Zanzíbar es la isla más famosa de Tanzania y a donde viene todo el mundo para descansar después de un safari. Pues nosotros no íbamos a ser menos no? Que para eso estamos de honeymoon. Así que después de pasar unos días en el Lago Victoria decidimos venirnos para acá. El único vuelo directo a la isla era muy caro, así que la opción más barata sin contar las 14 horas de autobús era volar a Dar es Salaam y de ahí coger un ferry. Ir del aeropuerto al puerto nos costó un largo regateo, porque el precio para los turistas es el doble que para los locales. Al final, por 10 euros conseguimos que nos llevaran, pero costó incluso salir del aeropuerto a patas perseguidos por los taxistas. Y el puerto es también un poco locura.
La guia te avisa de que sólo compres los tickets para el ferry en la ventanilla oficial, pero cuando llegas hay varios edificios, mucha gente y todo el mundo te dice que vayas con el que te va a llevar a la oficina “oficial”. En fin que conseguimos encontrar el sitio correcto y comprar cuatro tickets para el siguiente ferry. Los tickets costaron 27 euros cada uno y el ferry tardaba una hora y media. Yo iba preparada para la guerra, con mi bolsita anti-pota lista para emergencias, porque en los barcos es algo inevitable en mi. Pero esta vez me porte muy pero que muy bien. Desde que el barco empezó a andar cerré los ojos religiosamente, y no los volví a abrir hasta que Zanzibar estuvo a la vista. Y llegar en barco a la isla es algo muy bonito porque se ve la vegetación, las playas y la ciudad principal, Stone Town, que ya desde lejos promete lo que luego encuentras al desembarcar: una ciudad fascinante, una mezcla de culturas árabe, hindú, católica... más podría parecer una ciudad de Marruecos que una del África Subsahariana.
JAVI Y YO EN EL FERRY CON LOS OJOS YA BIEN ABIERTOS
LA PRIMERA VISTA DE STONE TOWN
Nos bajamos del ferry con muy buen rollo, aunque salir del puerto requiere volver a rellenar los papeles de inmigración y que te pidan los papeles de las vacunas de la fiebre amarilla, que por cierto no nos habíamos traído. Pero como son amables y sonrientes pasamos sin más problemas y aparecimos en pleno centro de la ciudad. Con nuestras mochilas, bien cargados, nos dispusimos a dar una vuelta preguntando precios de los hoteles. Pero pronto descubrimos lo que ya sabíamos que pasa en general en África y que también nos pasó en Myanmar: los precios son muy altos para la calidad que ofrecen. Así que buscando buscando nos pasamos horas, preguntando en cada hotel de la ciudad, desde los más cutres a los más lujosos, todos. Pero pocas opciones habían. El más barato no tenía sitio libre, el otro que recomendaba la guía, el Coco di Mer era lo peor, oscuro y húmedo, así que la siguiente opción factible era el Clove Hotel, un hotel muy normalito por 55 dólares la noche. Pero no nos quedó otra. Así que reventados y algo desesperados soltamos las mochilas en el hotel, nos dimos una ducha a la luz de las velas porque se había ido la luz y salimos a cenar. En un parque que hay en la ciudad a la orilla del mar, se monta un mercado nocturno de pescado. Cuando lo vimos flipamos porque es muy bonito, todo lleno de lucecitas, de puestos con pinchitos de todo tipo de pescados, de panes árabes... una pasada. Así que nos sentamos en una mesita y pedimos pinchitos de diferentes pescados con panes. Pero tengo que decir que ese mercado no es bueno, no sabemos si es por ser todavia temporada baja, pero no nos pareció bueno. El pescado no es fresco, algunos sabían a amoniaco y era imposible comerlos y al final te sale más caro que comer en un restaurantito de la ciudad, que ya son caros. Y lo peor es que al día siguiente volvimos a caer en el mismo error, igual que las decenas de guiris que pululaban por el mercado. Pero yo la segunda noche no pude comer nada, estaba todo el pescado pasado así que no lo recomiendo especialmente.
