Por fin en La Habana

Después de dos días de viaje podemos decir que estamos instalados en la Habana. A las 7 nos despertaron en el Hotel porque a las 8 salió el bus para el aeropuerto. Tras unas horas de incertidumbre por fin despegamos a las 12 del día 10, casi 24 horas más tarde de lo previsto. El vuelo fue increíble la verdad, después de haber visto muchos vuelos puedo decir que este ha sido el más “pachanguero” de todos.

Íbamos tan pocas personas que cada una podía tumbarse a dormir en una fila de 3 por lo que era fantástico. Además las azafatas eran negras, gordas, culonas y de las que todo el rato te preguntan: necesitas algo mi amol? Pues al despegar nos preguntaron uno a uno, porque todos teníamos pinta de tumbarnos a dormir: mijito te despierto para el almuerzo o te dejo dormir? Y hasta se sentaban a charlarte. Los pasajeros, casi todos cubanos, hicieron una porra con la hora de llegada y todo el rato se gritaban unos a otros de una punta a la otra para ver quién iba ganando. En fin todo un show. En el avión conocimos a dos parejas de españoles, unos de Sevilla y otros de Mallorca y nos lo pasamos charlando animadamente así que el vuelo se hizo corto.

Al llegar al aeropuerto, para abaratar costos, nos unimos con una española y un matrimonio italiano jubilado que viajaba por centro América por 4 meses. Salimos en el taxi rumbo al centro pero a los 5 minutos un olor a plástico quemado para morirse. El capó empezó a echar un humo negro terrible así que, tras pararnos en el arcén y mucho mirar el motor, el conductor decidió llamar a otro taxi para que viniera a por nosotros. Asi es Cuba, nos dijo. El taxi nos dejo en casa de Ana María y nuestras sospechas se vieron confirmadas: como llegamos 24 horas tarde y sin avisar le había dado nuestra habitación a un francés borrachín que con el morao había perdido el pasaporte y el vuelo. El taxi se había marchado así que llamamos a otro y le dijimos que nos llevara a casa de lola, la sevillana del avión que casualmente nos dio la dirección a la que ella iba. Cuando llegamos a “casa de Zenaida” nos dio mucha alegría que tuviera una habitación libre pero claro… cuando entramos vimos que no tenia ventana, olía a humedad y dos gatos del tamaño de la cabeza de sinchan merodeaban por todas partes. Era tan tarde y estábamos tan cansados que decidimos quedarnos. Salimos a cenar, una sopita de pollo en una terraza mirando al malecón, un paseíto para tomar contacto y a las 10 en la cama. La verdad que estábamos algo de bajona: llegar de noche, sin habitación… menos mal que el sueño pudo más y a las 10 estábamos los dos soñando con los angelitos. Pero lo más increíble es que hasta las 10 de la mañana no abrimos los ojos, es algo impensable para mi dormir 12 horas, imagina lo hecha polvo que estaba.

El día de hoy fantástico. Desayunamos con Lola y Anselmo, los sevillanos, y Zenaida, la dueña de la casa, con una agradable charla que nos entretuvo hasta casi las 12 de la mañana. El desayuno algo caro para lo que era, un zumo de guayaba, café y dos tostadas con dos huevos. Con el hambre que yo arrastraba… nos cobró 4 € a cada uno pero bueno, es lo que cobran todas las casas. Después nos hemos pasado el día paseando por la habana vieja sin rumbo fijo: el capitolio, la bodeguita del medio, la catedral sumergida en su baño de tejas, la plaza vieja… paseando tranquilos, solo disfrutando de la ciudad, del ambiente, de la gente, de la música. Porque hay música por todas partes. La ciudad de noche es increíble, los adultos toman el fresco en las puertas y los niños juegan a las canicas en la calle, a penas pasan coches y el suelo está bastante sucio. Aun así encuentro la ciudad mucho menos decadente que la otra vez, claro que hace ya 15 años de aquello pero al menos yo la recordaba peor. En el centro han restaurado algunas zonas y tiene mejor aspecto. Que por cierto hay un palacete que está siendo restaurando por la junta de Andalucía, toma ya. Aunque las viviendas siguen resultando alucinantes, cuesta pensar que ahí pueda vivir gente. Aun así tiene un gran encanto y pasear por aquí es una pasada.

En una calle muy cerca de la catedral vimos una casa que alquilaba habitaciones y cuando subimos nos quedamos alucinados: la casa es preciosa, bien arreglada, recién pintada, muy agradable, y le sobraba una habitación fantástica con tres balcones a la calle y muchísima luz. Lo peor que tiene es que la dueña se llama Surama y a mí no me sale nunca, siempre digo “surmana” jeje. Nos encanto en el momento así que fuimos a casa de Zenaida a recoger el equipaje y nos vinimos para aquí rápidamente. Zenaida, que en principio nos dijo 25 € a la hora de pagarle nos pidió 30: es que si es solo una noche son 30, dijo. El caso es sacarnos las perras. Pero yo estaba tan contenta con mi nueva habitación que lo pagué y nos marchamos de allí rápidamente. La nueva casa nos cobra 30 euros la noche.

Respecto a las comidas no se come nada mal. Puedes comer algo más caro en sitios para turistas y pagar unos 15-20 € por los dos o comer en sitios para cubanos. Hay unas ventanas de casas que sirven pizzas, hay grandes colas de cubanos esperando su turno y cuando te toca sale una mano de detrás de una rajita bastante sospechosa que te sirve una pizza por 0,5 euros. Puedes elegir boloñesa, con cebolla o con jamón. Pues la verdad es que están muy buenas y sirven para matar el hambre. El misterio de detrás de la rajita nunca lo sabremos, mejor no saberlo.

En fin que ahora mismo estoy escribiendo esto tumbada en mi nueva cama con los tres balcones abiertos de par en par y viendo la luna llena que está inmensa. No sé cuándo podré mandar esto porque las conexiones aquí son muy malas. No existe la wifi, tienes que irte a un hotel y pagar 6 € por una hora, no puedes pagar menos. Y claro, no puedo conectar mi portátil así que guardare esto en un lápiz de memoria y a ver si consigo colgarlo. Comprar un teléfono de aquí para recibir llamadas resulta muy caro, 60 € la línea más la recarga, y llamar a España cuesta 4 € el minuto así que nada, mensajitos a mama y mail cuando se pueda.

Bueno, que el día ha sido muy bonito y nos sentimos muy felices aunque muy cansados. Si, si, a pesar de haber dormido 12 horas son las 9 y ya estamos en la cama los dos con los ojos cerraditos. Espero que podamos volver a escribir pronto. Besitos para todos.

PD: Antes de venir a colgar este post hemos ido a comer a un sitio tipico y le hemos dicho que nos diera la especialidad, y a que no sabeis lo que nos han puesto? Un peaso plato de garbanzos que no superan a los de mi abuela pero que estaban tela de buenos. Tiene guasa, no?

PD2: Aqui subir fotos es una pesadilla, asi que habra pocas. Ya subiremos mas en guatemala. Besos.

Elena