de Bariloche a Villa la Angostura y pa Chile otra vez

Aquí estamos otra vez, que no me acuerdo ya ni cuando colgamos el último post (eso es estar de vacaciones!, jjeejje).

Pues bien, después de dejar el Bolsón pusimos rumbo a Bariloche en un bus a media mañana, que nos costó 23 pesos (unos 4 euros y medio) y que nos dejó en la terminal de buses a eso de las 5 o las 6 de la tarde, desde donde nos fuimos para el centro en busca de alojamiento. Cual no sería nuestra sorpresa que antes incluso de entrar en la oficina de turismo para pedir información, nos asaltó una pareja de argentinos que nos ofrecía un apartamento mini para 4 personas, pero en pleno centro, con unas buenas vistas de la plaza central y a buen precio para lo que estábamos pagando (200 pesos, unos 40€ por el apartamento).

LAS VISTAS DESDE EL APARTAMENTO

LA MINI-HABITACIÓN PA LOS CUATRO

Bariloche es una ciudad turística, pero sobre todo de turismo local, aunque también “habemos” muchos guiris de fuera. En si, la ciudad ofrece un centro con algunos edificios bonitos y muchas tiendas donde comprar chocolates y souvenirs o restaurantes donde comerte una buena milanesa a la napolitana, que anda que ponerle ese nombrecito a un “bisté” empanao de toda la vida tiene guasa... Aparte de esto, hay una catedral del siglo XX, un par de playitas que dan al lago Nahuel Huapi y varias excursiones para hacer en el día.

LA PLAZA DEL CENTRO DE LA CIUDAD

OTRA FOTO DEL CENTRO,EL EDIFICIO ENORME DE DETRÁS ES DONDE ESTABAMOS NOSOTROS ALOJADOS

LA CATEDRAL DE SAN CARLOS DE BARILOCHE

SI, SI, QUE QUEREIS! SI NO PUEDO EVITAR A DON BOSCO!! POR LO PARECE ES EL PATRÓN DE LA PATAGONIA

Nosotros optamos por hacer un par de excursiones mientras estuvimos en Bariloche. La primera fue a una colonia suiza (que no es de esas de “eau de sobacs”, sino de colonos), que estableció allí a principios del siglo XX en medio de la montaña, un pueblecito muy pintoresco y pequeñito donde celebran 3 ó 4 veces en semana una feria de artesanía y gastronómica, en la que nos pusimos púos comiendo comida típica... Bueno no, no pudimos probar lo típico de allí que es el curanto, un plato mezcla de carnes y verduras cocinadas sobre piedras y brasas calientes y tapado todo con tierra. Tenía buena pinta, pero había que reservar con antelación y nos quedamos sin probarlo, así que pasamos al plan B, lo segundo más típico de Argentina: el choripán (adivinais que es? Jejejej). Bueno, no comimos choripán, pero es que me encanta la palabra y la quería decir, jejeje. Comimos bocatas de filete a la plancha, un plato de pastas boloñesa y (redoble de tambores...) UN TROZO DE TORTILLA DE PAPAS!! Pues si, una señora de allí las hacía y estaban buenas, aunque ni por asomo como las de mi Helen, que son las mejores tortillas de papas del mundo!! (esto me ha quedao muy Argentino, que son muy de “esto es lo mejor del mundo”). Tras el almuerzo nos dimos un homenaje con unas tartas que se nos habían antojao de dulce de leche, otra de chocolate y dulce de leche y un lemon pie que se le antojó a Jordi, que vaya antojito Jordi, hijo, si es que no das una cuando eliges (jejejeje, pero que malo soy recluta!!). Allí en la colonia suiza vimos un lago muy bonito que estaba allí mismo a un paseito, y por el camino nos topamos con un árbol de guindas, un guindo, vamos, y nos cogimos unas pocas para comernosla allí mismo. Por cierto, a la colonia suiza fuimos en bus de linea regular y nos costó unos 75 céntimos de euro.

