Atravesar
Francia camino de Alemania ha sido una experiencia muy bonita, lo que
pasa es que nada más cruzar la frontera nos llevamos un primer
disgusto: el litro de gasoil en este país cuesta 1,44 €. Esto
sumado a que cada metro de autopista lo cobran a precio de oro
suponía que atravesar el país nos iba a costar un dineral. La
suerte es que a las afueras de cada ciudad puedes encontrar un hotel
Fórmula 1, que pertenecen a la cadena Accor y cuestan a 29 euros la
noche. La habitación está impecable y tiene un lavabo, pero el
váter y la ducha están en el pasillo, son comunitarios. La suerte
es que a mi, desde que tengo mi go-girl, eso no me afecta, que yo
cojo mi botellita de agua vacía y le planto encima mi cono de
silicona y me hago un váter en medio minuto.
Hasta Pablo se ha aficionado al susodicho, que al principio era algo reacio por eso de que a los tíos les cuesta apuntar, pero ha sucumbido a la escupidera de última generación. El caso es que esos hoteles están muy bien y cuestan baratos, lo que pasa es que están a las afueras y tienes que disponer de coche. Básicamente hemos hecho tres paradas por el camino: El primer día paramos en Carcassone, y tengo que decir que su fama es mas que merecida. Sin duda, es la ciudad medieval amurallada más bonita que haya visto nunca. Mira que había leído yo libros en los que el protagonista intenta tomar la ciudad, la asedian... pero lo cierto que es nunca fue tomada, y viéndola se comprende rápidamente por qué. Tanto la muralla como la fortaleza se mantienen intactas y algunas casas del interior también. Claro que la mayoría han sido restauradas en siglos posteriores, pero conservan la personalidad de la ciudad. Yo flipé allí vamos, porque se respira la historia. Lo único negativo es que se ha convertido en un punto turístico y todos los comercios de la ciudad amurallada son tiendas de souvenirs o restaurantes para guiris. Pero si te fijas descubres que allí vive gente y los ves entrar en los portales de sus casas maravillosas, por antiguas o típicas no por lujosas, con las bolsas de la compra. Siempre que paso por una casa de esas digo: mira, ahí vive alguien. Pues me he prometido a mi misma que alguna vez seré yo la que viva en un sitio en el que la gente diga: en esa casa tan bonita de ahí vive alguien. No se cuando ni en qué lugar, ya os lo contaré el día que lo consiga. Bueno pues eso, Carcassone merece sin duda una visita, es uno de esos regalitos que hay que abrir. Os pongo algunas fotos a ver si os hacéis una idea.
Hasta Pablo se ha aficionado al susodicho, que al principio era algo reacio por eso de que a los tíos les cuesta apuntar, pero ha sucumbido a la escupidera de última generación. El caso es que esos hoteles están muy bien y cuestan baratos, lo que pasa es que están a las afueras y tienes que disponer de coche. Básicamente hemos hecho tres paradas por el camino: El primer día paramos en Carcassone, y tengo que decir que su fama es mas que merecida. Sin duda, es la ciudad medieval amurallada más bonita que haya visto nunca. Mira que había leído yo libros en los que el protagonista intenta tomar la ciudad, la asedian... pero lo cierto que es nunca fue tomada, y viéndola se comprende rápidamente por qué. Tanto la muralla como la fortaleza se mantienen intactas y algunas casas del interior también. Claro que la mayoría han sido restauradas en siglos posteriores, pero conservan la personalidad de la ciudad. Yo flipé allí vamos, porque se respira la historia. Lo único negativo es que se ha convertido en un punto turístico y todos los comercios de la ciudad amurallada son tiendas de souvenirs o restaurantes para guiris. Pero si te fijas descubres que allí vive gente y los ves entrar en los portales de sus casas maravillosas, por antiguas o típicas no por lujosas, con las bolsas de la compra. Siempre que paso por una casa de esas digo: mira, ahí vive alguien. Pues me he prometido a mi misma que alguna vez seré yo la que viva en un sitio en el que la gente diga: en esa casa tan bonita de ahí vive alguien. No se cuando ni en qué lugar, ya os lo contaré el día que lo consiga. Bueno pues eso, Carcassone merece sin duda una visita, es uno de esos regalitos que hay que abrir. Os pongo algunas fotos a ver si os hacéis una idea.
