Visitar Pingyao, Xian, Macao y Hong Kong

Hola a todos. Aquí está er tío otra vez. Ya Elena en el anterior post dijo lo que pensaba de los chinos, jejeje... Pues ahora me toca a mi!

Lo digo a boca llena y sin tapujos: Los chinos son todos unos hijos de puta, así, con todas sus letras. Los que me conocéis sabéis que soy una persona pacifica y con mucha paciencia... hasta que me tocan lo que viene siendo lo que cubre el escroto, y estos mamones no me los han tocado, no, me los están manoseando y refregando todos los días!!

Así que antes de cometer un par de asesinatos y acabar en una cárcel de mala muerte de aquí, nos piramos con la música a otra parte. Estos chinos no se merecen que les deje ni un solo euro más en su país. En serio, Elena dijo que nadie viniera en Agosto a China, pero yo digo que nadie venga NUNCA a China, no se lo merecen después de como nos han tratado. Y no solo a nosotros, conocimos a una pareja del País Vasco con los que tuvimos una fantástica charla poniendo a parir a los chinos, jejeej, es el mejor ratito que he tenido desde que estoy en China. A ellos les estaba pasando exactamente lo mismo que a nosotros, eran incapaces de comprar un billete de tren porque les decían que no con la manita sin mirarlos a la cara, es que es pa matarlos!!! (Ánimo Laura y Jagoba, que vosotros podéis con estos chinitos!!).

En serio, señoras y señores, me he visto en varias ocasiones como Hitler, queriendo tener a mano una 9 milímetros para quitar de en medio a unos pocos (esto es un poquito exgerado pero...). Es increíble como estos mamones me sacan de mis casillas. No soporto la injusticia, y me parece que lo de ni siquiera mirarnos a la cara es superinjusto. Yo no te digo que me tengan que entender, porque no hablamos el mismo idioma, ¡pero hijo puta, mírame a la cara y dime en tu idioma y con una mínima sonrisita que no me entiendes y que no me puedes ayudar, so cabrón! ¡No pases de mi como si fuera una autentica mierda de gato! En serio, a los que anden bajitos de autoestima que no se les ocurra aparecer por este país, porque es que esta gente te hacen sentir como una mierda, te hunden a saco a base de empujones y de “no te pienso mirar a la cara”, son unos auténticos... Bueno, eso, ya me he desahogado.

En fin, que espero que entendáis los motivos por los que nos piramos de aquí echando millas. No nos hemos venido a viajar durante un año para sufrir, y aquí día si día también estamos sufriendo, por una cosa o por otra. Es que hasta para pedir agua es una pesadilla, porque te dicen que no y tu no sabes si es que no tienen o que no te entienden. Deberíais haberme visto ayer pidiendo agua en un restaurante. Le preguntábamos al tío que chapurreaba ingles que nos trajera una botella de agua, y como al final nos dijo que solo nos podía poner un vaso le preguntamos que de donde era ese agua, si del grifo o de botella. Al punto no nos entendía, que me levanté, me lo llevé al baño y abrí el grifo y le señalé el vaso, el grifo, el vaso, el grifo, el vaso, hasta que 5 segundos más tarde y con cara de gilipoll... me mira y dice: aaahhhhhhh, no, no, no, y me lleva a una máquina purificadora de agua. Joder, lo que le costó al tío entenderlo!!

Bueno, después de este desahogo que me ha venido tan bien, os cuento lo que hemos visto estos días.

Salimos de Pekín en un tren cama (ya no os cuento la odisea de comprar el billete porque tendréis una leve idea...). El trayecto duraba unas 8 horas e íbamos en un compartimento de 4 literas, con su aire acondicionado y todo. Cuando llegamos el vagón estaba vacío, y nosotros rezando porque nos tocaran un par de guiris con los que criticar a los chinos, jejeje. Y efectivamente, así fue. Nos tocó una pareja de Holandeses muy simpáticos con los que estuvimos charlando y cenando en el vagón restaurante del tren, y nos reímos mucho con ellos.

