó, nos hicimos una foto con ella y salimos fuera a
saltar de alegría literalmente. Fue muy divertido porque todo el
mundo empezó a abrazarnos, a darnos la enhorabuena y nos hicimos
varias fotos para recordar aquel momento.
Nosotros
nos íbamos a la mañana siguiente, pero decidimos aplazar nuestra
marcha un día para concretarlo todo con tranquilidad. A las 11,30
estábamos en el despacho de Anna hablando con ella sobre sus
expectativas, las nuestras y las condiciones generales y el contrato de Pablo de cooperante. Nos dijo que
quería un compromiso de un año, ya que la tarea que va a desempeñar
Pablo requiere de tiempo para que de sus frutos y tenga continuidad.
Nos preguntó cuándo podríamos incorporarnos y le dijimos que en
mayo. Llevamos casi 9 meses dando vueltas por Asia y nos gustaría ir
a España para estar con la familia y recuperar fuerzas antes de ir a
Anantapur por un año. A ella le pareció genial la fecha y nos dijo
que fuéramos al hospital, que ya habíamos visitado con el grupo el
primer día, para hablar con el director y que nos contara más
detalladamente. En 5 min había un coche esperándonos en la puerta
para llevarnos a Batalapalli, la población en la que se encuentra, a
25 min del campus principal.
Hablamos
con el director de ese hospital y con el director general de los
hospitales de especialidades de la Fundación. Ambos fueron muy
amables, le dijeron a Pablo lo que necesitaban y bromearon con que yo
sería su profesora de español. Nos fuimos de allí muy contentos y
volvimos al campus para reunirnos con Anna. Le dijimos que todo
cuadraba y que contaran con nosotros. Yo aún no creía en nuestra
suerte y le preguntamos cómo de seguro era, porque eso implicaba
comprar un billete de vuelta a España. Nos dijo que, por su parte,
100% seguro. Y nos despedimos con un “nos vemos en mayo”.
Nosotros
pensábamos volver a España a principios de abril, que haría un año
que nos marchamos. Pero en mayo tenemos que estar de vuelta en India
y nos apetece desintoxicarnos de Asia y pasar un tiempo con la
familia. Así que hemos decidido adelantar la vuelta y ya hemos
comprado los billetes. El día 29 de enero aterrizaremos en España
para pasar 3 meses con los nuestros. Es curioso cómo de relativo es
el tiempo. Nos parecía que hasta abril nos quedaba muy poco tiempo
de viaje. Ahora volvemos en 15 días y ya estamos en modo vuelta,
deseando ver a todo el mundo y comer comidita rica. A mi me cuesta
hacerme a la idea, de pronto han sido muchos cambios. Nosotros
teníamos otros planes: volver en abril, irnos en junio a trabajar a
Inglaterra 4 meses y luego seguir viajando. Pero ahora todos los
planes han cambiado y nuestro futuro inmediato ya no tiene nada que
ver con el que pensamos. Aunque sí tiene que ver con el que soñamos.
Así que estamos muy felices, de esta oportunidad que nos da la vida
y de haber decidido hace ya 7 años subirnos a todos los trenes que
nos pasaran por delante. Nunca dejéis de soñar!
Enhorabuena, una historia muy bonita! Os deseo mucha suerte en esta nueva andadura! Saludos Viajeros
ResponderEliminarGracias chicos! Un abrazo desde Hampi!
EliminarFelicidades. Ahora a aprovechar el tiempo con los vuestros y a cumplir vuestro sueño!!
ResponderEliminarGracias! Siii, tenemos ganas de family!
EliminarEnhorabuena!, hasta yo sin conocerles ne he emocionado.
ResponderEliminarGracias :)
EliminarEmocionante. Ahora toca coger aire y descansar. :)
ResponderEliminarGracias Olga, besos!!
EliminarCuanto me alegro!!! Enhorabuena chicos 😘😘
ResponderEliminarGraciassssssssss :D
EliminarCuanto me alegro!!! Enhorabuena chicos 😘😘
ResponderEliminarNos alegramos mucho. Sois chicos con suerte y con un gran corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Asun y Ricardo
Gracias a los dos!!
EliminarGuau chicos vaya "Suerte" aunque ya sabemos que la suerte hay que buscarla y trabajarla y a vosotros desde luego el empeño y las ganas no os lo puede negar nadie.
ResponderEliminarMuchísima suerte en esta nueva etapa.
¡A seguir cogiendo todos los trenes que pasen!
Muchas gracias chicos! Un abrazo!
EliminarQue oportunidad tan linda! Deseos de mucha suerte con todo! Felicidades
ResponderEliminarGracias Sarina!! A ver si nos vemos por el mundo 😊
EliminarMe alegro mucho de que vayáis a cumplir un sueño. Seguro que no será el último.
ResponderEliminar¡Nos vemos muy pronto!
Besos.
Gracias hermano! Nos vemos muuyyyyyy prontito :)
EliminarOs conozco desde hace poco por las redes sociales, pero vuestra historia es estupenda y llena de ilusión y esfuerzo. Mucha suerte en vuestros propósitos, os lo merecéis. Y enhorabuena por lo conseguido.
ResponderEliminarGracias Ramiro! Un abrazo!
EliminarOhhhh!!!! Me ha emocionado, no podía imaginar que adelantar la vuelta era por esa gran noticia, OS queremos, y estamos deseando veros MUAck.
ResponderEliminarOhhhh!!!! Me ha emocionado, no podía imaginar que adelantar la vuelta era por esa gran noticia, OS queremos, y estamos deseando veros MUAck.
ResponderEliminarQué bien! Un año trabajando en la Fundación! Envidia me dais, pero de la buena!!!
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