La
siguiente parada fue Aviñon. Esta ciudad es famosa porque en el
siglo XIV los papas se trasladaron a vivir aquí. Conserva íntegra e
intacta la muralla de la ciudad vieja, y dentro está el
impresionante palacio papal. Es agradable y tiene mucha vida pero
bueno, una ciudad bonita pero normal.
Al
día siguiente nos llevamos una gran sorpresa con Dijon. Que tenemos
que reconocer que nosotros sabíamos que esa ciudad existía por la
mostaza más que por otra cosa, pero tenemos que decir que hemos
flipado en Dijon, tiene un centro espectacular. Creo que en esta
ciudad hay todo lo que uno quiere ver cuando va a Francia: casas
medievales intactas, casas de los siglos XVII y XVIII, pastelerías
de diseño, tiendas de artesanos con la fachada de madera de algún
color fuerte... vamos que te deja con la boca abierta mires para
donde mires. Pero si es que hay casas del siglo XV que conservan
hasta los cristales! Flipante, tengo que decir que no nos lo
esperábamos para nada porque nunca habíamos oído nada. Y nos
compramos varios tipos de mostazas en la tienda más guiri de la
ciudad y tan contentos que nos fuimos.
A
la mañana siguiente en el hotel recibimos un mensaje de Sally, la
intermediaria Alemana con la que tratamos siempre. Hasta ahora no nos
habían dicho dónde íbamos a vivir a pesar de que se lo habíamos
preguntado por activa y por pasiva. Pero siempre había una excusa
para no decirnos la dirección. Y ya pensábamos que pasaba una de
dos cosas: o que a tres días de llegar aún no tenían casa para
nosotros, o que estaba en un sitio tannn malo que no nos lo querían
decir hasta el último momento para que no protestáramos. Pero, dos
días antes de llegar, por fin nos mandaron un mail con la dirección
y descubrimos el misterio: el piso está a las afueras afuerísimas
de un pueblito minúsculo a 15 km de Ludenscheid, el pueblo en el que
Pablo va a trabajar, vamos a recibir el curso y, supuestamente,
íbamos a vivir. Rápidamente buscamos la dirección en el google
maps y nos lleva a una calle solitaria rodeada de vegetación con
cuatro casas perdidas. Vamos, en medio del bosque, que como me
descuide me encuentro cualquier mañana un oso grizly en mi ventana.
Vaya disgusto más grande que me llevé. Yo, que soy urbanita hasta
la médula, que me veía viviendo en el mismísimo centro de la
ciudad, en la calle peatonal, y me mandan a vivir a en medio del
campo de un pueblo de 4 casas. De verdad que Pablo dice que puse una
cara como si se hubiera muerto alguien. La verdad es que reconozco
que soy un poco exageraita pero es que se me vino el mundo encima de
verme los 6 meses de curso viviendo en medio de la nada. Ese día lo
pasamos paseando por Luxemburgo, una ciudad agradable, bonita y muy
ambientada, pero mi cabeza estaba en el bosque con los osos grizly,
era imposible volver de allí. Lo bueno fue que Luxemburgo es el país con la gasolina más barata de toda europa, 1,12 euros el litro de gasoil, así que aprovechamos para llenar el depósito al máximo.
Pero
el día siguiente sería el definitivo porque a las 12 de la mañana
por fin llegaríamos a... uf imposible decir cómo se llama este
pueblo, a mi me suena a “susmulas”, en serio, bueno que a las 12
habíamos quedado con sally en la puerta de la casa. Llegamos
clavados porque tengo que decir que soy una copilota de lujo, que sin
navegador ni nada te llevo y hasta te digo: a 500 metros gire a la
derecha.
La
calle nos pareció un poco rara porque era pura vegetación alta y
algún edificio bonito, eso si, pero pocos, vamos que esto en España
ni se consideraría pueblo ni na de na. Nuestro edificio está al
final de la calle, junto con otros dos, 3 edificios pegados justo
donde la calle se une a la vía principal que te lleva a Ludenscheid
en 10 minutos. En ese cruce están justo las vías del tren y una
parada al ladito de mi casa.
AHÍ ESTOY YO DELANTE DE MI PORTAL, Y MIS VENTANAS SON TODAS LAS DEL SEGUNDO PISO
MI CALLE DESDE MI VENTANA, MIRA QUE ANIMADITA Y QUE VERDE...
