de Hoduras a Belice y barco a “La isla Bonita”


Estamos en Belice, para más datos en el Cayo Ambergris, en el pueblo de San Pedro. Esta es la Isla Bonita a la que le cantaba Madonna y llegar aquí desde Roatán en Honduras nos costó nada menos que tres días.
El primero lo empleamos en salir de Roatán para dormir en Tierra Firme. De nuevo el barquito indeseable que duraba una hora y media. En esta ocasión me tomé la pastilla contra el mareo a tiempo y tengo que decir que me dormí cuando el barco aún estaba atracado en el puerto y me desperté cinco minutos antes de llegar. Todo un triunfo no? (me recuerda a mi padre cuando viaja en avión: OPA, to lo bueno se pega jeje).

EL BARCO QUE UNE TIERRA FIRME CON ROATÁN
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Llegar hasta la Ceiba para acabar en Roatán


Aquí estamos, perdidos en Honduras. Ante la alarma mundial que ha provocado la fiebre porcina hemos decidido desviar un poco nuestro trayecto para retrasar nuestra llegada a México. No vamos a anular el viaje, pero si lo retrasaremos unos días para que la cosa se calme. Mientras tanto nos hemos venido a Honduras, no con intención de visitar todo el país sino con el objetivo de llegar a Roatán, una de las tres grandes islas de la Bahía de Honduras y famosa por sus maravillosas playas y por ser una de las mecas del snorkel y el buceo. Pues allá que nos fuimos de Livingston con dos voluntarias que también venían hacia las islas con unos días libres que tenían: Sabrina y Maike, dos alemanas. Y los cuatro salimos a las 7,30 de la mañana en un barco que nos cruzaría hasta Puerto Barrios en lo que creíamos que sería un día sencillo. Pero al final resultó ser casi una pesadilla. El barco tardó media hora y la vista de la costa guatemalteca con grandes casas en la orilla y mucha vegetación era preciosa.

ESPERANDO EL BARQUITO EN LIVINGSTON. LA QUE ESTA AL FONDO ES MAIKE
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De Flores a Livingston en autobús y lancha


Después de 3 meses y medio nos vamos de Guatemala. Estos dos últimos días hemos estado disfrutando de la costa este del país. Desde Flores tomamos un autobús que nos trajo hasta Rio Dulce. Esta ciudad está a la orilla de un lago y es el último punto al que puedes llegar por carretera para llegar a Livingston. Desde Rio Dulce sale un río que desemboca en el Caribe. Justo en la desembocadura se encuentra Livingston, pero para llegar allí sólo puedes hacerlo a través de una lancha que tomas en Rio Dulce. El bus llegó un poco tarde, así que perdimos la última lancha. Buscamos un hotelito que estaba justo en la orilla del lago, con piscina, restaurante con wifi y un precioso jardín lleno de palmeras (20 euros la noche la doble con baño, Hotel Bruno´s). Y allí nos quedamos toda la tarde y hasta la 1,30 del día siguiente que salía el barco. Y no hicimos absolutamente nada más que hablar por el skype durante horas y buscar info de la gripe porcina jeje.

PABLO LEYENDO EL PERIODICO EN EL HOTEL

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