Estamos en Belice, para más datos en el Cayo Ambergris, en el pueblo de San Pedro. Esta es la Isla Bonita a la que le cantaba Madonna y llegar aquí desde Roatán en Honduras nos costó nada menos que tres días.
El primero lo empleamos en salir de Roatán para dormir en Tierra Firme. De nuevo el barquito indeseable que duraba una hora y media. En esta ocasión me tomé la pastilla contra el mareo a tiempo y tengo que decir que me dormí cuando el barco aún estaba atracado en el puerto y me desperté cinco minutos antes de llegar. Todo un triunfo no? (me recuerda a mi padre cuando viaja en avión: OPA, to lo bueno se pega jeje).
Al llegar a la Ceiba nos dirigimos, con la ya rutinaria pelea con los taxistas para que no nos intenten timar (y lo conseguimos porque somos los más persistentes del planeta jeje), al mismo cutre hotel en el que habíamos estado a la ida, Hotel Caribe por algo más de 8 euros. Por cierto que se me olvida contar que en ese hotel nos intentaron acusar de robar las sábanas porque la limpiadora dijo que cuando entró no estaban. Nosotros le dijimos que probablemente las había robado ella junto con todo el dinero y el móvil de la voluntaria a la que le robaron allí a la ida, os acordáis? A ver para qué quiero yo las sábanas de un satánico hotel que probablemente tenía varias dormidas ya a sus espaldas sin ser lavadas (buag vomito solo de pensarlo).
El segundo día fue terrible, de nuevo todo el camino de ida que hicimos durante todo un día pero a la inversa: primero un bus de 4 horas, luego otro de 1,30, luego otra hora y media, cruzar la frontera a pie y otro bus, ya en tierra guatemalteca de nuevo, que nos llevó hasta Puerto Barrios. El problema es que al llegar a la frontera, precisamente el tramo que hay que hacer andando porque los buses se quedan en una frontera o en otra pero el tramo que las separa no lo pasan, diluviaba literalmente, era imposible dar un paso. Y allí estuvimos debajo de un techito esperando dos horas y haciendo señas a una camioneta que nos llamaba para que fuéramos y nosotros le decíamos que viniera él, que nos íbamos a mojar pero claro, no podía pasar la frontera.
Al final un coche aceptó pasarnos amablemente hasta el otro lado y saltamos al interior de la camioneta no sin antes negociar el precio. Esta camioneta pasó por todas las plantaciones de bananos de la zona recogiendo a los trabajadores que terminaban su jornada en el campo. No exagero pero no cabía un alfiler allí dentro y todos eran tíos con su machete a cuestas. Que por cierto al lado mía se sentó un hombre de estos de campo cerrado y mayor y me dio por preguntarle cómo es la jornada en el campo y me contó que cobran 180 euros al mes y trabajan de 6 de la mañana a 5 de la tarde. Ese salario es habitual en Guatemala, bueno es de los bajitos pero es un poquito más del salario mínimo obligatorio. Me hizo mucha gracia porque me preguntó de dónde era y le dije que de España y me dijo: eso debe estar muy muy lejos no? Por lo menos un montón de horas en el carro. Y le dije: no, hay que ir en avión y son unas 12 horas. Y me dijo ahhh entonces en carro es por lo menos un mes no? Y le dije: no, es que no se puede ir en carro porque está todo el océano en medio, hay que ir en avión. Y entonces el hombre, asintiendo con la cabeza y con cara de circunstancia me dijo: el mundo es infinito verdad? No tiene fin. Y yo le dije: es cierto, es infinito, no tiene fin. Y se quedó tan convencido que a mí me dio mucha ternura.
UNO DE LOS AUTOBUSES DEL CAMINO, ESTE ERA DE LOS MEJORES Y YA VES QUE VA LLENITO DE GENTE A REBOSAR, HASTA UN PERRO HABÍA
Pues llegamos a Puerto Barrios muy cansados y pensando en buscar un hotel decente aunque eso nos supusiera 5 o 10 euros más de gasto. Cogimos la guía y nos fuimos al mejor que había que valía como 17 euros y ¡satán!!! Era terrible, todo de madera despintada, olía a humedad insoportablemente, como había llovido toda la mierda del tejado se había colado por los huecos y estaba sobre las camas, sobre el lavabo… Así que decidimos buscar otra opción, pero la mejor opción era un hotel cutrísimo cerca del muelle del que salía el barco por la mañana y a 10 euros la noche. Bueno, no pasa nada, al menos tiene baño con ducha fría (por aquí nunca tienen agua caliente, como hace calor tampoco hace mucha falta).