A la mañana siguiente cuando nos encontramos con Sonso y Javi ellos ya habían salido a hacer averiguaciones sobre la ciudad. Tengo que decir que Javi es un histeriquito y pretende que nos despertemos a golpe de despertador a las 7 de la mañana y empecemos a hacer cosas. Si si, tu ve yendo que ya vamos nosotros. Así que nosotros preguntamos: hasta qué hora sirven el desayuno en el hotel? Hasta las 10. Bien, pues nosotros bajaremos a las 9,30 así que a las 10,30 nos vemos en la puerta del hotel, que nos lo tomamos tranquilo, pole pole, como dicen aquí. Y ellos a esa hora ya lo han visto todo. Para nada claro, porque luego tienen que repetir para que lo veamos nosotros. Pero nos abre muchas puertas el javito, por eso lo traemos no os creáis que es porque lo queremos. El caso es que a esa hora él ya tenía buscado un guía que nos enseñara la ciudad por la mañana y un paseo en barco para hacer snorkeling y ver tortugas gigantes por la tarde. Genial, la ciudad parecía tan apasionante que sin duda merecería una visita guiada que nos explicara edificios y cotilleos varios. Pagamos 10 euros por persona por las dos excursiones. Aunque la visita guiada dejó bastante que desear. Mohamed II tenía bastante poca idea la verdad, y de lo que contaba uno tendía a no creerse la mitad. Pero Stone Town está llena de edificios coloniales con balconadas de madera maravillosas y lo que más ilusión les hizo a Javi y a Pablo: la casa en la que nació Freddy Mercury, que para los que no lo sepan (como yo) era de Zanzibar y se cambió el nombre al llegar a la India con pocos añitos. Es una ciudad muy turística y hay muchas opciones de excursiones y de sitios para comer.
EN LA PUERTA DEL HOTEL CON DOS NIÑAS CON UNIFORME DE COLEGIO QUE SE QUEDARON UN RATO CHARLANDO CON NOSOTROS EN INGLÉS. A UNA DE ELLAS LE GUSTÓ TANTO SONSOLES QUE LE DIO LA MANO Y NO SE LE DESPEGÓ DURANTE TODA LA VISITA GUIADA, QUE SE VINO CON NOSOTROS.
LAS RUINAS DEL FUERTE Y LAS DOS NIÑAS QUE NO SE SEPARABAN DE SONSOLES
LA CASA DE FREDDY MERCURY Y LOS DOS FLIPADOS
UN TELÉFONO EN UN ÁRBOL PARA HACER LLAMADAS INTERNACIONALES, SERÁ VERDAD SEÑOR?
SONSOLES Y JAVI SE COMPRARON UNOS MARQUITOS PARA SU CASA, SIN QUE LA NIÑA SE LES DESPEGARA CLARO
UN PAR DE CASAS CON BALCONES DE MADERA. MUCHAS DE ELLAS HAN SIDO CONVERTIDAS EN HOTELES
LA LONJA DE PESCADO QUE ERA UNA LOCURA Y OLIA MUY MAL
Por la tarde fuimos a la excursión para hacer snorkeling. Nos llevaron a una isla donde hay tortugas gigantes y luego a un arrecife de coral. Las tortugas eran un flipe, con más de cien años de edad algunas y un tamaño bastante considerable. En el snorkeling me lo pensé más, se metieron estos tres en el agua y yo no me atrevía porque soy muy friolera, aunque al final me animé y me tiré, de lo que me alegré bastante porque había algunos pececillos de colores, estrellas de mar azules y miles de erizos.
MONTÁNDONOS EN EL BARCO
DEJANDO ATRÁS STONE TOWN
LAS TORTUGAS GIGANTES
ERAN MÁS GRANDES QUE YO
VAMOS A HACER SNORKELING!!!