Sally estaba en la puerta y por fin
pudimos ver nuestro apartamento y.... tengo que reconocer que es muy
bonito y acogedor. Nos encantó desde el principio, claro que también
íbamos esperando lo peor así que cualquier cosa sería mejor. Pero
no es tan tan pequeño, sólo tiene una cocina, un baño, un salón y
un dormitorio pero las habitaciones son grandes y con unas ventanas
gigantescas por las que entra muchísima luz. El dormitorio tiene 3
camas, dos pequeñas pegadas para nosotros y una más a modo de sofá,
y aún así sobra mucho espacio.
En
el salón tenemos una tele que sólo se ve en alemán, así que pa
ná, un par de sofás y una mesa que hemos pegado a la ventana para
estar ahí con luz.
La
cocina es muy nueva, tiene muchos muebles, nos ha cabido todo
sobradamente, y es espaciosa. He podido colocar mi thermomix, mi
gigantesca olla a presión, la cafetera de Pablo... en fin que
incluso después de una gran compra de comida nos sigue sobrando
sitio.
Y
el baño no es tan pequeño, para nosotros que no somos muy dados al
metrosexualismo está perfecto.
Pero
una vez visto el piso quedaba el increíble marrón de vaciar el
coche, que de verdad os digo que daba pánico porque el maletero no
había sido abierto desde que salimos de casa 8 días antes y
pensamos que al abrirlo saldría todo disparado. Pero no, estaba todo
bien colocado, incluso la bolsa con los 4 paquetes de avíos para el
puchero que traía y los chorizos para hacer lentejas y chícharos.
Así que viaje a viaje lo subimos todo a una segunda planta sin
ascensor. Tardamos bastante más en colocarlo todo. Pero lo cierto es
que una vez colocadas todas nuestras cosas el piso quedó genial y
desde muy pronto lo hemos hecho nuestro.
Aquella
misma mañana fuimos al centro de Ludenscheid para arreglar algunos
papeles como ir al banco para abrir una cuenta, comprar una tarjeta
para el móvil, apuntarnos a la oficina del paro y pedir planitos de
la ciudad en la oficina de turismo. El centro tiene calles peatonales
muy agradables y una plaza con una iglesia.
Esa
noche se quedaron todos los trámites hechos y las cosas colocadas en
nuestra nueva casa, a las 10 estábamos reventados de verdad y como
la cama es muyyy cómoda, pues dormimos como angelitos. Aunque cuando
nos acostamos nos miramos los dos, nerviosos, porque ya estamos aquí,
instalados, con tanto reto por delante, comenzando este nuevo
proyecto...
El
día siguiente fue el de las compras. Ay que me gusta, nosotros que
nos volvemos locos en un supermercado viendo las cosas que hay en
cada país. Aquí, cerca de casa, tenemos dos súper: el lidl y el
Netto. Ambos son del estilo y claro, ya sabéis que en España el
Lidl siempre se dice que es genial en yogures, quesos, chocolates...
vamos para guarradas varias. Pero claro, para hacer una compra gorda
casera no hay de todo y menos aquí, que no hay de todo como allí.
Ay cuánto echamos de menos al mercadona!!!! sobre todo porque hay un
obstáculo muy grande que es el idioma. Aquí absolutamente nadie
habla inglés, nadie, es increíble pero nadie lo habla y no hay
ningún cartel en inglés. Con deciros que en la oficina de
información turística no tenían información en inglés y nos lo
dieron todo en alemán... pues claro, en el súper todo es igual. Y
claro, no sabíamos lo que era nada, no sabíamos los precios porque
no sabíamos qué etiqueta se correspondía con cada producto. No
sabíamos si un bote con líquido era para lavar la ropa, fregar los
platos o limpiar el vater, en serio, tardamos mil horas porque con
nuestro diccionario teníamos que buscar cada palabrita para
descifrar lo que era. Porque además aquí hay miles de salsas y
productos que allí no hay. Y otros que no, porque vamos, me costó
encontrar las latas de tomate triturado, y una lata de tomate frito
ni la encontramos, vamos que igual estaba, no digo yo que no, pero lo
cierto y verdad es que no supimos encontrarla entre tanta palabra
rara. Pues entre el lidl y el Netto compramos cosas para llenar dos
cocinas enteras. Pero yo no estaba contenta porque había cosas que
no habíamos encontrado. Así que pregunté por señas y con un mapa
en la mano por el súper más grande de la ciudad, algo muyy grande.