Al día siguiente cogimos el barco que nos cruzaría a Belice y de verdad os digo que fue absolutamente surrealista. Pagamos 20 euros por persona por un trayecto de una hora y media en una lancha motora de esas que lo único que tiene es unas cuantas maderas que cruzan de un lado a otro para que se siente la gente, el motor atrás y un espacio delante para las maletas. Yo, precavidamente, me tomé la pastillita del mareo antes de salir y le dije a Pablo: ojalá me duerma todo el camino. Pero lo que no sabía es que me esperaba la peor de las pesadillas. El Chato, el dueño de la “compañía de transportes”, gordo y con gafas de sol, cobró los quetzales y se quedó tan pancho en el muelle comiéndose mis cuarenta euros en langosta fijo, mientras que yo sufría un auténtico suplicio. Antes de salir nos dieron unos inmensos plásticos negros a cada fila de 5 personas y nos dijeron que los abriéramos ya y nos los pusiéramos por encima como una manta. A mí me pareció un poco exagerado y me dispuse a disfrutar del sol, del viento, del Caribe… Pero cuando la lancha arrancó y cogió velocidad estaba yo con el bracito por la borda, mis gafitas de sol, mi carita de pringá y entera llena de agua de arriba abajo. Así que decidí que era mejor coger el plástico y taparme. El mar estaba algo revuelto y la lancha empezó a dar saltos gigantescos y nosotros con ella. Entraba tantísima agua en el barco que tuvimos que poner los plásticos enteros por encima nuestra de forma que parecía totalmente que estábamos en el gusano loco y se escuchaba el agua caer a montones encima nuestra. El viaje fue una pesadilla y cuando llegamos al otro lado, después de una eternidad, yo estaba tan absolutamente mojada que tuve que pedir en la aduana que me llevaran al baño para cambiarme hasta las bragas, increíble, como si me hubiera bañado con todo puesto. Cruzamos la aduana y al otro lado había un autobús con destino a Belize City, que no es la capital pero como si lo fuera, y está en la costa donde se cogen los barcos para las islas. Son 7 horas de trayecto en el que tienes que atravesar casi todo el país. Lo que vimos nos pareció más de lo mismo aunque con algunas diferencias: la vegetación cambió, era mucho menos tropical y había cientos de miles de naranjos por todas partes y por la carretera todo el tiempo nos adelantaban camiones inmensos llenos de naranjas. El autobús era bastante bastante malo, de esos que van parando por todas partes porque los locales van yendo de un pueblo a otro y los amortiguadores no amortiguan ni uno de los mil huecos de la carretera ( y nosotros que después de lo del barco habíamos pensado coger un autobús de primera con sus asientos acolchados y su aire acondicionado: no existe, esta es la única opción). Así llegamos a Belice City muertos de verdad, entre la pastilla del mareo de por la mañana que claro, como era imposible dormirse en el barco traíamos ese amuermamiento en el cuerpo que parecíamos drogados. Le dije a Pablo que necesitaba un sitio decente donde dormir, que buscáramos un buen sitio porque estaba demasiado cansada de los tres días anteriores y de nuevo nos dirigimos al mejor de la guía. Cuando llegamos es un callejón oscuro y pequeño con unas escaleras bastante sospechosas desde la que se asoma una mujer que nos dice que tiene un cuarto con dos camas pero que nos cobra 30 euros por él. Está loca? Pienso yo. Es súper cutre y por algo así en Guatemala no pagas ni 10 euros!!! Nos volvemos al taxi y le decimos que nos lleve a algún hotel bonito y decente que el conozca y nos dice que conoce uno. Cuando llegamos es algo igual de cutre pero encima está en obras, se ve todo como de cemento, hay montones de tierra en la puerta… ni nos bajamos del taxi y le pedimos que nos lleve a otro. Nos llevó a un tercero que desde fuera no pintaba muy diferente, entramos a probar suerte y sorprendentemente tenía una habitación decente, bien limpia y con muchísima luz, bueno era de noche pero todas las paredes eran ventanas. Estábamos muertos, eran las mil y decidimos quedarnos. Además nos habían dicho en todas partes que era una ciudad muy peligrosa y no quisimos seguir tentando a la suerte. El hotel se llamaba Smoking Balam (16 €).
A la mañana siguiente cogimos un barco que en dos horas nos llevó al Cayo Ambergris en el que nos encontramos ahora. Por el camino ya vas viendo aguas turquesas, completamente cristalinas y algunos cayitos, vimos uno en el que sólo había una casa y una palmera, flipante no?