DESAYUNANDO EN NUESTRO HOTEL CON EL MAR DE FONDO
Para pasar unos días en la playa nos decidimos por Nungwi, una playa en el norte de la isla que decían que era de las mejores. Sonso y Javi tenían el hotel reservado allí, regalo de bodas de nuestros amigos Pili e Ivan y nuestro, así que por 5 días los dejaríamos tranquilitos y nos buscaríamos otro hotel para que pasaran solitos su luna de miel. Cogimos un taxi por la mañana y por 25 euros nos llevó en una hora de camino hasta la playa. El camino es muy bonito, muy tropical lleno de palmeras y plataneros y de gente por todas partes. Dejamos a estos en su hotel y a nosotros nos llevó al centro del meollo para que buscáramos uno. Al final nos decidimos por el Paradise Beach, uno bastante simple pero limpio que costaba 30 euros la noche con desayuno.
LA HABITACIÓN DEL HOTEL
No tengo nada que contar de la playa porque no hemos hecho nada más que pasear, leer, dormir, comer, darnos masajes... darnos la vidorra vamos. Las playas de Zanzíbar son bonitas, aunque para mi gusto no de las más espectaculares que hemos visto y tampoco ofrecen muchas cosas. Sorprendentemente no hay muchos restaurantes locales, hay que comer en los de los hoteles y no resulta especialmente barato. Pero hemos pasado unos días de relax absoluto que nos han venido de muerte para reponer fuerzas tras el safari. El unico "problema" entre comillas eran los llamados "Beach Boys", que son gente que pulula por la playa y que se te acerca para venderte de todo, desde un taxi para el dia siguiente hasta collarcitos, pulseras, excursiones a bucear, etc. Son muy amables y no son muy pesados, pero cuando te suelta uno se te angancha otro y al final el paseo por la playa lo compartes con gente local, jeje.
EN EL RESTAURANTE-CHIRINGUITO DEL HOTEL CONECTADOS A LA WIFI
PASEITO POR LA PLAYA AL ATARDECER
TODOS LOS DÍAS EN LA PLAYA HABÍA MONITORES ENSEÑANDO A NIÑOS DE COLEGIO A NADAR EN EL MAR. LAS NIÑAS CLARO, TODAS MUSULMANAS CON SUS “BURKINIS” TAPÁNDOLES HASTA LA CABEZA. SON LAS DE AMARILLO Y LLEVAN UN MONO DE LA CABEZA A LOS PIES
HEMOS COMIDO PESCADITO TODOS LOS DÍAS
MAS PLAYA
TOMANDO EL SOLITO.
NO ESTOY MALOTA, NO
UN BAÑITO
LO RECONOZCO, ME HE DADO DOS MASAJES. A 7,5 EUROS LA HORA NO HABÍA QUIEN SE RESISTIERA
ATARDECER DESDE NUESTRO HOTEL
Y después de 5 días tocaba seguir nuestro camino, así que taxi de vuelta a Stone Town y allí, ya con javi y Sonsoles de nuevo, a los que claro está que habíamos visto en la playa varias veces e incluso cenamos juntos un día, cogimos el ferry de vuelta para Dar es Salaam.
JAVI VENÍA HACIENDO FOTITOS COMO UN LOCO
De Dar es Salaam sólo diré que es una ciudad bastante fea sin el más mínimo atractivo turítico. Tiene algunos edificios bonitos pero es caótica y no se, no nos ha gustado demasiado a ninguno. Nos fuimos al hotel que teníamos reservado a 17,5 euros la noche, el Safari Inn y era un absoluto horror. Si ya el edificio era lo peor, el cuarto de baño era para chillar. Os juro que no he visto tanta mierda en un cuarto de baño en mi vida. El dormitorio no estaba tan sucio, sábanas limpias y el suelo limpio aunque las cortinas podían andar solas. Pero el baño era algo digno de fotografiar. Sonsoles y Javi no tenían ganas de cochambre y se buscaron otro hotel más caro pero más decente.
