Cuando fuimos a Ecuador en el año 99 a trabajar para una ONG



Como pasa el tiempo... Hace solo unos 3 meses que volvimos, y os juro que parece que hace tres décadas! Por aquí todo empieza a parecerse cada vez más a la realidad, cosa que no me mola nada de nada. Elena en su currelo. Yo, como dice un compañero mío, "salvando vidas", jejeje. Y los dos nos sorprendemos muchísimas veces pensando en cuando estuvimos aquí o allá, en tal ciudad o en tal hotel, comiendo esta o esta otra comida... Realmente es demasiado pronto para dejar de pensar en eso, creo yo.

 Y mientras devoramos recuerdos, no paramos de darle vueltas al futuro, a dónde será el próximo viaje, y sobre todo, ¿cuándo? Bueno, eso Dios dirá... pero por favor, dilo pronto!!!

Jejeje. De todas formas ya lo estamos materializando en nuestras cabezas y poco a poco le vamos dando forma, pero de eso nos ocuparemos un poquito más adelante en el tiempo.
Para amenizar la espera me dispongo a contaros una de las anécdotas más divertida, rocambolesca y única que nos ha pasado en uno de nuestros viajes. Porque muchas veces nos han pedido seguidores del blog que contemos anécdotas de otros viajes y claro, con 15 años que llevamos juntos y viajando pues nos han pasado muchísimas, y algunas de lo más increíbles. Así que con varias entregas os iremos contando algunas, así se os hacen más leves las mañanas de trabajo.

Sucedió en Ecuador en el año 1999, el primer viaje que Elena y yo hacíamos juntos al extranjero desde que empezamos a salir en el 95. Después de pasarnos todo el invierno trabajando cortando y pelando cables para la empresa del padre de Elena, y de trabajar en el telepizza porque éramos estudiantes universitarios, nos fuimos los 3 meses de verano a trabajar como voluntarios a un hogar de niños en Lago Agrio, una pequeña ciudad en el oriente del país, en la zona de la amazonia ecuatoriana.

Allí vivíamos en una misión carmelita, en una casita con 4 curas encantadores que nos hicieron la vida muy fácil y con los que nos reímos de lo lindo. Nosotros no somos creyentes, y para nada hemos sido nunca practicantes pero aquellos curas nos hicieron creer en otra iglesia, en toda esa gente que vive dedicado a los demás hasta las últimas consecuencias. Viviendo con lo mínimo, con lo puesto. Aprendimos mucho de ellos, fue una experiencia increíble. Pasábamos los días organizando el archivo de la pastoral. Los curas querían buscar la partida de nacimiento de los indígenas o inscribirlos en cualquier parte para que pasaran a "existir" en alguna parte y así legitimar su existencia y su presencia en la selva y que el estado no se las quitara. El Estado intentaba expropiar y privatizar las tierras de la Amazonía ecuatoriana en las que estas comunidades indígenas habían vivido desde siempre. Ellos intentaban que se les concediera la propiedad de las mismas en las que habían vivido desde tiempos ancestrales. Y ahí trabajábamos nosotros, pasando a ordenador nombres y nombres de personas tan extraños como "aspirina", no es broma, una chica se llamaba así. Otros muchos ratos los pasábamos en el hogar de acogida en el que vivían 15 niños esperando ser dados en adopción o reintegrados en sus familias de origen.

 AQUI ESTABAMOS EN EL ARCHIVO DE LA PASTORAL PASANDO LAS PARTIDAS DE NACIMIENTO JUNTO CON NEREA, UNA COMPAÑERA DE UNIVERSIDAD QUE VINO CON NOSOTROS
Pero los fines de semana acompañábamos a los curas a sus visitas a las comunidades indígenas de la selva. Así que nos plantábamos las botas de agua, nos subíamos en las canoas e íbamos por los ríos de la selva hasta llegar a los pequeños poblados. Si si, como esos que salen en los documentales con las chozas en alto y la gente hablando quechua. Y allí pasábamos el día, bebiendo chicha, comiendo sopa de mono (con todas sus partes, y que te ofrecieran la cabeza era como el mayor de los prestigios y claro, no podías decir que no) y viendo los bailes que nos hacían con las grandes y preciosas coronas hechas de plumas bellísimas. Aquella experiencia fue como vivir dentro de un documental por 3 meses, nunca la olvidaremos.