EL VAGÓN DEL TREN HACIA PINGYAO

CENANDO CON LOS HOLANDESES EN EL VAGÓN RESTAURANTE

Ellos también venían a Pingyao, que es una ciudad preciosa. Conserva sus murallas (restauradas) del siglo XIII alrededor de la ciudad, de unos 8 a 10 metros de altura con muchos baluartes de vigilancia y unas puertas de entrada espectaculares. La ciudad en sí es una autentica maravilla, una reliquia de la edad media china, con las casas antiguas llenas de faroles rojos y todas de ladrillo negro y madera, una pasada. La guía decía: sorprenderá hasta a los mas expertos viajeros, y efectivamente así es, Pigyao sorprende de cualquier manera. No es una ciudad muy grande, se puede ver en un día. La gente normalmente llega con el tren nocturno y se va al día siguiente en otro tren nocturno. Nosotros, como estábamos muy estresados (jejeje) nos quedamos 2 noches, porque la ciudad es muy muy tranquila, casi nadie te agobia para que compres en sus puestos o para que comas en sus restaurantes. Aquí al llegar tuvimos también otra de las pesadillitas que nos desesperan, porque nada más llegar a la estación quisimos comprar los billetes de tren para el día siguiente para Xi'an, pero, como no, nos fue imposible (omito detalles para no volver a “calentarme” pero esperamos la cola de las 3 taquillas y ninguno de los tíos quiso ni mirarnos, nos tuvimos que ir y dejarlo por imposible, increible). Así que compramos billetes de autobús en un hostel para dos días más tarde para Xi'an. En fin, a lo que voy, la ciudad nos fascinó, y lo único que hicimos fue pasear, hacer fotos y relajarnos.

LAS CALLES DE PINGYAO

TODA LA CIUDAD ES UNA MARAVILLA

LAS MURALLAS

UNA DE LAS PUERTAS DE ENTRADA EN LA MURALLA

LAS CALLES POR DENTRO DE LA MURALLA

ELENA COMPROBANDO SI LAS ESCOBAS SON BUENAS

Estuvimos allí tela de a gusto. Almorzamos un día con los Holandeses en el restaurante de su hotel, que era uno de los más buenos. Nosotros nos quedamos en el Youth hostel internacional por 12 euros la habitación con baño privado y una cama de pared a pared de la habitación que cabían 7 personas, jejeje. Son unas camas típicas muy altas porque en invierno meten debajo unas estufas tipo copas de cisco para calentar la cama desde abajo. Por cierto, que para quitarnos el estress nos dimos un super-masaje de pies de una hora por 3,5€ cada uno, jejeje.

ALMORZANDO CON LOS HOLANDESES

UNO DE LOS PATIOS DEL HOTEL DE LOS HOLANDESES, ERA PRECIOSO

LA CALLE DE NUESTRO HOTEL

LA PUERTA DE NUESTRO HOTEL

EL GRAN MASAJE DE PIES PARA QUITARNOS LA TENSIÓN, JEJEJE

Desde Pingyao nos fuimos en bus hasta Xi'an. Y aquí otro numerito, la señora que nos sacó los billetes, que nos había dicho que nos llevaban a la parada del bus, nos dice con todo el morro que le paguemos al taxista 2 euros para que nos lleve a la parada, y ante nuestras protestas nos dice con toda la cara: “El autobús sale en 20 minutos, la parada esta a 4 kms, iros andando si queréis (y con una sonrisita de medio lao, la mu puta)”, así que no tuvimos más remedio que aceptar, porque no nos daba tiempo de buscar otro taxi ni sabíamos donde era la parada ni nada, así que nuevamente fuimos los “tontos del bote”. QUE ASSSSSCO DE CHINOS!!!!

El autobús nos llevó a Xi'an en unas 7 horas (habíamos pagado un bus deluxe y era una mierda de autobus que se caía a cachos). De allí nos fuimos directos al hotel a descansar, el Ibis Xi'an por 20€ con desayuno incluido e internet en la habitación Al día siguiente nos fuimos a visitar la ciudad. Es también un ciudad amurallada, pero mucho más grande que Pingyao. Visitamos las torres del tambor y de la campana, que se usaban para anunciar la puesta y la salida del sol, respectivamente. Fuimos también a dar una vuelta por el barrio musulmán, y es muy raro ver a las señoras chinas con el velo puesto en la cabeza, jeje. En el barrio musulmán fuimos a ver la gran Mezquita, que nos encantó, porque era una mezcla de arte árabe con arte chino, muy original.