LA HABITACIÓN DEL HOTEL
EL CUARO DE BAÑO, PINCHAD EN LA FOTO Y AGRANDAR LA MIERDA. ESTOS NO HAN VISTO LA LEJIA EN SU VIDA
Nosotros nos hicimos los valientes y decidimos quedarnos. Esa tarde salimos a cenar y estaba lleno de puestos callejeros. No tenían mala pinta y nos sentamos en uno a comer. Lo primero que te dicen, que no comas en puestos de la calle, lo primero que hacemos. Y al día siguiente, es decir, ayer, nos dedicamos a pasear por la ciudad. Fuimos a un par de mercados de artesanía y dando un paseo por un barrio buenecito, nos pasó un coche por al lado, un coche de gama alta y con los cristales tintados. Se pegó demasiado, yo pensaba que iban a atropellar a Javi pero un tio salió por la ventanilla y le pegó un tirón de la mochila a Javi. Menos mal que tanto Javi como Pablo reaccionaron rápido y la cogieron con fuerza y el tío no pudo llevársela, pero nos dimos un susto de muerte y cogimos rápidamente un autobús para volver al centro.
LA CALLE PRINCIPAL DE LA CIUDAD
UNA IGLESIA MUY BONITA DANDO AL MAR. POCO MÁS HAY EN LA CIUDAD QUE MEREZCA LA PENA
La tarde la pasamos vagueando, paseando y cotilleando. Pero a las 7 de la tarde tocaba despedirse. Hoy Son y Javi vuelan de vuelta a España, y a nosotros a la 1 de la madrugada nos sonó el despertador para ir al aeropuerto. Y nos fuimos en un taxi de un hombre que se nos acercó por la calle y nos dijo que su hermano tenía un taxi y le dijimos que nos llevara. Segunda norma incumplida: sólo coger taxis oficiales que te llamen en el hotel, nunca aceptar el transporte de gente que se te acerca por la calle. Pero nosotros nunca nos creemos esas normas, y de momento no hemos tenido problemas, el hombre era un encanto y nos llevó al aeropuerto. Lo que pasa es que quieren meterte el miedo en el cuerpo para que los hoteles se lo lleven todo calentito. A las 3,30 salía nuestro avión rumbo a Estambul donde vamos a pasar los próximos 5 días para poner un broche de oro al viaje. Nos encanta esta ciudad y no nos parecía que hubiera mejor forma de acabar el viaje que aprovechando la escala que hacíamos aquí. Acabamos de llegar después de toda una noche de avión. Pero no podemos cometer el error de dormirnos, una ducha y a la calle que Estambul nos espera!!! pero eso os lo cuento en otro post, que estoy muerta.
Hola DonPa y Elena, ya llevamos un par de días echandoos de menos. Ha estado genial poder compartir con vosotros estos días, muchas gracias a los cuatro (Pili, Iván, Elena y Pabo) por el regalo de la playa de Zanzibar. Nosotros ya por casita, da gusto ver lo limpio que está todo por aquí jajaja. Pasadlo bien los días que os quedan y fumaros un piporro en Estambul a nuestra salud. Hasta el próximo viaje :)
ResponderEliminarMil besos Javi y Son
Zanzíbar tiene bonito hasta el nombre. ¡Pedazo de viaje!
ResponderEliminarCurioso lo de Freddy Mercury, no tenía ni idea. Pero lo que más me ha gustado han sido las tortugas gigantes, ¡qué pasada!
ResponderEliminarBesos.
Jo, qué envidia, en la casa natal de Freddy. Menudo viaje, me alegra veros por aquí, me lo paso bomba leyendo vuestros posts.
ResponderEliminarHola! que pasada vuestro blog tan detallado muchas gracias por compartir vuestros viajes!
ResponderEliminarPodríais decirme cuánto tiempo necesitasteis para el viaje, desde que salisteis de España hasta que os fuisteis de alli?
Gracias!
Hola! Pues estuvimos mas o menos un mes, creo que concretamente 26 días. Necesitas al menos 4-5 días para el safari y luego lo que quieras estar en el resto del pais. Suerte!!
EliminarHola Pablo y Elena. Muchísimas gracias por la informacion. Ahora mismo salimos de viaje hacia Zanzibar y vuestros tips nos han ayudado mucho.
ResponderEliminarQuería haceros una pregunta, me puedes decir donde os disteis esos masajes por 7,5€? Es fácil encontrar este tipo de masajes como por ejemplo pasa en Tailandia o no es lo norma!
Muchas gracias
Saludos
Ivan y Natalia