LOS RÍOS SON AFLUENTES DEL AMAZONAS PERO SON INMENSOS, MUY ANCHOS Y  CON MUCHA FUERZA

 
MUCHAS VECES HABÍA QUE PASAR UN TRAMO ANDANDO HASTA LLEGAR A UN SITIO PROFUNDO COMO PARA PODER MONTARSE EN LA CANOA 

EN LA CANOA CAMINO DE UNA COMUNIDAD 

AQUI LLEGANDO A UNA DE LAS COMUNIDADES, GRANDES ESPLANADAS DE HIERBA ROBADAS A LA SELVA DONDE SE CONSTRUYE LA CASA DE LA COMUNIDAD Y LAS CABAÑAS DE LOS HABITANTES

NOS DABAN LA BIENVENIDA DE LA MEJOR FORMA, CON ROPAS DE GALAS, CORONAS DE PLUMAS Y CAMINOS DE HOJAS DE PALMA, ERA PRECIOSO

Y EL ALMUERZO... MESAS CON MANTELES DE HOJAS DE PLATANERAS Y COMIDA... RICA. ELENA AQUÍ CON UNA DE LAS CORONAS DE PLUMAS

 VOLVIENDO DE LA COMUNIDAD EN LA CANOA CON EL TIPO DETRÁS "CONDUCIENDO"
Resulta que un día fuimos con el Obispo de la región y los curitas a conocer una de las comunidades indígenas de la zona, que nos recibieron como si hubiesen visto al mismísimo Papa y nos dieron a beber la famosa "chicha", bebida que elaboran mascando raíces de plantas, escupiéndola en un recipiente y dejándola fermentar unos días.. ¿Alguien se atrevería a probarla? Y si os digo que vimos a las señoras que mascaban y mascaban las raíces con esos dientes pútridos y la boca negra de roña... ¿también os la beberíais? ¿A que no? Pues SI, CHAVALES, SI, nos la tuvimos que beber porque si no, era como una deshonra para ellos. A los que conocen bien a Elena saben que para ella hubiera sido preferible que le clavaran alfileres al rojo vivo entre las uñas de los dedos de los pies, así que imaginaos la situación... pero ahí estaban los tíos, bebiendo chicha.
 BEBIENDO CHICHA A LA LLEGADA A UNA COMUNIDAD. ESTA FOTO ES LA PRUEBA DE QUE SI, ESTUVIMOS ALLI Y LA BEBIMOS, PA MI SE QUEDA.
Pero bueno, esa no es la anécdota en sí, que ya lo fue en su día porque pasamos un quinario y las caritas con las que nos mirábamos de voy a potar en breve si tengo que darle otro buchito esto, eran para grabarlas en un video. El caso es que la vuelta había que volver a hacerla en canoa. Estas canoas son casi planas de forma que tienes que entrar con muchísimo cuidado, ponerte en cuclillas y no moverte ni lo más mínimo porque si no se vuelca. Era una canoa larguísima e íbamos mucha gente en fila unos detrás de otros y delante un indígena remando para llegar al destino. Ese viaje lo hicimos muchos días pero aquel día fue especial. En primer lugar, cuando la canoa ya está en movimiento Elena descubre que debajo de sus pies hay un bicho palo gigante. Elena tiene pánico a todos los bichos (buena idea la de irnos a Ecuador donde vimos las tarántulas con pelos más grandes del mundo mundial) así que cuando descubrió al bicho palo casi rozándole estuvo a punto de darle un infarto. Claro, no era posible moverse porque si no la canoa se iba a pique así que le dio la risa floja pero absolutamente quieta para no caernos. La cuestión es que el río llevaba mucha fuerza ese día porque había estaba lloviendo mucho y cuando nos acercamos a la orilla lo hicimos con tanta fuerza que la canoa chocó con un tronco, se volcó y nos fuimos todos al agua. Elena salió flotando rio abajo que se la llevaba la corriente. Menos mal que allí estaba su superman para salir corriendo a salvarla y conseguí llevarla a la orilla. Ufff menos mal, todos sanos y salvo en tierra firme aunque empapados de arriba abajo. De esa guisa salimos a la carretera y cogimos el primer autobús local de vuelta a nuestra casa, con todas las ventanas bajadas, la ropa mojada y muertos de frío.
 