EN EL PUESTO DE LAS TARTAS DONDE NOS ENTRÓ EL ANTOJO

Y AQUÍ DANDO RIENDA SUELTA A NUESTROS INSTINTOS MÁS DULCES Y VORACES

SENTADOS EN UNA GRANJA QUE SE VISITABA, FIJAROS QUE ARBOLACO QUE HAY

OTRA DE LAS CASAS DE LA COLONIA

BEA Y JORDI DISFRUTANDO DEL LAGO (A BEA LE CRECIÓ EL PELO, JEJE)

Dejamos la colonia atrás y nos encaminamos durante unos 5 kilómetros rumbo a un mirador desde el que hay unas vistas preciosas de la confluencia de varios lagos y en el que se encuentra un hotel de ultralujo que se llama Llao Llao, que a mi cuando nos dijeron el nombre me creía que era un hotel de un chino, porque como los agentinos la “ll” la pronuncian como una “ch”, pues claro, decían “hotel Chao Chao”, y claro, con ese nombre no me digais que no es pa pensá que es de un chino! En fin, que las vistas desde el mirador eran espectaculares y allí nos hicimos varias fotitos de rigor para ponerosla aquí (siiiiiii, de naaaaada, de naaaada...).

LAS VISTAS DESDE EL MIRADOR. REALMENTE NO SALE EN LA FOTO LO BONITO QUE ERA, PERO YA SABEIS QUE EN LAS FOTOS AL FINAL NO SALE COMO UNO LO VE

La otra excursión que hicimos fue a una cascada que hay al lado de un lago precioso también, pero ni me acuerdo del nombre del lago ni el de la cascada... Ah si, la cascada era la de los duendes y el lago era el lago Gutierrez. Pues lo mismo, cogimos un bus de linea que nos dejo cerca del lago, caminamos unos 5 kilómetros y llegamos a la cascada, donde almorzamos unos espléndidos bocatas que nos habíamos preparado por la mañana. Luego de vuelta paramos a descansar a la sombrita en la orilla del lago, pero solo estuvimos un ratito porque allí había más gente y comparado con otros lagos donde hemos estado, éste era como estar en Rota en Agosto.

ELENA SENTADA EN UN TRONCO-ASIENTO MIRANDO LA CATARATA

SENTADOS FRENTE A ELLA, “OLLE”

Y de Bariloche nos marchamos para Villa la Angostura (22 pesos, 4€ y medio), un pequeño pueblecito a orillas del lago Nahuel Huapi, digamos que algo más chic que Bariloche. Por eso y porque el pueblo estaba en fiestas ese fin de semana, nos costó la propia vida encontrar un alojamiento que nos cuadrara de precio, localización y limpieza. Jordi y yo (los jefes del grupo, aunque yo más, jeje), nos fuimos a recorrer literalmente todo el pueblo, hasta que encontramos la mejor opción, el hostal El Hongo, un poco alejado del centro pero con habitaciones agradables, muy limpio y con zonas comunes muy acogedoras (60 pesos por persona en cuarto compartido, 12€). Dos cosas a destacar del hostel: la primera es que conocimos a Juan Manuel y a Bruno, dos Argentinos de Buenos Aires con los que nos pegamos buenas charlas y nos reímos un montón, a los que mandamos un saludo desde aquí pa que no se olviden del ASADO que nos prometieron cuando vayamos a la capital, jejeje. Y la segunda es que allí repetimos la experiencia religiosa de prepararnos una patorra de cordero patagónico en el horno con guarnición de batata (si, si, Batata) y calabaza... uuummmmmmmmm, pues sí, estaba tal y como os lo estais imaginando, tiernecito por dentro y doradito por fuera, con la grasilla justa para darle sabor pero que no llenara demasiado... DIOS!! que hambre nada más que de contarlo!!

