Viviendo con los padres de Nobuki en Kobe, una visita al castillo de Himeji, varios días en Osaka y un día en Nara



Se cumplen 200 días de nuestra salida de España y estamos tan felices como el primer día.
Hemos pasado 4 maravillosos días en casa de los padres de Nobuki, en Kobe. Para llegar a Kobe tuvimos que coger primero un tren de 50 minutos desde casa de Miyoko hasta Tokio, luego 3 horas de tren hasta Osaka y luego una última hora de tren hasta la casa. En total 5 horitas que pasaron volando entre ver el paisaje, charlar, comer y dormir un poco.
PREPARADOS PARA COMER CHACINITA IBERICA EN EL TREN
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Disney Tokio


Nos hemos pasado dos días metidos en Disney. A nosotros nos encantan los parques de atracciones así que hemos disfrutado realmente muchísimo. Aquí hay dos parques: DisneyLand y DisneySea. La entrada a cada parque cuesta algo menos de 40 euros y hemos ido un día a cada parque.
El primer día fuimos a Disney Sea por eso de que como a Disney Land ya hemos ido en París, esperábamos que éste nos sorprendiera más. Y sin duda nos sorprendió. El parque es genial, te sorprende por todo, por los vestuarios, las atracciones, la cantidad de gente trabajando, lo limpio y ordenado que es todo y por lo mala que es la comida.
Para entrar en el parque tienes que coger un tren precioso, las ventanas tienen la forma de Mickey, los agarradores también... es todo temático. Nada más llegar nos encontramos con una gran dificultad: nadie habla inglés en las ventanillas de ticket. Como podemos, conseguimos los 4 pases de dos días y nos vamos a disfrutar rápidamente (Hay que decir que para conseguir los pases la niña de la taquilla se tira unos 10 minutos literalmente buscando en un libro hasta que por fin encuentra lo que buscaba: la frase en ingles que decia: “wait a minute, please, I´m going to look for the translator”, pa mearse).
EN EL TREN DE ENTRADA AL PARQUE
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Qué ver y hacer en Tokio


Seguimos en Tokio y con poco tiempo para escribir, por eso nos cuesta actualizar el Blog. El ritmo aquí es muchísimo más frenético que en México, nos levantamos temprano y volvemos por la noche agotados, sin ganas de sentarnos a escribir nada. Pero hoy el día está feo, está lloviendo a pesar de que se ha decretado el final de la temporada de lluvias oficialmente. Así que hemos decidido quedarnos tranquilos a descansar y ponernos al día con el blog y los mails.
Hemos dedicado 10 días a visitar las diferentes zonas de esta inmensa ciudad.
El primer día lo dedicamos a Asakusa, un barrio tradicional en el que se encuentra uno de los templos más antiguo y famoso de la ciudad. Es un templo muy grande y dentro de él hay que hacer mil rituales: comprar varitas de incienso, encenderlas en un quemadero y meterlas dentro de un inmenso recipiente que hay bajo un templete. De este recipiente sale muchísimo humo que debes echártelo sobre la parte de tu cuerpo que necesites sanar.
LA ENTRADA DEL TEMPLO CON EL FAMOSO E INMENSO FAROL
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Shock Cultural: Estamos en Tokio



Dejamos nuestra aventura centroamericana para internarnos en el continente Asiático de lleno. Nos costó llegar, pero al fin lo conseguimos.
Nuestro vuelo salía de México DF el día 7 de julio a las 10 de la mañana con destino a Tokio, 16 horas y media de vuelo con una pequeña escala de una hora en Vancouver. Todo marchaba bien, incluso habíamos conseguido salida de emergencia, con lo cual parecía un triunfo. El avión empezó a andar y se dirigió a la pista de despegue. Cuando le dieron permiso aceleró los motores para despegar pero uno de los motores no se puso en marcha y no aceleró y el otro si por lo que el avión se fue hacia un lado y el piloto lo corrigió con un brusco giro. Dijeron por megafonía que el despegue se había abortado y que debíamos esperar a que los técnicos dijeran cuál era el problema.
Tras más de una hora de espera nos bajan en la terminal, nos hacen recoger las maletas y nos llevan a todos a un hotel y nos citan para el día siguiente a la misma hora, es decir, 24 horas de retraso. Fue un palo bastante grande así que deprimidos nos fuimos para el hotel, que estaba dentro del aeropuerto, a esperar al día siguiente. Y qué pasó al día siguiente? Exactamente lo mismo, el avión intentó despegar y de nuevo se fue hacia un lado, no habían arreglado el problema, de nuevo abortar el despegue, volver a la terminal y un día de interminables colas para buscar a todos los pasajeros rutas alternativas porque ese avión ya no saldría hasta que el problema fuera solucionado. Nos encontraron un vuelo vía Los Ángeles para la mañana siguiente, así que 48 horitas de retraso encerrados en el aeropuerto sin salir. Fue bastante duro, estábamos agotados psicológica y físicamente, del miedo que pasamos, de la ilusión de llegar a Japón, hacer colas y mas colas... desesperante. Y por fin pudimos marcharnos. La recompensa fue viajar en primera clase, 300 euros de indemnización y el pago de las noches de hotel que habíamos perdido. Aun así nada compensó las 48 horas de retraso, la desesperación, la desilusión...
El vuelo era bien largo como ya he dicho, así que cuando nos dijeron que volaríamos en primera clase, pusimos cara de “es lo menos que pueden hacer” y en cuanto nos fuimos de la ventanilla nos pusimos a saltar de alegría. Los asientos eran increíbles, claro que volábamos con la Japan Airlines: asientos individuales como metidos en un huevo todo lleno de botoncitos que yo me puse a tocar incluso antes de despegar: pantalla individual con muchos juegos para jugar, películas, videos musicales... y un mando a distancia para regular el asiento de todas las maneras: las piernas, la espalda, el culo, los riñones, el largo del respaldo, el largo de las piernas, masajitos por la espalda... de verdad era increíble y además se tumbaba completamente, se convertía en cama lo cual era un triunfo. Y nos dieron una almohada y un edredón muy suavito para taparnos. Total, que el vuelo fue una maravilla, se hizo incluso corto y dormimos todo lo que pudimos. Fue divertido porque atravesamos la línea de cambio de fecha así que ya hemos recorrido más de medio hemisferio. Eso sí, perdimos un día completo en el viaje por el cambio de fecha pero bueno, nos hizo mucha ilusión.
VIAJANDO EN PRIMERA, TODO UN LUJO!!
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Mil cosas para hacer en Mexico DF



Hemos pasado los últimos 10 días en México DF. Ésta es una de las ciudades más grandes del mundo y lo vimos nada más llegar, ya que tuvimos que atravesarla en Tranvía desde la Estación del Norte, hasta el barrio de Coyoacán, al sur del centro. Fue un viaje que a mi se me hizo larguísimo, esta ciudad nunca acaba. Después de 5 horas de bus desde San Luis Potosí, mas de una de tranvía y de un buen rato andando bajo la lluvia con todo nuestro equipaje llegamos a casa de Ileana y Raúl, nuestros anfitriones en esta ciudad.
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