El
estado de Kerala es atravesado por numerosos ríos y canales. Tantos,
que en algunas zonas se convierte en un entramado en los que hay más
agua que tierra. Y en esas líneas de tierra, entre canal y canal, se
asientan pueblos que viven del agua, de lo que da directamente, o del
arroz que pueden cultivar en ella. Donde estamos ahora, en Alleppey,
hay multitud de canales. Vinimos desde Kochi en un autobús de línea
que tardó hora y media en recorrer los 45 kilómetros que las
separan y no costó ni un euro el billete.
ESTA
ES LA ESTACIÓN DE AUTOBUSES DE ALLEPPEY Y ESOS LOS AUTOBUSES
PÚBLICOS
Nosotros
nos hemos alojado en el Springs Inn, una Guest House fantástica, con
habitación de estilo occidental y una terracita muy agradable,
limpio y con desayuno incluído por 1000 rupias, 14 euros. Además
está en el mejor sitio de toda la ciudad así que si venís aquí,
os aseguro que es una excelente opción.
La
ciudad no tiene mucho interés en si misma, una calle llena de
tiendas, varios templos católicos e hindúes y una preciosa e
interminable playa en la que nadie se baña, tanto hombres como
mujeres se acercan a la orilla y se mojan las piernas completamente
vestidos, ellos con los pantalones y ellas con los saris, vaya
incomodidad. Un día pasamos por un templo hindú y estaba
celebrándose una especie de misa. En un pequeño templete estaba el
dios mono y en el suelo habían colocado numerosas lámparas de
aceite. En un momento determinado, el sacerdote (un tipo que llevaba
sólo un pañuelo a modo de falda y varias marcas pintadas en la
frente) pasó con una lámpara para que la gente se pasara el humo de
la llama por la cara. Se acercó a Pablo y a mi y nos sonrió para
que hiciéramos lo mismo. Claro que yo no sé qué significa, pero
bueno, no iba a dejar al hombre plantado con la llamita en la mano,
así que ni corta ni perezosa imité a todas las mujeres que estaban
allí rezando y me eché el humo en la cara. Acto seguido el tipo fue
al altar y volvió con un plato lleno de cosas y con una pinza le
daba una a cada persona para que la comiera. Y cuando me la entregó
dijo: “el cuerpo de Krisna” y yo cerré los ojos y dije: amén.
Bueno esto último no fue exactamente así, el señor no dijo nada y
nos colocó en la mano a Pablo y a mi una de las galletas, pero
imaginé que sería algo así como el momento de la comunión para
nosotros. Miré a las mujeres y me hicieron señas para que me la
comiera, y yo como soy muy obediente, me la comí pensando que igual
me estaba comiendo el cuerpo de Krisna. A saber lo que significaba,
pero lo que es verdad es que estaba bastante rico.
LA
CALLE PRINCIPAL DE ALLEPPEY
ALLEPEY
BEACH
EL
TEMPLO HINDÚ EN PLENA MISA NOCTURNA
LAS
VÍAS DEL TREN, COMO SIEMPRE EN INDIA LLENAS DE GENTE, NO SE SABE POR
QUÉ
LA
BIBLIOTECA MUNICIPAL DE LA CIUDAD
Los
turistas vienen aquí para recorrer los canales y ver cómo vive la
gente en esta zona tan atípica. Muchos se alquilan un barco hotel y
pasan un par de días en el barco recorriendo los canales. Estos
barcos son muy caros, aunque duermes en una habitación fantástica y
te incluyen las tres comidas. Pero el alquiler del barco son 6000
rupias al día, unos 85 euros más o menos.
ESTOS
SON LOS BARCOS HOTEL, BASTANTE GRANDES Y BONITOS
Para
nosotros esta opción estaba fuera de presupuesto así que hablamos
con un barquero para que al día siguiente nos diera un paseo en
barco por los canales, pactamos 3 horas de paseo por 1000 rupias, 14
euros. Así que a la mañana siguiente, a las 10,30 como un clavo
(para nosotros es imposible salir antes del hotel, somos bastante
perros) estábamos los dos montados en el barquito. Y os aseguro que
fueron tres horas maravillosas en las que me volví loquita, diciendo
“que bonito” cada dos minutos y haciendo fotos como una posesa.
Y es que pasear por los canales es súper interesante. Kerala es el
estado de las palmeras, así que vas por los canales entre cientos de
palmeras, todo tan verde, y las mujeres con sus saris haciendo toda
la vida en el río: lavan la ropa, los platos, los niños, ponen las
bombonas para que pase el barco que se las cambia, pasa el barco
tienda y salen a comprar... toda la vida es en el río y a mi me
resultó fascinante. Hasta vimos una granja de patos en las que cada
día sacan a los 3000 patos a que naden por el lago y el cabrero, o
patero en este caso, va en una canoa dirigiéndolos para que no se
alejen. Nosotros los vimos cuando los estaba llevando de recogida,
fue impresionante.
NUESTRO
BARCO CON EL BARQUERO
EL
CANAL PRINCIPAL POR EL QUE SALES DE LA CIUDAD
Y
LLEGAS A CANALES PEQUEÑOS COMO ESTOS
LA
GENTE SE LAVA EN EL RÍO
Y
LAVA LA ROPA
Y
LOS CACHARROS
ESTE
HOMBRE ERA EL PESCADERO, IBA GRITANDO Y LAS MUJERES SALÍAN A SUS
PUERTAS A COMPRARLE PESCADO
AHÍ
ESTÁN LAS BOMBONAS EN LA PUERTA ESPERANDO QUE VENGA EL BOMBONERO
ESTE
HOMBRE PASA TRANSPORTANDO PLANTAS
Y
ESTOS TRANSPORTAN UNA CAMA!!
ESTE
ES EL PASTOR Y LOS MILES DE PATOS, YA HABÍA METIDO MUCHOS EN LA
GRANJA, HABÍA UNA MANCHA INMENSA DE PATOS!
ESTO
ES UN BARCO ANUNCIO, LLEVA UN ANUNCIO DE UN PRODUCTO PARA FUMIGAR Y
LLEVA MÚSICA DE TAMBORES PARA QUE LA GENTE LO MIRE
Ha
sido impresionante, de verdad, es uno de los puntos fuertes del sur
de la India y no nos ha decepcionado en absoluto, una preciosidad
que merece venir aquí a verla. Y antes de irme otra recomendación.
Hemos comido tres veces en un restaurante que, si venís, no podéis
perderos. Está saliendo del hotel Springs inn a mano derecha, en la
misma acera 200 metros adelante, justo en el cruce con el puente. Se
llama Thaff y es un sitio para locales, con menú de medio día. Pero
su carta es muy larga y puedes pedir que te cocinen lo que quieras
sin picante. Nosotros nos pedíamos un plato de carne, una de arroz
basmati, dos chapatis por eso de que no falte el pan y dos lassis
(una especie de yogurt natural azucarado delicioso). Por 4 euros
comen dos personas una comida deliciosa. Altamente recomendable!
LA
PUERTA DEL RESTAURANTE, SIEMPRE LLENO
LA
COMIDA, DELICIOSA
PARA
DESPUÉS DE COMER, COGE UN PUÑADO DE ANIS Y LO MASTICAS
Y
nos vamos a vivir una de las experiencias más raras de nuestra vida:
vamos a visitar un Ashram, uno con una de las pocas gurús mujeres de
la India. Pero eso os lo contaré cuando salgamos, que allí no hay
internet.
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