Y aquí estamos, en San Pedro. Realmente no podemos decir en absoluto que hayamos conocido Belice porque nuestra única experiencia es la de haber atravesado el país y pasar 4 días tirados en un cayo. La moneda de este país es el Dólar Beliceño y han sido colonia Inglesa hasta hace muy poco por lo que aquí se habla inglés. Bueno, es algo muy curioso porque hablan spanglish a la perfección, los oyes hablar entre ellos y mezclan los dos idiomas todo el tiempo, te hablan en español y la mitad de las palabras las dicen en inglés, es increíble. Este pueblo es pequeño y tiene muchísimo encanto. Las casas son de madera de colores, hay tres calles paralelas a la playa y casi no hay coches, sólo carritos de golf en el que todo el mundo se mueve para todo: llevar los niños al cole, la compra, ir al trabajo… Es fantástico porque no hacen ruido ni contaminan tanto. Por otra parte el lema de la isla es : NO SHOES; NO SHIRT; NO PROBLEM: no zapatos, no camiseta, no problema. Y es cierto!!! Casi todo el mundo va descalzo y mucha gente directamente en bañador o bermudas y no se ve raro.
Lo que nos desilusionó un poco al llegar fue la playa porque aunque el agua es increíblemente cristalina, muy caliente y la arena blanca, cada 10 metros hay un muelle de madera donde paran las lanchas motoras por lo que prácticamente no hay playa agradable donde bañarse.Además el fondo está lleno de plantas, por lo que da un poco de yuyu.
Traíamos un hotel visto de antemano pero buscamos hasta la saciedad porque era todo carísimo. Al final una de las mejores opciones en relación calidad precio: Conch Shell Inn, u hotel almeja como decimos nosotros. Realmente no es hotel porque no tiene recepción ni nada, solo son unas habitaciones que dan directamente a la arena de la playa pero tienen nevera, TV por cable, agua caliente y WIFI que para nosotros se vuelve fundamental a estas alturas. Así que después de mucho regatear nos las dejan en 40 euros. Es una pasada pero voy a otros a preguntar y me dicen: son 100 $, bueno haciendo una excepción te lo dejo en 75. Y es un hotel cutre total!!!! Así que enfadados con los precios de la isla asumimos el coste y nos quedamos en el almeja. Al final ha resultado fantástico porque era agradable, muy fresquito, en la arena, con una terracita… hemos pasado aquí varios días disfrutando de la tranquilidad. Y bueno, saliendo a comer, paseando… en el centro del pueblo hay una plaza donde por la noche se ponen muchos puestos de burritos, hamburguesas, perritos… y son muy baratos, aunque los restaurantes resultan bastante caros. Y sorprendentemente aquí no hay ni un solo mosquito!!! Por lo que nos dan una tregua que nos tenían comidos y nerviositos perdidos.
Descubrimos que la isla en general está vacía de guiris. Evidentemente hay unos cuantos pero no hay muchos y los locales para guiris siempre están casi vacíos. También vemos que hay poco español por estas tierras. En Guatemala encontramos a dos, en honduras un grupito que venía en el barco y en Belice no hemos visto ni uno, en 4 meses habremos visto a 15 españoles como mucho y hemos hablado con 2 pero bueno, creo que eso cambiará porque me imagino que en México va a ser como estar por España no? Bueno igual con la gripe no, ojalá!!!
Y bueno… la estrella de estos días fue… el snorkeling!!!!! Todo lo que pudiera decir es poco y será otras de esas cosas de este viaje que se nos quede en la mente para siempre. Contratamos la excursión a Hol Chan por 20 euros cada uno. Hol Chan es una zona protegida del arrecife de coral donde para ir tienes que pagar una tasa al estado y te acompaña un guía que vigila que no toques nada ni te lleves nada de debajo del agua. Salimos en una barca a las 9 de la mañana 3 guiris y nosotros dos con el guía que manejaba la barca. En media hora habíamos llegado al arrecife. Al llegar de pronto aparecieron un montón de “tiburones enfermera” (la primera vez que oigo esa especie) que eran bastante grandes, al menos dos metros de largo, y eso para mí es inmenso. El colega nos señala dos tortugas gigantes que están nadando cerca de la barca y nos pide que nos tiremos al agua. Uffff está dura la cosa, ya que me he encajado aquí y lo que he pagado no me voy a quedar en la barca, pero me cuesta decidirme hasta que por fin doy el salto. Y lo que había debajo del mar era increíble de verdad, increíble. Yo me fui para las tortugas y nadé al lado de una por mucho rato. Durante dos horas nadamos por allí y vimos unas mantas inmensas, pero bien grandes, que nadaban despacito por debajo nuestra. Tortugas, tiburones, peces inmensos, pero de más de un metro y gordos gordísimos, y de todos los colores, y caracolas, y vimos una morena que era espantosa (me refiero a un pez no a una señora), barracudas inmensas, bancos de peces todos de un color que se movían juntos, otros que comían solos, lo que más había eran unos dorados con la cola amarilla que eran súper grandes y los había por todas partes. Y nadaban tranquilamente y pasaban tan cerca que podías tocarlos. Fue increíble. Hicimos muchas fotos submarinas con una cámara que nos compramos pero nos han dicho que en Belice nos es posible hacer un revelado a digital así que esperaremos a llegar a México para buscar un lugar. No podemos colgar entonces las fotos en este post. Aunque Pablo hizo un video (ver video). Más adelante, cuando las tengamos, las colgaremos. Pero fue increíble de verdad, increíble increíble.