LA TORRE DE LA CAMPANA

LA TORRE DEL TAMBOR

LA GRAN MEZQUITA EN EL BARRIO MUSULMAN

EL MINARETE DE LA MEZQUITA EN FORMA DE PAGODA

Tras ver esas tres cosas e irnos a comer no tuvimos más remedio que volvernos al hotel, porque empezó a caer el diluvio universal, y para colmo Elena metió el pie hasta el tobillo en un charco de barro, así que nada, para el hotel a lavar el zapato y a descansar en nuestro “oasis de occidentalismo”, jejejej.

Al día siguiente fuimos a ver la atracción estrella de la ciudad, los Guerreros de Terracota. Están a unos 40 kms del centro de la ciudad. Hay que ir en autobús durante una hora hasta llegar allí. Gracias a Dios que esta vez fue todo muy fácil, hay muchos autobuses que te llevan directamente allí y pagas una vez dentro, así que ningún problema. Nosotros, que nos estamos volviendo expertos en el arte del “toreo chino”, ya nos habíamos hecho con un papelito que nos escribió el de la recepción del hotel donde ponía en perfecto chino mandarín “llévenos a la estación de autobuses” y “llévenos a los guerreros de terracota”, jeje. Así que no tuvimos problemas. Una vez allí nos sacamos nuestras entradas y a disfrutar, porque esta vez fuimos muy “obispos” (como diría mi prima Pili) y nos fuimos a ver los guerreros por la tarde, cuando las hordas de chinos ya se están yendo para sus respectivas casas/hoteles, así que mientras nosotros íbamos para dentro, las hordas iban para afuera, con la consecuente carita de felicidad que se nos iba poniendo a medida que nos cruzábamos con ellos, jejeje.

Allí hay 3 naves muy grandes donde están los guerreros. La más pequeña tiene como unos 70 guerreros, la mediana unos 1000 y la más grande tiene unos 6000 guerreros!! Aunque hoy en día solo están desenterrados unos 2000, los estudios indican que hay hasta 6000, y todavía siguen las excavaciones para terminar de sacarlos a todos (que digo yo que a la vez que desentierran guerreros podrían ir enterrando chinos jje). La pequeña y la mediana no impresionan tanto, pero la grande... Ufff, es realmente ALUCINANTE! Cuando entras allí y ves esas filas de guerreros todos mirando para delante... es realmente impresionante. Y además nos estuvimos fijando y realmente son todos distintos (la cara al menos), no se cuanto tiempo les llevaría hacerlos, pero no veas que trabajera. Además hay una especie de museo donde puedes ver en un par de vitrinas algunos de los guerreros mejores conservados, unos son arqueros, otros llevan a los caballos, etc... Los guerreros son de hace unos 2000 años, y los mandó construir el emperador de entonces para poder seguir reinando en su otra vida, o también dicen que para que lo defendieran en el otro mundo. Realmente nos encantó la visita (también porque había muy poco chinos, jejeje).

LA NAVE PRINCIPAL CON LOS GUERREROS EN FILA

LOS GUERREROS DE FRENTE...

… DE PERFIL...

… Y DESDE ATRÁS

NOSOTROS CON LOS GUERREROS

Y tras Xi'an, nuestro siguiente destino era Hong Kong. Volamos desde Xi'an a Guangzhou, que es una ciudad que está “muy cerca” de Hong Kong. Lo pongo entre comillas porque habíamos leído que para ahorrar en el billete de avión era mejor volar aquí, que pertenece a la China “normal” y después irte en tren hasta Hong Kong. Pensábamos que seria cosa de una o dos horas como mucho, pero al final fueron 6 horazas!! Primero un bus del aeropuerto hasta la estación de trenes de Guangzhou Este (1 hora), luego un paseito desde donde te deja el bus hasta la estación de tren (10-15 minutos), luego un tren hasta Shenzen (una ciudad que hace frontera con Hongkong, 1 hora), luego pasa la frontera con su enseñada de pasaporte y todo el rollo, otros 35-40 minutos, luego otro tren hasta la primera parada de metro (30 minutos más), y luego el metro con 3 cambios de linea hasta el hotel (otros 45 minutos). Total, que entre los tiempos de transporte y las esperas, estuvimos viajando la friolera de 6 horas completas!! Es como si te dijeran: “no, no, para ir a Sevilla vuela mejor hasta Barcelona que te sale más barato y ya desde allí vas en tren”... jejeje, que putada. Por lo menos la habitación del hotel (Ibis North Point, 35€ la noche con desayuno buffet, nada mal para ser Hong Kong), tiene unas vistas a la bahía impresionantes. Y por la noche con todo iluminado nos quedamos con la boca abierta al llegar.