Esa noche Elena comenzó a vomitar y con fiebre de casi 40. No paró de vomitar en toda la noche, yo estaba asustado pensando que se iba a deshidratar porque no podía ni beber agua. La pobre sólo hablaba para decir " la silla, la silla..." porque no podía mantenerse de pie y quería una silla para vomitar en el water sentada. Luego nos reíamos pero lo paso la pobre de pena. Por la mañana se lo contamos a los curas con los que vivíamos para que nos llevaran al centro de salud porque Elena seguía sin poder casi ni moverse, y cual no fue nuestra sorpresa cuando nos dice el cura: "Elena lo que tiene es "susto de agua" por el naufragio. La llevaremos a que la vea el chamán del pueblo que seguro que se lo quita"... ¿Mandeeeee? ¿He oído bien?? Elena casi que no se tenía en pie y con fiebre y la querían llevar al Chamán?!!?!? Ante mis suplicas inútiles hicieron oídos sordos y la llevaron al chamán con la promesa de llevarla después al centro de salud.

Cuando llegamos a su casa, un sitio cutre total de ladrillo sin enfoscar y con mierda para reventar, el tío me mandó a comprar un huevo de gallina a un puestecito callejero que había al lado de su casa.  Metió a Elena en un cuartucho lleno de botes con hierbas y cuencos que parecía del siglo XI, medieval medieval, vamos. Cuando la hizo pasar (sola, claro, a mi me dejó en la puerta esperando), le dijo que se desnudara y que solo se dejara las bragas. El tío no era listo ni na, un yogurín blanquito blanquito con ventipocos años, con lo oscuritas y bajitas que son las ecuatorianas y lo buena que estaba mi Elena... Ella, que es muy obediente y si le falta algo es vergüenza, así lo hizo, y entonces el chamán comenzó su rito que consistía en pasarle por todo el cuerpo el huevo que previamente yo había comprado mientras entonaba canticos ininteligibles y escupirle por todo el cuerpo con un licor mentolado de su propia bodega. Imaginaros a Elena con los brazos en cruz, como Dios la trajo al mundo, babeada y sobada de arriba a abajo y oliendo un pestazo a enjuague bucal que no veas. Y todo esto más mala que los perros y con 40 de fiebre. El tío aseguraba que Elena tenía susto de agua y dijo que el huevo absorbería todo el susto. Cuanto más susto más oscuro se volvería el huevo y el susto se iría del cuerpo.
 
Terminado el ritual, abrió el huevo y lo echó dentro de un vaso, y realmente el huevo salió marrón oscuro(la clara, vamos), al menos eso jura y perjura Elena que fue la que me lo contó, porque yo no pude entrar. Le dijo el tío que tenía mucho "susto de agua" y que por eso estaba tan marrón y que ahora no podía ducharse en tres días y que entonces volviera para terminar de quitarle el "susto de agua". Madre mía, con el olor a saliva y a alcohol que llevaba en el cuerpo, que ni una fulana lleva ese olor encima después de una noche de curre...

El caso es que después, tal y como nos habían prometido, nos llevaron al centro de salud donde nos mandaron suero y algo para cortar el vómito. Y más mala que un perro todavía nos volvimos a la casa y se acostó a recuperarse de la experiencia.

Y tenemos que decir que Elena se recuperó ese mismo día. Dejó de vomitar y se le quitó la fiebre sin darle medicinas, sólo el suero. ¿Coincidencia? Pues nunca lo sabremos... Lo que sí sabemos es que Elena se pegó una ducha nada más llegar a la casa (con cacitos que yo le eché por encima de agua calentita porque allí no había agua caliente y la pobre mala... le calenté una ollita) jejeje, y por supuesto nunca volvimos a ver al Chamán, entre otras cosas porque Elena pasó un asquito cuando el otro le espurreaba todo el cuerpo con el Listerine que no os hacéis una idea! con lo escrupulosa que es para las cosas de la boca y allí el tío echándole hasta por el pelo.

 En fin, que esta es una de las tantas anécdotas que te pasan cuando viajas por el mundo, ser curado por un chamán auténtico es algo de lo que pocas personas pueden presumir haber vivido. Aunque siempre me quedará una duda... ¿el huevo que compré al lado de la casa del chamán estaba trucado? Lo cierto es que el año pasado en Guatemala fuimos al museo de la medicina chamánica y entre los ritos que describían estaba el del huevo y contaba exactamente todo lo que a Elena le había pasado, todo el ritual era exactamente igual y el huevo tenía que salir negro, se nos pusieron los pelos de punta al leerlo.