Por cierto que los que venian con nosotros en la barca era un matrimonio de sesentitantos con su hijo que llevan viajando 7 años por el mundo en un velero. Les preguntamos que donde estaban las mejores playas del mundo (Nota de Pablo: Los, como verás sigo haciendo averiguaciones para ti, jeje), y nos dijeron que estan en la Polinesia Francesa y en Puerto Rico, asi que será cuestión de ir a comprobarlo, jejeje.
Y poca cosa más hemos hecho. Yo me achicharré la espalda aunque iba llenita de crema, pero me quemé. Hoy hemos ido a nadar con camisetas pero cuando nos sentamos en la orilla había tres mantas inmensas nadando por aquí, tranquilas y despacito pero muy grandes (ver video). Las hemos seguido por los muelles para verlas mejor pero el baño ya lo olvidamos, sólo un remojón para refrescarnos y vuelta a la tumbona.
ME DI UN REMOJÓN PARA ALIVIAR EL CALOR: CON CAMISETA PORQUE ESTABA ACHICHARRADA Y CHARLO CON DOS NIÑOS QUE ME PREGUNTAN QUE DE DONDE VENGO
Mañana nos marchamos de aquí. A las 7 de la mañana cogemos un barco que nos llevará hasta la frontera con México y desde allí un autobús. Así que ya dejamos nuestra fugaz visita a este país para disfrutar de la Rivera Maya Mexicana ¡VIVA!!!!!!
Me ha hecho mucha gracia lo del hombre que piensa que el mundo es infinito :) Si fuese así, ibais a tardar una mijilla en dar la vuelta al mundo :D
ResponderEliminarMuchas gracias por preguntarme lo de las mejores playas del mundo. A ver si os pasáis por las que os han dicho y me las confirmáis :P
Qué pasada lo de los tiburones. La verdad es que el vídeo impresiona tela. Yo también me lo habría pensado dos veces... Y qué alucinante lo transparentísima que está el agua y todo lo que contáis que habéis visto buceando. ¡¡Qué envidia!!
Besos.
Hola Chicos seguro Pablo se tiro al agua por que es tan flaquito que los tiburones no comen huesos jajajaja
ResponderEliminarbesos a los dos se los ve muy bien en las fotos Pablo trata de no cortarle la cabeza a Elenita
Marcelo
¡¡Hola!!
ResponderEliminarMe han encantado las fotos. Elena, no me extraña que te diese miedo y te lo pensases dos veces.
Muchos besos a los dos.
Reme
Admiro la valentía de tirarse al agua sabiendo que hay tiburones, aunque sean enfermeros, que por cierto no se si es que te muerden y luego te curan XP...
ResponderEliminarBesos
hola hijos se nos antoja precioso.Las fotos preciosas y el valor(os empujaron para tiraros al agua?Eso no era un barco mas,por lo del agua, un submarino por favor si teneis un nº tln nos lo haceis llegar,tengo ganas de hablar con Vds Un beso muy fuerte os quiero mucho Maria Papa Bufa
ResponderEliminarHa tenido que ser fantastico ver ese arrecife de coral, desde luego toda una experiencia.
ResponderEliminarEl hotel desde fuera es Barbie total jajajajaja.
Cuidadin en Mexico y con ganas de leer que tal estais alli.
Un beso enorme !
Natalia.
¡Qué feices os veo!¡ Me encanta!!!!! Tngo mucho trabajo y apenas me conecto, pero cuando lo hago vosostros haceis que se me olvide lo cansada que estoy, me encanta las fotos, un besazo y os sigo siempre, muacccc¡
ResponderEliminarEsos tiburones no serian como el de las paliculas, no?, Porque entonces no os hubiesis tirao al agua, de toas maneras sois mu valientes.
ResponderEliminarme gustaria ver un fondo de mar como ese con los corales, y demas.
Ya estoy esperando las fotos de Mexico, a ver que tal, aunque ya se que estais bien.
Muchos besitos.
eeeeeeoooooo!!!!!donde estaiiiiis?se os echa en falta mil sonrisas y un beso para cada uno. Raquelona
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