Y me mandaron a uno ya tipo carrefour, uno inmenso. Y ahí si que nos
quedamos felices, ahí si que encontré lentejas, chicharos, tocino
fresco para el puchero, una aceitera para dosificar mis 20 litros de
aceite, cápsulas para la cafetera nespresso de Pablo que nos regaló
el banco, perchas que no había ni una en la casa, una fregona con su
cubo que yo creo que estos no lo han visto en su vida y con la que
pienso darle a todo el suelo aunque sea de parqué... vamos que
íbamos los dos con una sonrisa de oreja a oreja con nuestro carrito
y cogiendo de todo. Y tengo que decir que, salvo productos concretos
como el aceite que está a 9 euros el litro (de nuevo me bendigo a mi
misma por haber cargado con 20 litros de aceite), casi todo cuesta
igual o más barato que en España. Lo que pasa también es que
nosotros cogemos cosas que igual no son tan normales aquí, que no
son productos típicos que están tirados. Pero el precio es igual o
menor que en Sevilla. Eso si no quieres comprar ecológico claro.
Porque yo iba para Alemania en el coche diciéndole a Pablo todo el
tiempo: voy a cambiar de vida, voy a hacer algo de deporte, voy a
hacer crochet, voy a comer alimentos biológicos... biológicos?
Cuando llegué al súper y vi el precio de los tomates biológicos
tuve que preguntarle al dependiente: perdone, me dice usted dónde
está lo más transgénico de este supermercado? Y a por eso que nos
fuimos. Porque el kilo de tomates puede variar de 1 euro a 5, así
que nada, transgénicos a mi, por lo menos de momento que tenemos que
vivir con los 800 euros que nos paga el fondo social europeo durante
el curso de idiomas. Pero hay mucho producto español y hemos
procurado comprarlos. Porque donde se ponga un melón piel de sapo de
España que se quiten los demás. Ay que feliz. Y que cenamos esa
noche? Salmorejo con tomates transgénicos de a un euro el kilo y
melón de postre. Ay que gozada por dios, ya si que estoy como en
casa. Ahora, eso si, aquí se ve que el atún no se estila mucho
porque hemos pagado a un euro la latita. Que digo yo que sería atún
de la Moraleja porque si no no se explica.
Y
por último, e importante en estos días, fue conocer al resto del
grupo. A las 3 de la tarde (que digo yo que esa no es hora de citar a
nadie porque es la hora de la siesta, que es sagrada) nos habían
citado a todos en el local en el que se va a llevar a cabo el curso
durante 4-6 meses, depende de lo que tarden los médicos en sacarse
un B2. Por cierto que el piso en el que estamos es sólo provisional.
Una vez que Pablo saque el B2 y empiece a trabajar nos tenemos que
mudar a un piso ya pagado por nosotros. Y entonces nos iremos a vivir
al mismísimo centro de Ludenscheid, vamos a la calle peatonal. Lo
que no se es lo que vamos a hacer porque aquí todos los pisos se
alquilan sin amueblar. Los que están amueblados son los que se
alquilan por días a los turistas alemanes que vienen aquí a jugar
al golf y a hacer actividades campestres. Por eso un piso amueblado
cuesta como este en el que estamos, 900 euros al mes, porque cuesta
30 euros al día, que si vienes un finde me parece barato, la verdad.
Pero claro, cuando nos alquilemos uno definitivo tendrá que ser sin
amueblar... bueno un lío.
Bueno
sigo que me voy por las ramas. El caso es que quedamos en el local
los alumnos con el profesor y Sally, la de la agencia. Acudimos un
matrimonio de Letonia con sus dos hijos de 5 y 6 años, una chica
peruana que venía con su madre que la ha acompañado para hacer la
mudanza, y nosotros. Al día siguiente llegaba Sergio, un chico
español, y la semana que viene un búlgaro que va a vivir debajo
justo de nosotros. En fin, que en las clases vamos a ser 7 personas
porque los niños empiezan el lunes en el colegio. Y 4 somos
hispanohablantes... veremos a ver... El profesor, un exmilitar
retirado de 60 años, pintaba muy serio pero vi un poco de amabilidad
en sus ojos, a este seguro que en unos días nos lo hemos ganado. Nos
alegró saber el horario: de 8,15 a 3,15 con dos descansos de 15 min
y uno de media hora que se supone que es para almorzar a las 12, pero
que usaremos nosotros para desayunar y almorzaremos cuando lleguemos
a casa a las 3,30. Prefiero comer en mi casa comida casera y caliente
a comer cualquier cosa fría en el aula. Pero lo bueno es que tenemos
toooooda la tarde libre, así que perfecto!!! Cada vez pinta mejor la
cosa. Aunque sigo pensando que nunca voy a aprender alemán, vaya
cosa más complicada, madre mía!!!! enseñar alemán a una sevillana
cerrada como yo va a ser todo un reto.
