Un video navideño que no debes perderte. Navidad 2013-2014


Si, lo se, nadie debería ver este vídeo. En realidad nunca debería salir a la luz y hacerse público, pero no puedo dejar que os perdais una imagen de Pablo que hará que nunca lo volváis a ver de la misma forma. Es algo que os marcará para siempre y que quizás hasta os haga tener pesadillas. De cualquier forma ahí lo llevais, cada uno es libre de verlo o no. Con él queremos felicitaros la Navidad de parte de la Peña Willy Fog, nuestro grupo de viaje. Video grabado el año pasado cuando vinieron a vernos y que ha montado mi hermana Paloma. Que durmáis bien.... si podéis.
La aventura de Pablo y Elena Web Developer

Praga nos recibe preciosa


Pablo y yo tenemos una teoría de por qué en estados Unidos se come tanta comida basura. Y la explicación está en ese humito sospechoso que sale de las alcantarillas. Según nuestra teoría conspiratoria, la asociación de Hosteleros de los EEUU lanza, a través de las alcantarillas, vapor con olor a comida basura, ese típico olor que te hace segregar saliva y te empuja de cabeza al primer establecimiento en el que se sirvan perritos calientes, halal, pizza, hamburguesas o donuts de colores. Da igual, el caso es matar esa sensación descontrolada que se apodera de tu cuerpo. Eso lo hemos vivido ambos en nuestros propios cuerpos.

Pero no se trata sólo de ese hambre insaciable que da viajar desde el momento en que sales de tu casa, que da igual que acabes de tragarte un plato de lentejas que en cuanto cruzas Despeñaperros ya estás queriendo parar a tomarte algo. Se trata de algo que va más allá, de una teoría conspiratoria. Y todo esto serviría para explicar los kilos de más que se están apoderando de mi cuerpo, porque de verdad que creo que en Alemania se da el mismo fenómeno pero orientado a la repostería. Si contamos con que sólo en mi calle hay 6 panaderías pastelerías que pasan 10 horas al día horneando los más deliciosos manjares, podéis imaginar cómo huele en todo el barrio. Y eso se hace extensible a cada calle. Y es que hay que admitir que son los reyes del pan y de los dulces, hacen muchos y muy buenos, y el olor es matador e irresistible. A eso se le suma que ha llegado Navidad, y que en cada ciudad o pueblo montan el típico y precioso mercado de Navidad que lo inunda todo de olores a salchichas, chucrut y vino caliente. Así que con esas perspectivas cómo intento yo perder los kilos que había cogido en Myanmar? Complicado. Y menos aún cuando desde que llegamos hemos hecho ya dos viajitos: 5 diítas en Praga y 8 en España en los que la familia no ha parado de cebarnos. Si si, lo se, lejos de perder nada he cogido otros cuantos. Pero qué puedo hacer? Pues nada, disfrutarlos, porque soy una persona a la que le gusta comer y renunciar a eso me resulta imposible. Así que bienvenidos sean a mi cuerpo, están en su casa. 

  PEDAZO DE PATO QUE NOS COMIMOS EN PRAGA, DELICIOSO SIN DUDA, Y ENGORDANTE CON MENOS DUDAS

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