LAS VISTAS DE LA BAHÍA DESDE LA HABITACIÓN DEL HOTEL

Pues ya en Hong Kong, y tras haber descansado suficiente como para que casi nos cierren el desayuno, nos fuimos a ver las cosas que hay aquí. Para nuestro gusto esta es una ciudad sin mucho interés cultural, digo porque no hay mucho que hacer más que pasear por las calles para ver los rascacielos, los millones de tiendas de lujo y los centros comerciales. Aún así es muy bonita porque tiene una preciosa bahía llena siempre de barcos y las vistas son preciosas, pero no tiene más interés que ese. Pero a nosotros, después de la aventura china, una ciudad con aire occidental nos vino como caída del cielo. Hong Kong no es China, de hecho para entrar tienes que sellar el visado de salida de China. Hasta 1997 fue colonia Inglesa y eso se nota por todas partes. La gente aquí de nuevo es muy amable, son educados, todo está mucho más limpio, las tiendas y restaurantes tienen otro estilito (por encima del nivel tienda de chino de la calle mairena), son dos mundos diferentes. Al llegar aquí y ver a la gente “normal” o “amable” nos volvimos a reafirmar en nuestra teoría sobre los chinos, no éramos nosotros, son los chinos definitivamente... Nos dimos un paseito por las calles cercanas al hotel, la zona de Causeway Bay, una zona con muchos bares, restaurantes y centros comerciales. Hay una parte llamada Times Square que tiene un centro comercial brutal (y claro está, ZARA está nada más subir las escaleras, jeje). Por allí nos compramos nuestra guía de viajes para los próximos meses, la guía del Sudeste Asiático, si!!

EL CENTRO COMERCIAL DE TIMES SQUARE

COMPRANDO LA GUIA DEL SUDESTE ASIÁTICO

Subimos en tranvía al Victoria Peak, un pico desde donde se ven unas vistas de la ciudad alucinantes. El tranvía subía con una inclinación increíble, había tramos que podía ser de unos 45 grados, y no exagero. De hecho, para bajar se baja de espaldas, porque si bajara de frente la gente se caería de boca y se chocaría con el de alante. Desde el Pico Victoria podías ver la parte de la isla donde está el centro, con sus rascacielos y todo eso, y podía ver la parte que da al sur, con montañas con mucha vegetación y escasas casitas repartidas por la montaña. El contraste es una maravilla. Por cierto, que me encontré con un viejo conocido y le dije que con ese trajecito estaba pa comérselo...

VISTA DE LA CIUDAD DESDE EL PICO VICTORIA

VISTA DEL SUR DE LA CIUDAD, TODO VEGETACIÓN

PABLO Y SU AMIGO “BRUCE”, BE WATER, MY FRIEND...

Otra de las cosas que hicimos en Hong Kong es ir a ver la otra parte de la ciudad que está en la península, la parte que se llama Kowloon. Cruzamos en un ferry que por 1,20€ te lleva de un lado a otro. El paseito en si ya merece la pena, porque ves todos los edificios desde el mar y es increíble y por la noche cuando regresas en más alucinante, porque ves todos los edificios iluminados y te quedas con la boca abierta.

PASANDO CON EL BARCO HACIA LA ZONA DE KOWLOON

VISTA DESDE EL FERRY

Al llegar a Kowloon, paseamos por la avenida de las estrellas, una avenida en la orilla de la bahía estilo Hollywood Boulevard, donde las estrellas de cine chinas han plasmado sus manos en el cemento. Como es normal, yo busque la única estrella que conocía y me hice una foto. Con quien?? Con el maestro...

PABLO EN LA ESTRELLA DE BRUCE LEE

A ELENA LE HICIERON UNA PRUEBA DE RODAJE

Paseamos por las calles de la ciudad, visitando un par de templos que no eran nada del otro mundo y un par de mercados callejeros donde, como en todos los mercados callejeros del mundo, te intentan timar. Por cierto, hago aquí una reflexión personal: ¿Por qué se dice “me han engañao como a un Chino”, si normalmente son ELLOS los que más engañan? Deberíamos cambiar el dicho por el de “me han engañao como UN Chino” (como un chino me engañaría A MI). Bueno, ahí queda la reflexión.