CON LOS CHICOS BONAERENSES

“EL ALMUERZO” CON MAYÚSCULAS

UNA VISTA DE UNA DE LAS CALLES DE VILLA LA ANGOSTURA

Bueno, y puestos los dientes largos, seguimos con el relato. Villa la Angostura es muy angosta, porque realmente el pueblo lo que tiene bonito es la calle principal, llena de edificios de madera que son tiendas, bares, restaurantes, chocolaterias, heladerias... Todo lo que un buen guiri puede desear... Y yo lo deseaba todo, jejjeeejjeej. Pero lo realmente bonito de aquí es que a poco camino tienes la ruta de los 7 lagos, la cual hicimos con un coche de alquiler que también nos costó la propia vida encontrar, por el mismo motivo de que eran las fiestas y el pueblo estaba a full. Pero lo hicimos, encontramos un Wolksvagen “Gol”, que no “Golf” (se ve que aquí lo del fútbol les puede) por 250 pesos (unos 50 euros), y allá que nos fuimos a recorrer la citada ruta de los 7 lagos, aunque no los vimos todos, pero la verdad es que es precioso ver todos esos lagos con el agua cristalina y tan calmaditos, casi sin olas, es una gozada la verdad. Y con la suerte de que nos hizo un día genial y hasta nos bañamos en el último lago que llegamos, el lago Hermoso, al compás de la guitarra y las voces que sonaban con canciones de iglesia de lo que suponíamos que era un grupo de seminaristas echando el día en el laguito, que me recordaban al Lopito cantándole a María Auxiliadora en Alcalá.

CON NUESTRO COCHE DE ALQUILER EN EL PRIMER MIRADOR DE UNO DE LOS LAGOS

EL LAGO ESPEJO

EL LAGO ESPEJO CHICO

ESTE NO ME ACUERDO DEL NOMBRE PERO COMIMOS ALLÍ

UNA CASCADA QUE SE VEÍA EN LA RUTA

BAÑANDOME EN EL LAGO HERMOSO. JORDI TAMBIÉN SE BAÑÓ, PERO LAS NIÑAS NO SE ATREVIERON PORQUE ESTABA UNA “MIJITA” FRIA

Ya de vuelta al pueblo nos fuimos a cenar a un restaurante que no nos pareció muy caro para los precios patagónicos: el “gran nevada”. Nos comimos entre todos un plato de ciervo en caldereta, un plato de cordero al horno, un plato de pasta con provolone y un bife de chorizo (que no es de chorizo, sólo es así el nombre porque es redondo por los bordes y antes de prepararlo tiene un color rojo que no veas). Y tras la cenita, a ver la feria del pueblo donde había muchos puestecitos de comida, artesanía y actuaciones de gente muy famosa aquí como “la paquera de ushuaia” ó “Rapha-nui”, ah, y la elección de la reina del pueblo 2011 que fue lo que más nos gustó, como buenas marujas jeje.

LA MEGACENA QUE NOS PEGAMOS TRAS VOLVER DE LOS 7 LAGOS

LA ELECCIÓN DE LA REINA

Y de ahí nos íbamos para donde estamos ahora, Valdivia, en Chile, no sin que nos pasara el episodio de turno: el bus que nos tenía que llevar a la 4 de la tarde se rompió por el camino, y hasta las 7 no nos dijeron que no salía ese día, así que nos tuvimos que volver al hostal donde estuvimos alojados, eso sí, a cuenta de la compañía de buses, al igual que la cena, en la que nos pusimos también bastante ciegos, tanto que con lo que nos sobró, almorzamos el día siguiente, si es que cuando las cosas son gratis ya se sabe, jejejee. Y la verdad es que no nos dió ni coraje, porque no tenemos prisa ninguno de los cuatro.

LA CENA A COSTA DE LA COMPAÑÍA DE BUSES

Pues eso es todo. Ahora nos toca Chile unos pocos de días, a ver que tal. De momento adelanto que esto ya es algo más barato que los precios patagónicos, así que vamos bien. Besos a todos!!