Ecuador es un país maravilloso y bastante desconocido. Tiene selva amazónica, montañascon pueblos andinos, mucha cultura e historia y playas paradisiacas. Tenemos que decir que cuando terminamos el trabajo nos fuimos a recorrer el país con un presupuesto de 1000 pesetas al día para los dos. Claro que en el 99 ecuador era algo súper barato. Dormíamos por 20 duros, bueno, mal dormíamos porque un día dormimos en un hostal tan asquerosamente asqueroso que yo cogí una sarna brutal que tuvieron que curarme luego en España. Y todo costaba muy poco así que terminamos nuestra aventura sanos y salvos.

Esperamos que os haya gustado. Un saludo a todos y gracias por seguir ahí.
 
Pablo y Elena.

PD de la protagonista de la historia: Doy fe de que todo lo que se cuenta anteriormente es cierto y verdad como la vida misma, ya que lo vivi yo en mis propias carnes.

PD2: Las fotos son de muy mala calidad porque en el 99 nuestras posibilidades daban para una cámara penosa de carrete por lo que se hacía una única foto y si salias con los ojos cerrados o un moco en la nariz pues mala suerte. Hicimos diapositivas por lo que estas fotos son escaneadas de estas, por eso se ven tan mal.
La aventura de Pablo y Elena Web Developer

12 comentarios:

  1. Ya se ve que lo de los viajes no os viene de ahora. Me alegro mucho de volver a leeros. Un saludo desde las Rías Baixas.

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  2. ehhhhhhhhhhhh¡¡¡¡¡¡¡¡ tu eras mu chico, si no te comes al chamàn.

    ¡¡¡¡Vámonos payá que tenemos que pedirle explicaciones¡¡¡

    Mira, que a mí lo que me hace falta es leer el blog para empezar a darme vueltas el coco de dónde nos vamos... La rubia de bote.

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  3. Como siempre me encantan vuestras historias, como siempre muy divertidas y muy aventureras.
    Os he hechado mucho de menos, vuestras historias me hacen viajar a un monton de sitios maravillosos.
    Saludos de una viajera empedernida.
    Carmen de Torelló

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  4. Chicos!!

    Qué divertida la historia! y qué asco madre mia! ahora que sois flashpackers ya no os gusta que os escupan,eh??
    A ver si os animáis a venir un finde por Barcelona!

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  5. Qué bueno!
    Muy divertido, menuda anécdota!. Ahora a seguir contando historias, que lo hacéis como nadie. Nos alegra mucho volver a saber de vosotros.
    Un beso.
    Jagoba, Laura y el pequeño Unax.

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  6. Me jartao de reir con la anecdota, aunque yo sabia algo, pero no con tantos detalles, ya se que pa enterarme de vuestras cosas tengo que esperar, a que la escribais en el blog.
    La del gallo que os despertaba toa las mañanas, tambien es buena.
    Muchos besitos.

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  7. Pablito,crees que el chaman ni la toco jajajaj
    Marcelo

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  8. Me encantan vuestras historias una sugerencia podriais añadir un mapa coloreados todos los paises visitasdos en vuestra vida asi sabriamos si os podemos pedir consejo de algun sitio :)

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  9. que divertido !! me he reido muchisimo ,me imaginaba a Elena y no me lo podia creer !!! como aguantaste eso??? jajaja

    besos
    susi

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  10. Hola chicos!
    Que ilu volver a leeros, la verdad es que es una experiencia autentica!... la pregunta es ... como te las apañaste para nadar a lo superman con botas de agua?!!!!! Eres nuestra nueva heroina Pablete!
    Nosotras seguimos ahorrando para nuestra aventura, d momento nos hemos apuntado al "wordpress" con una web para ver si somos capaces d actualizar lo mas seguido posible, por ahora llevamos 1 mes :) Y así ir cogiendo pratica para la vuelta.

    Bueno ya sabeis, aqui teneis dos fans barcelonesas

    Natalia&Sofia

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  11. Recuerdo cuando hicistéis ese viaje, creo que estábamos en cuarto de carrera, y recuerdo algunas de las historias que nos contábais, aunque ésta no la conocía, me ha venido bien echar unas risas.

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  12. uy ese acento del hicisteis que se ha escapado...

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