Por la noche fuimos a la bahía a ver un espectáculo de luces y sonido que hay todos los días y que consiste en que al compás de la música los edificios se encienden y se apagan o muestran luces de colores y rayos láser, realmente nos encantó verlo.

LA CIUDAD ILUMINADA POR LA NOCHE, IMPRESIONANTE

Al día siguiente, tras haber decidido no ir a DisneyLand Hong Kong, porque vimos que era más pequeño que el de Japón y no tenia nada nuevo, nos decidimos a ir a Macao, una ciudad que ha sido colonia portuguesa hasta 1999 (ná, hasta hace dos días). Tiene un centro con edificios de estilo portugués, que parece mentira que estés en China, con varias iglesias católicas y los restos de una fortaleza con sus cañones y todo. Paseamos por el centro peatonal que es muy agradable, y yo, por supuesto, no me pude resistir a la tentación de comerme un “pastel de Belem ó pastel de natas” (como se llama en Portugal), aunque después de haber probado los auténticos Pasteles de Belem de Lisboa, éstos no tienen nada que ver, pero no obstante me gustó (como dirían mis papis, es que me encanta un “lechuceo”). Por cierto, que en Macao estuvimos andando por la “Rua da Felicidade”, una calle donde antiguamente iban los señores buscando a las damas de la “buena vida”, y en donde se rodaron varias escenas de “Indiana Jones y el templo maldito”, moooooola!!

LA CALLE LEAL SENADO, EL CENTRO HISTÓRICO DE MACAO

UNA DE LAS IGLESIAS

A PUNTO DE COMERME UN PASTEL DE BELEM ANTE LAS RUINAS DE LA IGLESIA DE SAN PABLO

LAS ESCALERA DE LA IGLESIA DE SAN PABLO

ELENA EN UNO DE LOS CAÑONES DE LA FORTALEZA

LA RUA DA FELICIDADE, ¿ALGUIEN RECONOCE LAS ESCENAS DE INDIANA JONES?

PROBÉ UNA ESPECIE DE... COMO DE... NI IDEA DE LO QUE ERA, PERO ESTABA BUENO

Macao también se caracteriza por ser una ciudad donde el juego es legal, la llaman “Las Vegas de oriente”. Hasta hace muy muy poco era una única persona la que tenia el monopolio de los casinos allí (os imagináis el pobrecito los problemas de solvencia que tendría, jejeje). Pero ahora, los grandes hoteles de las Vegas se están haciendo un enorme hueco aquí, y ya se ven hoteles copias de los de allí como el Venetian, el MGM grand, el Wynn, el Hard Rock, etc... Como no podía ser de otra forma, fuimos a ver algunos de ellos, y el que más nos impresionó por elegante y lujoso fue el Wynn, era como un sueño, flipante. Aunque después de haber estado en las Vegas, a Macao todavía le falta mucho para estar a su nivel a la hora de espectacularidad. Tiene una zona de puerto que se llama “Fisherman Whraf”, toda llena de tiendas muy bonitas.

EL PATIO DEL HOTEL MGM GRAND

DENTRO DEL CASINO DEL WYNN, CASI NOS QUITAN LA CAMARA POR HACER LA FOTO, JEJEJE

EN LA PUERTA DEL WYNN, CON EL CASINO LISBOA Y EL GRAND LISBOA DE FONDO

EN EL FISHERMAN WHRAF, DONDE ESTÁ EL COLISEO DE ROMA, ENTRE OTRAS COSAS

UNA DE LAS CALLES DEL FISHERMAN, DONDE NOS TOMAMOS UN GIGANTE BATIDO DE HELADO, JEJE

Y eso ha sido todo lo que hemos hecho estos días. Al final hemos estado en China 19 días, en vez de los 2 meses que nos habíamos planteado. Creemos que ha sido un error venir aquí en Agosto porque hace mucho calor, todos los chinos están de vacaciones y sobre todo, no veníamos concienciados de que los chinos son tan mamones, así que nos vamos y ya volveremos en otra ocasión, pero os puedo asegurar que con un buen diccionario o libro de frases Español-Chino, porque así por lo menos si no me entienden se lo puedo meter a alguien por el culo!! jejeej.

Mañana nos vamos del país. Nuestro siguiente destino suponemos que será maravilloso... Ya os contaremos. Besos a todos!!!

Pablo.