Y
me despido con una foto que no podía faltar: por fin nos hemos
comido una salchichota en el mercado al aire libre de los sábados en
la plaza del pueblo. Estaba realmente espectacular, deliciosa. Con
eso os dejo, ya os escribiré para contaros cómo nos va con nuestro
comienzo de clases mañana lunes a las 8,15. Besos a todos!
Ánimo para empezar la aventura Alemana!todo va a iros genial. Muchos besos, Vicky.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡¡FANTÁSTICO!! todo va sobre rueda Elena... Y con la olla express y la thermomix seguro que os lleva a la perfección!!!
ResponderEliminarBesotes y ya te mando un correo.
Siempre tan lindas historias,sigan adelante
ResponderEliminarMarcelo el argentino
Los felicito, por ir siempre detrás de la aventura, juntos!!! Buen comienzo del curso. Un saludo grande desde Argentina. Paula
ResponderEliminarMe alegro de que ya esteis instalados. Animo con el aleman, que ya vereis como en na de tiempo ya chapurreais algo. Llevaos al supermercado unas tijeras para separar un poco las palabras, que esa gente las juntan todas :)
ResponderEliminarBesos.
Ganas de ver Dijon y Carcassone, me entraron. (En Avignon ya estuve) Espero que todo os vaya genial por Alemania. No sé que tal será ese pueblo, pero la casa es fantástica, se ve muy relajante. Buena compañía, chorizos, buena cerveza, café con espumita en cápsulas y Thermomix. ¿Qué más podéis pedir? Yo me voy el nueve de agosto, diez días, a Rusia, (Moscú y Sanpetersburgo), ya me daréis algún consejo, que aparte de ver la Red Square, la tumba de Lenín y el Hermitage, (que por supuesto no me perderé) me gustaría ver algo más de Rusia, "en su salsa", pues tengo poca afición a iglesias y catedrales, y me huelo que en el Triángulo de Oro, Vladimir, Serguei Posad y el otro, la cosa va mucho de monumentos, ¿no? y yo lo que quiero ver es a los mujiks y a las mujikas ordeñando sus vacas, y vendiéndome un vaso a pie de vaca. (intentaré buscar por vuestra página (blog?), a ver si encuentro algo, que lo raro es que haya un sitio que no hayáis estado, y no lo hayáis contado, jajaja. Cuidaros, sed felices, y un abrazo.
ResponderEliminarAl fin en casa, bien instalados!!!. Poner la tele, para ir haciendo oído, que es muy importante, seguro que os irá sonando cada vez mejor.
ResponderEliminarCuando tengáis que ir a la casa definitiva, sin muebles, no importa, Pa qué está Ikea???. Besos.
Sois la caña!! Que grandes ratos nos haceis pasar! No te preocupes Elena por los productos españoles, si se te acaban los 20kg de aceite ten por seguro que entre todos vuestros fans hariamos una colecta de supervivencia con aceite, chorizos, morcilla jajaja :)
ResponderEliminarMe encanta, me encanta, me encanta.
ResponderEliminarGracias por los hostales de Francia que ya me lo he apuntado jeje.
Espero que disfruteis muchisimo con esta nueva experiencia y...animo con el aleman que tu puedes.
Muchos besos desde Canarias
"susmulas"...me reí 5 minutos:)) it happens to me too with many words
ResponderEliminarHola pareja, os sigo desde el 2010 que os encontre de casualidad, y os quiero decir algo: os admiro y os envidio por lo valiente y el coraje que teneis.... Pero sobre todo por el amor que os profesais, que queda impregnado en cada una de las palabras de vuestro diario... Porque pensad que vaya como vaya vuestra aventura ( que estais siendo muy afortunados) siempre os tendreis el uno al otro, que en este mundo de crisis y de locos en el que vivimos ya es el 90% de la felicidad ( pondria el 99% pero no quiero que me llamen exagerada).
ResponderEliminarJolines, me encantaria ir a conoceros solo por llevaros una botella de aceite, latas de atun y unos avios de puchero de aqui del sur....
Un fuerte abrazo a los dos
Nattividad Bonet, desde Rota, Cadiz